Este es el sorprendente pueblo más antiguo de Toledo

Castilla-La Mancha cuenta con una gran riqueza arqueológica debido a las numerosas culturas que han dejado su legado en la región a lo largo de la historia.

Las primeras culturas que se asentaron en territorio castellanomanchego fueron los íberos y celtíberos en el siglo IV antes de Cristo, dos siglos después llegaron los romanos y durante la decadencia del imperio romano aterrizaron los germánicos y los visigodos que se enamoraron de Toledo y la establecieron como capital política y religiosa.

Más adelante, gran parte de la comunidad perteneció a la taifa árabe de Toledo que tres siglos más tarde fue recuperado por el ejército cristiano y anexionado al reino de Castilla.

Así mismo señalar que por ejemplo la ciudad de Cuenca se fundó en el año 1177 de la mano de Alfonso VII o Ciudad Real que fue fundada por Alfonso X en el 1255.

Todo este bagaje histórico alrededor de la región castellanomanchega queda palpable en algunos pueblos de la misma donde se albergan un enorme patrimonio cultural como es el caso de Almagro, Sigüenza, Alcalá del Júcar, Campo de Criptana, entre otros.

En la provincia de Toledo existe un municipio de más de 2.500 habitantes situado a 65 kilómetros de la ciudad imperial que está considerado el más antiguo de toda provincia y que posee un yacimiento arqueológico prehistórico.

El nombre de este municipio toledano tiene su origen en la llamada tierra "colorada" de su paisaje y en haber pertenecido a la Orden de Santiago. Concretamente, en el año 1204, el maestre de la Orden de Santiago, Fernán González de Marañón, fundó Villarrubia de Santiago.

Villarubia de Santiago albergó a los poblados íberos, romanos y árabes y durante la Edad Media llegó a ser una ciudad importante en el reino de Toledo. El pueblo más antiguo de la región alberga una gran variedad de lugares, monumentos y restos arqueológicos.

Destaca entre todos ellos, el yacimiento arqueológico del Hoyo de la Serna que fue hallado durante la construcción de la autovía A-40. Un hallazgo muy poco común en cuanto a yacimientos de la Edad del Hierro en el centro de la Península Ibérica ya que durante los sondeos se pudo comprobar la existencia de productos de la IIª Edad del Hierro en Castilla-La Mancha como por ejemplo tinajillas con engobe rojo o naranja o cazuelas grises con labios engrosados el interior.

Esta peculiar cueva pertenece a un conjunto de 511 galerías que recorren el subsuelo de la localidad toledana y se encuentra en la Plaza de la Libertad. Se accede a ella por un largo pasillo con arcos sustentados por tres pilares de piedra tallada de corte neoclásico.

Al final del mencionado pasillo se encuentra una impresionante estancia llamada la 'Sala de las Columnas', un espacio circular con una columna central rodeado a su vez por otras diez. Sorprendentemente estas columnas no soportan ningún peso sino que tienen una función meramente decorativa.

Por otro lado, a 5 kilómetros de Villarrubia de Santiago y muy cerca de este yacimiento se ubica la ermita de la Virgen del Castellar donde cuenta la leyenda que bajo el altar existe una cueva que pudo ser un lugar de culto. En pleno Villarrubia de Santiago también puedes encontrar otros monumentos de gran importancia religiosa como su iglesia parroquial de San Bartolomé construida en el siglo XV de estilo renacentista, su torre de mampostería, el sillar y su retablo mayor tallado en madera y acabado en oro fino son una visita obligatoria.

Como dato curioso, Santa Teresa se olvido una maleta en este pueblo al peregrinar por tierras castellanas para fundar conventos. Por último, destacar los vinos de Villarrubia de Santiago galardonados con varias distinciones son otros de los motivos para conocer el pueblo más antiguo de la provincia de Toledo.