Agricultura

El campo, la prioridad

Las organizaciones agrarias amenazan con una tractorada. Exigen al Gobierno de Sánchez que atienda las demandas del sector. El presidente Fernández Mañueco facilitará la movilidad entre explotaciones con tuberculosis bovina

La Junta modificará la norma contra la tuberculosis bovina para facilitar la actividad de las explotaciones ganaderas
Fernández Mañueco (centro) en la reunión del grupo de trabajo sobre bienestar animal en SalamancaEUROPA PRESS31/01/2020larazonEUROPA PRESS

El campo vive momentos convulsos. Agricultores y ganaderos se encuentran al límite y esta semana están recrudeciendo sus protestas en las calles de las principales ciudades de Castilla y León. Y lo están haciendo también con tractores incluidos para cortar el tráfico y meter más presión, con el objetivo de reclamar precios justos a sus productos, advertir de las consecuencias de la subida del salario mínimo, reivindicar el campo como herramienta esencial para hacer frente al cambio climático, y mejorar la «escasa» rentabilidad que están consiguiendo en sus explotaciones, con más gastos que ingresos, y que está poniendo en peligro la continuidad de muchas de ellas.

Pero, mientras todo esto ocurre, y con amenazas de las organizaciones agrarias de una gran tractorada en no mucho tiempo si se no se atienden sus demandas, Castilla y León, de la mano del Gobierno que preside Fernández Mañueco y las organizaciones agrarias, ha dado un paso adelante, e importante, en la mejora de esta rentabilidad de las explotaciones agrarias, en este caso ganaderas, sometidas a una restrictiva normativa europea en materia de sanidad animal.

El jefe del Ejecutivo de esta Comunidad alcanzaba este viernes un acuerdo con las organizaciones agrarias, las asociaciones de ganado selecto y la Unión de Cooperativas de Castilla y León (Urcacyl) para «erradicar» de una vez por todas la tuberculosis bovina de las explotaciones.

¿Cómo? Pues según explicaba ayer el presidente de la Junta, modificando la Orden que regula la lucha contra esta enfermedad animal para facilitar la movilidad entre explotaciones ganaderas. Un cambio normativo que incluye acortar a dos meses los plazos de restricción o limitar el número de pruebas a realizar en los animales, aunque las que se hagan serán siempre con las máximas garantías sanitarias. «Con este acuerdo se demuestra nuestro apoyo sin fisuras al campo frente a todos los ataques está recibiendo», decía Fernández Mañueco, quien recordaba que ya durante la campaña electoral se comprometió a crear un grupo de trabajo, que también se incluye en este convenio.

El presidente destacaba también que en Castilla y León «se están haciendo las cosas bien», dialogando con los profesionales y afectados, y que en la tuberculosis bovina se ha reducido en dos tercios su afección en la última década, al pasar del 4,16 al 1,43 por ciento de las explotaciones.