
Inmigración
Clavijo carga contra la inacción del Gobierno y le recuerda que la determinación de edad y las derivaciones de menores son competencia estatal
El presidente canario habla de un "cúmulo de despropósitos" y de "poca o nula voluntad" por parte del Ejecutivo español

Canarias encadena rescates mientras en Madrid se discute quién debe girar la llave del sistema de los menores migrantes.Fernando Clavijo volvió a poner nombres y apellidos al atasco, y a la determinación de la edad de los migrantes y la puesta en marcha de las derivaciones de menores tras la declaración de contingencia migratoria que "son tareas del Gobierno de España". No lo dice como una opinión. Lo asevera como una obligación escrita en la ley.
El presidente fue directo ante las cámaras. “Nosotros no derivamos, es competencia del Gobierno de España en este caso determinar la edad”. Remachó la idea con otra frase que desmonta la acusación lanzada por el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, quien había responsabilizado al Ejecutivo canario de tramitar expedientes de supuestos adultos. “Si son adultos es su competencia, y además es su competencia ahora mismo hacer cumplir la ley que se ha modificado para, una vez declarada la contingencia migratoria, derivar a los menores”.
La réplica no quedó ahí. Clavijo describió el cuadro con una dureza poco habitual en discursos institucionales. “Esto habla por sí solo”. Habló de un “cúmulo de despropósitos” y de una “poca o nula voluntad” de colaborar por parte del Gobierno central en la atención a los menores. En este sentido, subrayó que la responsabilidad estatal alcanza incluso los casos que, por norma, ya son de su ámbito y que aun así no avanzan.
El recordatorio judicial pesó como un acta notarial. “El Tribunal Supremo le ha tenido que decir en tres autos para que esto fluya con normalidad”. Varios toques del alto tribunal y la maquinaria sigue gripada. El mensaje deja al descubierto un desfase entre el discurso oficial y la realidad de los recursos sobre el terreno.
La escena en las islas no necesita grandes metáforas. Centros al límite. Equipos saturados. Menores que esperan una respuesta que depende de un circuito que debería ser automático. Clavijo cerró con una sentencia que retrata el clima de fondo. “No se le está poniendo atención o no se le quiere poner ”. La frase no busca el aplauso, sino que el Estado haga aquello para lo que está.
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