Turismo

Cinco calas secretas de Menorca que los menorquines prefieren no compartir

El difícil acceso a algunos de los enclaves más bonitos de la isla hace que se mantengan ajenos a la masificación que está empezando a sufrir, igual que el resto de las Baleares

Cinco calas secretas de Menorca que los menorquines prefieren no compartir
Cinco calas secretas de Menorca que los menorquines prefieren no compartiriStock

Menorca, a pesar del empuje del turismo internacional, sigue guardando rincones que escapan al radar de Google Maps y de los influencers. Calas minúsculas, de acceso complicado y sin servicios, que los menorquines conocen bien y que miran con cierto recelo cuando se hacen virales.

Son paraísos en miniatura donde el silencio, el mar en calma y la ausencia de masificación siguen siendo sagrados. Y aunque pocos se atreven a compartir su ubicación exacta, aquí va una aproximación a cinco joyas escondidas que, de momento, se resisten a ser conquistadas por la avalancha turística.

1. Cala en Brut Petit

Muy cerca de la célebre Cala en Brut, con sus plataformas y turistas en salto continuo, se esconde una versión diminuta, rocosa y más salvaje que muchos locales conocen como “la petita”. Se llega a través de una bajada no señalizada, entre arbustos, y requiere calzado adecuado. No hay arena, solo roca pulida y agua de un azul irreal. Aquí, el silencio es tal que se oyen las burbujas de los peces. No hay cobertura, ni chiringuito, y esa, precisamente, la naturaleza de su encanto.

2. Ses Fontanelles

Ubicada entre Binimel·là y Pregonda, esta cala escondida no aparece en las guías turísticas. Acceder a ella implica caminar entre dunas y matorrales durante más de media hora. Es pequeña, protegida del viento y de aguas transparentes. A menudo, si llegas temprano, puedes pasar el día entero sin cruzarte con nadie. La comunidad local la protege con celo: hay quien borra sus coordenadas de los mapas colaborativos para mantenerla en secreto.

3. Cala Escorxada

Cala Escorxada
Cala EscorxadaiStock

Aunque cada vez más conocida, sigue siendo una de las calas mejor preservadas del sur. El motivo: llegar a ella no es tarea fácil. Desde el aparcamiento más cercano hay una caminata de más de 45 minutos bajo el sol.

Pero quienes hacen el esfuerzo se ven recompensados con una playa diminuta, de arena blanca y agua turquesa, rodeada de acantilados y pinos. No hay servicios, lo que disuade a muchos de acudir. Los menorquines más veteranos aún la recuerdan como el lugar donde se escapaban en barca a dormir bajo las estrellas.

4. Cales Coves (la cala interior)

Aunque Cales Coves es conocida por su espectacular conjunto de cuevas funerarias excavadas en la roca, pocos saben que más allá de la cala principal, existe una pequeña ensenada interior, casi circular, oculta tras unas rocas. Solo se accede a nado o bordeando cuidadosamente por la roca. Es diminuta, y en días de mar en calma, parece una piscina natural. En su interior, el eco rebota y se multiplica. Es un rincón de desconexión total.

5. Cala Rafalet - es Castell

Ubicada al este, cerca de S’Algar, Cala Rafalet es una de esas maravillas que parece sacada de otro planeta. El acceso es por un estrecho barranco de roca caliza, con sombra natural y vegetación mediterránea.

Al final del sendero, se abre una grieta en el acantilado que da paso a una cala minúscula, de apenas unos metros de largo, encajada entre paredes verticales. Es habitual que los locales se acerquen con kayak o paddle surf, pero rara vez desembarcan. Prefieren observarla desde el mar y dejarla intacta.

Un patrimonio natural frágil

Estas cinco calas no figuran entre las más populares ni cuentan con señalización turística. Y aunque el boca a boca ha llevado a algunos a descubrirlas, los menorquines más comprometidos con su tierra insisten: no todo debería compartirse.

La preservación del entorno depende, en gran parte, de limitar su sobreexposición. Por eso, quienes llegan hasta estos rincones deben hacerlo con responsabilidad, sin dejar huella y con la conciencia de que el verdadero lujo, en Menorca, es la calma.