Turismo

El camino público de Menorca que se puede hacer en caballo y da la vuelta a la isla: tiene 185 kilómetros

De origen militar, el conocido camí de Cavalls atraviesa siglos de historia desde el siglo XIV y pasa por las principales calas de la isla

Camí de Cavalls, Menorca
Camí de Cavalls, MenorcaCivitatis

El Camí de Cavalls es mucho más que un sendero para excursionistas. Es una ruta que atraviesa siglos de historia y que hoy se ha convertido en uno de los mayores tesoros de Menorca para los amantes de la naturaleza, el senderismo y el patrimonio cultural.

Se trata de un camino público de 185 kilómetros que rodea la isla por completo, conectando calas vírgenes, acantilados, faros, bosques y pueblos tradicionales, todo ello en un entorno protegido por la Reserva de la Biosfera.

El trazado del Camí de Cavalls tiene un origen militar. Ya aparece documentado en el siglo XIV como vía de vigilancia costera utilizada por los soldados a caballo —de ahí su nombre— para proteger Menorca de ataques piratas. Con el paso del tiempo, su uso se perdió en parte, pero fue recuperado gracias a una intensa movilización ciudadana que culminó con su reapertura oficial en 2010 como sendero público.

A pie, en bicicleta o en caballo

Hoy en día, el Camí se ha consolidado como una de las experiencias turísticas más valoradas por quienes visitan la isla. Se puede recorrer a pie, en bicicleta o a caballo, y está dividido en 20 etapas que permiten adaptar el recorrido a todos los niveles.

Hay tramos sencillos, ideales para una caminata en familia, y otros más exigentes, que transcurren por terrenos rocosos o aislados.

Uno de los grandes atractivos del Camí de Cavalls es la diversidad paisajística. En el norte, el camino recorre parajes abruptos y salvajes con tonos rojizos, como los de Cavalleria o Pregonda. En el sur, las arenas blancas y las aguas turquesa de calas como Macarella, Turqueta o Mitjana invitan al descanso.

Parada por enclaves emblemáticos

Además, el trazado pasa por lugares emblemáticos como el faro de Favàritx, el Parque Natural de s’Albufera des Grau o el monte Toro, el punto más alto de la isla.

Además del paisaje, el Camí permite descubrir el patrimonio etnológico menorquín: barracas de piedra seca, antiguos búnkeres, restos talayóticos y muros centenarios que delimitan los tradicionales campos agrícolas. Todo esto contribuye a una experiencia única que combina deporte, cultura y sostenibilidad.

La conservación del camino

La preservación del Camí de Cavalls es también una prioridad institucional. El Consell Insular de Menorca ha invertido en los últimos años en su mantenimiento, señalización y adecuación para garantizar que se pueda disfrutar sin comprometer el entorno.

Además, en temporada alta se aplican restricciones de acceso motorizado en algunas zonas sensibles, y se fomenta el turismo responsable para evitar la masificación de ciertos tramos.

En un momento en que el turismo sostenible gana cada vez más relevancia, el Camí de Cavalls representa un modelo de éxito. No solo permite descubrir la Menorca más auténtica, sino que promueve un vínculo respetuoso con el territorio y su historia.

Caminar por este sendero es, al mismo tiempo, un viaje al pasado y una forma de conectar con una isla que ha sabido proteger su esencia.