Puente, sobre la cabalgata de Valladolid: “Se han sacado las cosas de madre”

“Valladolid cumplió la normativa en el recorrido de los Reyes Magos”. Así lo ha asegurado este jueves el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, tras la polémica suscitada con la Junta que no estaba de acuerdo con que se celebrara como estaba prevista y se llevó a cabo, en opinión del vicepresidente Igea.

Para el primer edil de la capital vallisoletana “las cosas se han sacado de madre” porque, a su juicio, las normas no lo prohíben o lo autorizan todo sino que “son interpretables o tienen lagunas”, y el Ayuntamiento encontró “la formula” para cumplir con la normativa.

”Nuestro objetivo era muy claro, era cumplir las normas y garantizar la seguridad de la ciudadanía, que es lo que hemos hecho con la Seminci, lo hemos hecho con el Concurso de Pinchos y lo haremos con Pingüinos”, ha subrayado ante los periodistas.

Puente ha precisado que la referida actividad no tuvo “ningún riesgo”, a diferencia de lo que pasó en otras ciudades, “eso es lo que el Ayuntamiento perseguía y eso es lo que el Ayuntamiento consiguió y lo hizo cumpliendo con la normativa” para que se pudiera disfrutar de un actividad segura, por lo que no esperan ninguna represalia.

Sobre la polémica con el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, ha manifestado que “aquí cada uno ha quedado retratado, pero no quiero profundizar más en este tema porque hay problemas más graves ahora mismo como para andar con estas historias a vueltas”.

El alcalde de Valladolid ha hecho estas declaraciones durante la presentación en rueda de prensa de las actividades del V Centenario de la Guerra de las Comunidades. Con dos recorridos por la zona centro y otros ocho que han transcurrido por los barrios, los Reyes Magos salieron el pasado martes a las calles de Valladolid sin anunciar la hora ni los itinerarios de cara a evitar agrupaciones en puntos concretos.

Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron la ciudad en una comitiva totalmente alejada a lo que es común en las cabalgatas, pues recorrieron las calles en carruajes de caballos, sin carrozas ni otros protagonistas en el desfile, respetando las normas de circulación y escoltados por la Policía Municipal, y sin tirar caramelos como es habitual.