Mallorca

Guerra vecinal en Mallorca: una mujer lanza un cóctel molotov al bar de abajo, le sabotea la luz e inunda el local antes de ser expulsada de su casa

La jueza impuso una orden de alejamiento a la mujer tras meses de acoso, sabotajes y acusaciones difamatorias contra la dueña del local

La Policía Nacional detiene a un varón por resistencia a la autoridad REMITIDA / HANDOUT por POLICÍA NACIONAL Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 06/08/2025
La jueza impuso una orden de alejamiento a la mujer tras meses de acoso, sabotajes y acusaciones difamatorias contra la dueña del localPOLICÍA NACIONALEuropa Press

Una disputa vecinal en Mallorca ha alcanzado niveles insólitos de hostigamiento, convirtiéndose en un caso que ha captado la atención pública. El conflicto entre la propietaria de un bar y su vecina del piso superior ha derivado en una serie de agresiones que han obligado a la intervención judicial. La Sexta ha seguido de cerca el desarrollo de los hechos, revelando detalles que han generado gran impacto.

Todo comenzó con reiteradas quejas por parte de la vecina, quien alegaba ruidos y vibraciones provenientes del establecimiento. La dueña del bar rechaza las acusaciones y asegura que no es la primera vez que enfrenta denuncias similares. Sin embargo, la situación escaló de forma alarmante: la vecina introdujo una manguera por una ventana, provocando una inundación de unos 10 centímetros de agua; lanzó un cóctel molotov casero; y llegó incluso a demoler una viga estructural del edificio.

Ante la gravedad de los hechos, una jueza dictó una orden de alejamiento que obliga a la vecina a mantenerse a 50 metros del bar. La proximidad entre ambas viviendas ha dificultado el cumplimiento de la medida, y la mujer ha sido detenida en varias ocasiones por violarla. En uno de los episodios más extremos, se vio obligada a vivir en su vehículo junto a su hija menor.

Juan Alemany, abogado de la propietaria del bar, afirma que el conflicto se ha prolongado entre siete y nueve meses, durante los cuales su clienta ha sufrido no solo daños materiales, sino también un profundo desgaste emocional. Las intervenciones policiales se han convertido en una constante que perturba su vida cotidiana.

La tensión se intensificó cuando la vecina comenzó a difundir acusaciones infundadas, insinuando que la empresaria tenía vínculos con el tráfico de drogas. Estas declaraciones han llevado a la dueña del bar a considerar acciones legales por difamación.