Ovnis
“Dos gigantes dentro de una esfera azul”: el testimonio que marcó el mayor caso OVNI de España
El 22 de junio de 1976 miles de ciudadanos miraron al cielo y vieron lo imposible
La noche del 22 de junio de 1976, alrededor de las 22.30, cientos -probablemente miles- de personas repartidas por todo el archipiélago canario levantaron la vista al cielo ante un fenómeno luminoso tan insólito como persistente. Un punto que ascendía desde el horizonte y se expandía hasta formar una gran semiesfera, con halos de colores que parecían “inflarse” y apagarse por fases. Aquella escena, visible desde Gran Canaria, Tenerife, La Palma y La Gomera, dio pie a un expediente del Ejército del Aire y convirtió la fecha en una de las más citadas de la historia ufológica española.
Un parte naval encendió la mecha informativa
El primer aviso oficial aquella noche no llegó desde tierra, sino desde el mar. La corbeta Atrevida, de la Armada española, que navegaba paralela a la costa de Fuerteventura, informó de “una luz blanca” que tomó altura, quedó aparentemente fija y generó un halo circular azulado antes de fragmentarse y desvanecerse. El relato de la tripulación, recogido después en el sumario militar, encajó con lo que ya veían numerosos testigos en tierra.
El testimonio que hizo historia: los "gigantes" de Gáldar
Entre los relatos populares más repetidos figura el del doctor Francisco Julio Padrón, que aseguró haber observado, desde la carretera entre Agaete y Gáldar (Gran Canaria), una esfera azulada de gran tamaño suspendida a baja altura. En su interior dijo distinguir dos figuras antropomorfas, vestidas de rojo, manipulando una especie de consola. Aquel testimonio -difundido por la prensa de la época y muy discutido desde entonces- quedó ligado para siempre al apodo del caso: “el ovni de Gáldar”. El sumario militar, aun reconociendo un FANI (Fenómeno Aéreo No Identificado), no acreditó eco de radar ni naturaleza física del objeto.
El expediente 760622 del Mando Aéreo sobre lo ocurrido esa noche permaneció años clasificado. En 1991 el Ministerio de Defensa inició la desclasificación de sus “expedientes OVNI” y, ya en 2016, digitalizó 80 de ellos -incluyendo los de Canarias- en la Biblioteca Virtual de Defensa, facilitando el acceso público a informes, croquis, declaraciones y recortes de prensa.
¿Ovni o misil? Lo que apuntan las investigaciones
Con el paso del tiempo, varias investigaciones científicas y de historia aeroespacial han propuesto una explicación terrestre: pruebas de misiles balísticos Poseidón lanzados desde un submarino de la US Navy al oeste de Canarias. Los análisis sitúan el fenómeno a cientos de kilómetros, a gran altura y todavía iluminado por el Sol bajo el horizonte, lo que explicaría la apariencia de “campana” o “semiesfera” y su larga duración. Trabajos divulgativos y técnicos -que citan bases de datos de lanzamientos y cálculos de trayectoria- vinculan específicamente aquella noche de junio a dos disparos compatibles con el patrón observado desde las islas.
Un caso dentro de una noche de "series" raras en el Atlántico
La del 22 de junio no fue una noche aislada. Entre 1974 y 1979 se documentaronvarios episodios de halos y esferas luminosas sobre el entorno canario, con descripciones casi calcadas (ascensos rápidos, expansiones en forma de “campana”, multicolores, visibilidad prolongada). El 5 de marzo de 1979, por ejemplo, se tomaron numerosas fotografías de un fenómeno parecido, hoy también reinterpretado a la luz de pruebas balísticas en el Atlántico.
Casi medio siglo después, el “ovni de Canarias” sigue siendo doble noticia. Por un lado, el hecho objetivo de una gran observación colectiva documentada por la Armada y el Ejército del Aire; por otro, el debate entre el relato popular -alimentado por testimonios como el del médico de Gáldar- y la hipótesis balística apoyada en cronologías y física de la alta atmósfera. La apertura de los archivos de Defensa y su difusión digital han permitido a la ciudadanía revisar el caso con fuentes primarias, pero también han demostrado la potencia de un buen misterio para arraigar en la memoria de un territorio.