¿Cuál es el origen de las cadenas que cuelgan de la fachada del convento de San Juan de los Reyes de Toledo?
Aun hoy en día, podemos observar alrededor de 200 cadenas cuyo origen se puede rastrear hasta el siglo XV
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En el barrio de la judería de Toledo, concretamente, en la calle de las Bulas, podemos encontrar una casa de estilo mudéjar-plateresco cuya construcción se remonta, al menos, al siglo XV. En la fachada de este edificio, en la que un día alojó el “Museo de Arte Contemporáneo” de Toledo, podemos observar unas recias cadenas colgantes, recuerdo del más legendario de sus propietarios.
Según se cuenta, la casa de las cadenas perteneció a un judío converso que se había ganado la reputación de ser el más hábil de los herreros de la ciudad (y no es poco decir). En los últimos meses de la Reconquista, cuando los Ejércitos de la Reina Isabel avanzaban sobre las tierras moras de Granada, la producción de la casa del converso no se detuvo. No había un momento de silencio y tranquilidad. El fuego de la forja y el sonido de los impactos del martillo eran constantes, incluso por la noche.
Las tropas cristianas seguían ganando terreno y, poco a poco, fueron regresando a la ciudad los cristianos que habían sido cautivos, prisioneros y esclavos en el reino nazarí. Uno de ellos trajo consigo las cadenas que le habían mantenido sujeto durante todo ese tiempo y, cuando se las mostró a los vecinos de la ciudad en la Plaza de Zocodover, estos pudieron identificar claramente el sello y el trabajo del herrero converso; quien, al parecer, llevaba todo ese tiempo proveyendo de cadenas y otros instrumentos de metal al enemigo.
No se sabe qué fue de él. Por no saberse… no se sabe siquiera si esta historia es historia o leyenda… o si finalmente fue ajusticiado, si escapó de la venganza de los cristianos liberados, etc. Lo que sí que se conoce es que muchas de las cadenas de los cristianos cautivos de aquella época regresaron a Toledo y, que muchas de ellas, todavía hoy cuelgan de la fachada del convento de San Juan de los Reyes.
El convento de San Juan de los Reyes, ubicado en Toledo, es un impresionante monumento de gran valor histórico. Fue edificado para conmemorar la victoria de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, sobre el rey Alfonso V de Portugal en la conocida batalla de Toro. Originalmente, se contempló este convento como el lugar de descanso final para los monarcas, sin embargo, la ciudad de Granada, con su gran simbolismo, fue finalmente la elegida para albergar sus tumbas.
En el acceso principal a la iglesia del convento, que fue diseñado por Covarrubias, se pueden observar alrededor de 200 cadenas, aunque inicialmente podrían haber sido muchas más. Según la tradición, estas cadenas son las que llevaban los cautivos cristianos que fueron rescatados en las batallas de Málaga y Almería (1485-86). Y que fueron llevadas a los muros del convento como recuerdo y agradecimiento a su Reina Isabel.
Una investigación llevada a cabo por Pablo Ortego Rico, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Málaga, ha confirmado que la "leyenda" de las cadenas de San Juan de los Reyes es verdadera. En su estudio, publicado en la revista de la Universidad Complutense "En la España Medieval. 2023, Vol. 46, p253-287. 35p.", evidencia un documento guardado en el Archivo General de Simancas que detalla que, en 1485, el tesorero de la corte de Castilla, Ruy López de Toledo, pagó 181.160 maravedíes para trasladar los hierros de los cautivos de Ronda al convento de San Juan de los Reyes.
Los cautivos, que habían sido prisioneros en Ronda, fueron liberados el 22 de mayo de 1485 tras un largo asedio de las tropas del marqués de Cádiz, Don Pedro Enríquez, "adelantado de Andalucía". Es probable que estos cautivos trabajaran en duras condiciones en una mina de agua. La noria de esta mina no podía ser operada por animales debido al limitado espacio disponible, lo que indica que se utilizó mano de obra esclava. La liberación de estos esclavos cristianos marcó un hito importante que los Reyes Católicos, hasta el punto de que decidieron convertir sus cadenas en un símbolo de su cruzada sobre los reinos musulmanes.