Rincones mágicos
La cueva encajada entre acantilados donde puedes comer y ver el atardecer en Cantabria
Se trata de uno de los lugares más bonitos para disfrutar del atardecer
Con la llegada del verano, Cantabria está aún más bonita que nunca: playas salvajes, rutas tranquilas y paisajes que parecen sacados de una postal te están esperando para disfrutar de un verano en el norte. Pero entre los senderos menos transitados y menos conocidos también hay sorpresas. Hoy te descubrimos una pequeña joya junto al mar que muchos aún no han descubierto: una ruta que parte de la playa de Galizano y conduce hasta una sorprendente cueva encajada entre los acantilados.
Es una excursión ideal para una tarde de verano, sin exigencias físicas y con una recompensa final inolvidable. El punto de partida es el aparcamiento de la playa de Galizano, donde el caminante comienza a adentrarse en un entorno rural que pronto se transforma en puro litoral. El camino, escoltado por vegetación autóctona y con tramos que cruzan pequeños puentes y fincas, va poco a poco revelando la silueta del mar Cantábrico en su forma más brava y hermosa.
Uno de los puntos más llamativos del recorrido es el paso entre las impresionantes formaciones rocosas que estrechan el sendero y casi lo abrazan. Es aquí donde el paisaje se vuelve cinematográfico: los acantilados, la fuerza del oleaje y el cielo abierto hacen que cada paso se sienta como una escena pensada para quedarse en la memoria.
Al final del trayecto aparece la cueva de Cucabrera, un espacio natural excavado por el tiempo donde la piedra forma una mesa perfecta para sentarse a descansar o incluso para comer un bocadillo. Desde allí, con el horizonte al frente y las olas a los pies, puedes disfrutar de un almuerzo improvisado, una merienda familiar o simplemente contemplar la caída del sol mientras pinta los acantilados de tonos dorados. Este es sin duda, uno de los lugares más especiales en los que podrás disfrutar de una atardecer.
Un plan sencillo que se ha convertido en una opción perfecta para quienes buscan algo distinto este verano. Sin aglomeraciones ni artificios, solo naturaleza en estado puro y la magia de un lugar que parece hecho para desconectar. Y aquí al lado, en Cantabria.