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La joven argentina hallada en Mallorca no estaba desaparecida: necesitaba "distancia" de su entorno

Según fuentes policiales, Lens fue localizada “con relativa facilidad” en el domicilio donde residía desde su llegada a la isla balear para hacer la temporada turística

La joven argentina hallada en Mallorca no estaba desaparecida: necesitaba "distancia" de su entorno
La joven argentina hallada en Mallorca no estaba desaparecida: necesitaba "distancia" de su entornoRedes Sociales

El supuesto caso de desaparición de una joven argentina en Mallorca que había generado inquietud en su país natal y en redes sociales ha quedado finalmente aclarado.

Paola Mariana Lens, de 26 años y residente temporal en la isla balear, fue localizada por la Policía Nacional en buen estado y sin indicios de haber sido víctima de ningún delito. Las autoridades confirman que nunca existió una desaparición como tal, sino una decisión personal de romper temporalmente el contacto con su familia.

Según fuentes policiales, Lens fue localizada “con relativa facilidad” en el domicilio donde residía desde su llegada a Mallorca. “No estaba retenida ni coaccionada; simplemente no deseaba mantener comunicación con su entorno más cercano”, han detallado desde la Jefatura Superior de Policía de Baleares. Por ese motivo, no se activó un protocolo oficial de persona desaparecida, ya que la joven conservaba plena libertad de movimientos.

La noticia se difundió rápidamente en Argentina después de que familiares de la joven alertaran a los medios de comunicación y presentaran una denuncia en el consulado argentino en España. En cuestión de horas, su nombre y fotografía comenzaron a circular en redes sociales y portales digitales bajo el rótulo de “desaparecida en Mallorca”, generando una preocupación que, a la luz de los hechos, no respondía a una situación de riesgo real.

Una decisión personal malinterpretada

Lens había llegado a España el pasado 6 de octubre para trabajar como niñera en casa de una familia alemana residente en Palma. El acuerdo incluía alojamiento, manutención y una compensación económica mensual dentro de un programa de intercambio cultural. Apenas ocho días después, dejó de responder mensajes, eliminó publicaciones en redes y bloqueó a varios contactos.

El silencio inquietó a sus allegados, que interpretaron el gesto como una posible desaparición. Sin embargo, un mensaje posterior de la propia Paola disipó cualquier duda sobre sus intenciones: explicaba que necesitaba “tomar distancia” y priorizar su bienestar emocional. Pedía expresamente que se respetara su decisión y que no se intentara localizarla.

Contexto emocional y el papel de las redes

Al parecer, la joven atravesaba un periodo de estrés personal y había manifestado su deseo de “empezar de cero” en Europa.

La facilidad con la que una ausencia puede convertirse en noticia refleja también la rapidez con la que la preocupación se amplifica en redes sociales. En este caso, la alarma pública se originó en Argentina, donde diversos medios replicaron sin verificar la versión inicial de la familia. La intervención de la Policía Nacional permitió aclarar los hechos en pocas horas.

El papel de las autoridades

Desde la oficina de comunicación del Gobierno balear insisten en que nunca existió un operativo de desaparición. “Fue un caso de comunicación familiar interrumpida, no de desaparición. La joven estaba perfectamente localizada y actuaba por voluntad propia”, han confirmado fuentes oficiales.

La madre de Paola, que ha viajado desde Buenos Aires hasta España, mantiene su intención de reencontrarse con su hija. En declaraciones previas a medios argentinos, expresó su alivio, pero también su deseo de entender las razones del distanciamiento. “Solo quiero verla y hablar con ella. Saber que está bien es un alivio, pero necesito entender”, señaló.