Kuwait

Kuwait, la sobriedad del Golfo Pérsico

Kuwait, la sobriedad del Golfo Pérsico
Kuwait, la sobriedad del Golfo Pérsicolarazon

¿Qué pinto yo en Kuwait? Esa fue la pregunta que me hice cuando tuve que hacer escala de 48 horas en uno de los países más conocido del Golfo Pérsico. En este país tuvo lugar una guerra de gran escala hace 25 años y no se nota. De hecho, los jefes del país se han afanado en borrar la huella de aquello a golpe de talonario y edificios espectaculares. Kuwait mantiene el encanto de Oriente con un toque occidental que te entra por los ojos desde el primer minuto.

La ciudad de Kuwait es inmensa. Recorrerla de arriba a abajo en coche es muy sencillo porque no hay callejones ni atascos ni curvas. Todo recto, estilo Nueva York, y te irás encontrando de uno en uno los atractivos de un emplazamiento donde les gusta imitar los monumentos de otros países. Sin ir más lejos, hay una Mezquita que es clavada al Taj Majal y otra que homenajea a las Pirámides.

En Kuwait cualquier cosa es posible. Hay parques verdes y kilométricos, pese a que la lluvia no es precisamente el fuerte del país. Lo mismo se puede decir de sus inmensos centros comerciales, donde hay auténticas barbaridades como pistas de hielo gigantes, recreación de barrios antiguos en tiendas o videomarcadores. Todo es poco para el lujo de un país donde no hay ningún tipo de reparo: son ricos y lo disfrutan.

La capital combina el encanto de las casas antiguas construidas con arcillas con inmensos rascacielos que sobrepasan los 200 metros. El país se presenta como una opción atractiva, aunque no promocionada –a diferencia de Dubai– para poder hacer compras. Cualquier tienda occidental está presente, incluso algunas que no han migrado a España, convirtiendo al país en un referente para todos aquellos interesados en comprar bueno, bonito y barato. Olvídate de impuestos. Aquí no saben que es el IVA.

¿DÓNDE DORMIR?

En Kuwait el lujo está a la orden del día y nadie es ajeno a que hay que rascarse el bolsillo por cualquier hotel. En nuestro caso, el The Regency Kuwait nos acogió alcanzando las expectativas de un alojamiento de primer del Emirato. Seguridad fue una de las palabras clave a la hora de acceder a este hotel con una primera barrera para acceder con el coche y luego un arco para entrar a la recepción.

Una vez dentro, un enorme patio emerge con grandes ventanales al fondo con vistas al mar. La impresión no puede ser más grata. El hotel disponía de todo el lujo que uno puede esperar en la instalación con duchas premium con asiento incluido, una cama absorbente gigante o una televisión de tamaño colosal.

En cuanto a las instalaciones lo más destacado es un buffet con show cooking en directo tanto en el desayuno como en las cenas. Podías elegir lo que quisieses comer porque la variedad y el tamaño del buffet eran inabarcables para cualquier. Hay que estar casi una semana comiendo allí para conocerlo.

El buffet conecta directamente con una piscina espectacular, quizá un poco rococo, junto a una playa privada del hotel. En Kuwait no se lleva eso de la playa pública, así que esta opción de playa exclusiva se agradece y mucho. No se asusten por no encontrar un mostrador de recepción, la manera de atender aquí es sentado en un cómodo sofá donde el recepcionista te facilita todo. Instalaciones top, personal top y comida top para un hotel de primera línea.

PARA MÁS INFORMACIÓN :::

· THE REGENCY KUWAIT (www.theregencykuwait.com)