La clave está en el para qué de la transformación digital

La transformación digital es un término que la mayoría de los directivos de las empresas tiene en su speech, es claramente uno de los principales retos a los que se enfrentan las compañías y sus directivos. Pero cuando se les pregunta ¿para qué quieren abordar la transformación digital en sus negocios? pocos tienen una respuesta clara y convincente.

Y es que realmente esa es la clave, ¿para qué? Una transformación del negocio basada en los cambios y ventajas que trae lo digital puede ayudar a las compañías a situarse en una posición diferencial respecto a su competencia pero es importante conocer el potencial real que la digitalización puede facilitar a sus negocios. Para ello es necesario hacerse las preguntas correctas, entre otras, ¿cómo las tendencias digitales van a afectar a mi negocio y cuáles van a tener mayor impacto? ¿qué quiero y puedo conseguir con la digitalización? ¿qué puede aportar a mi negocio? ¿qué necesito para ponerlo en marcha?

Pongamos un ejemplo de un CEO del sector automoción que está buscando la manera de vender más coches y busca en lo digital la manera de impulsar y conseguir ese objetivo. Para tener una perspectiva global de cómo puede apalancarse en lo digital para impulsar su negocio necesita hacer una reflexión sobre cómo conectar la experiencia del usuario a lo largo del ciclo de compra integrando puntos de contacto digitales y físicos, la tecnología emergente, el comportamiento del cliente y su evolución, así como otras áreas de negocio.

El enfoque competitivo no es un conjunto de tácticas que permitirán a la compañía vender más coches el próximo mes, sino una estrategia global sobre cómo utilizar la tecnología para dar a los clientes la movilidad que quieren en la próxima década o cómo utilizar los canales digitales para acercarse al cliente y acompañarle en el proceso de decisión de compra.

En su mayor parte, las empresas que están abordando la transformación digital lo están haciendo en dos ámbitos, casi siempre de manera simultánea:

- Aplicando las posibilidades de las nuevas tecnologías digitales a la mejora de la oferta de sus productos y servicios, apalancándose en las posibilidades que ofrece la analítica y los datos para conocer el comportamiento del cliente y poder acercar o anticipar la oferta a sus necesidades.

- Adaptando las interacciones entre clientes, empleados, socios comerciales, proveedores, inversores y reguladores que, cada vez, son más digitales.

Estos ámbitos de aplicación digital pueden parecer sencillos, pero cada uno requiere un rediseño sustancial de los modelos operativos y de negocio, en concreto, en 5 áreas clave: experiencia del cliente, oferta de productos y servicios, ecosistemas, mecanismos de definición, control y seguimiento de estrategia y objetivos y cultura empresarial aplicada a las formas de trabajar.

En cada una de esas áreas los avances digitales tendrán que estar sustentados por el ¿para qué se hace?, es decir ¿qué objetivos últimos persigue la empresa cuando aborda un plan digital?

Si la empresa y sus directivos son capaces de responder a estas preguntas podrán abordar un plan de digitalización exitoso, con tres componentes clave:

- Desarrollar una estrategia encaminada a la aplicación de las tecnologías digitales a las necesidades y demandas de los clientes. Una estrategia que recoja los porqués y paraqués del cambio a abordar.

- Evaluar las brechas en el modelo operativo existente de la compañía para identificar los cambios necesarios en las funciones, los procesos, la gestión y las formas de trabajo y desarrollar un ecosistema que permita la ejecución de la estrategia.

- Identificar un equipo al que asignarle la responsabilidad para el diseño, la ejecución y seguimiento de los cambios definidos.