Las distracciones al volante provocan la mitad de las 89 muertes registradas en las carreteras de Castilla y León

Las distracciones al volante volvieron a situarse como la primera causa de los accidentes mortales registrados en las carreteras de Castilla y León. De las 89 personas que murieron en la Comunidad en 2020, 42 lo hicieron por salidas de vía del vehículo en el que viajan, situación que en la mayoría de los casos está provocado por una distracción.

El pasado año, según confirmaron el delegado del Gobierno de España en la Comunidad, Javier Izquierdo, y la coordinadora de la Dirección General de Tráfico, Inmaculada Matías, se cerró con la cifra de fallecidos más baja de la historia, aunque este descenso hay que encuadrarlo en el contexto de la pandemia de la Covid-19 y de las limitaciones a la movilidad, que provocaron una caída de los desplazamientos de largo recorrido del 26 por ciento en la Comunidad, descenso que los fines de semana alcanzó el 37,1 por ciento y que afectó más a turismo y furgonetas (-30,9 por ciento) que a los vehículos pesados (-6 por ciento). Además, los mayores descensos en movilidad del año corresponde con abril y mayo, con caídas del 79 por ciento, y 65 por ciento, respectivamente.

A pesar del descenso de fallecidos, Javier Izquierdo afirmó que son cifras “inaceptables para la sociedad, porque sabemos que esas muertes y heridas graves son en su mayoría evitables y, por lo tanto, asumimos la obligación de evitarlas”.

Tras las salidas de vía, las colisiones fueron la segunda causa que estuvo detrás de los accidentes mortales, provocando el 40 fallecidos. Además, las víctimas mortales entre los llamados usuarios vulnerables -peatones, ciclistas y motoristas- se redujeron un 42 por ciento. Sólo hubo que lamenta la muerte de un ciclista, frente a los cinco de 2019, mientras que la  siniestralidad de los motoristas se redujo un 59 por ciento, con 9 fallecidos, 13 menos que en 2019. Por el contrario, entre los peatones fallecidos se registró una subida del 25 por ciento, con diez víctimas mortales 10 fallecidos registrados.

Por otra parte 2020 también se cerró con un descenso de la siniestralidad en carretera convencional. Un total de 72 personas fallecieron en accidentes de tráfico que tuvieron lugar en vías convencionales, siete menos que en 2019. A pesar del descenso, este tipo de vía sigue siendo la más peligrosa y donde mayor número de víctimas mortales se registran (81 por ciento del total de los fallecidos). Mientras tanto, en las vías de alta capacidad fallecieron 17 personas , la misma cifra de 2019. Los muertos en estas vías suponen el 19 por ciento del total de fallecidos.

Por edad, los mayores descensos se registran en los grupos de edad de 15 a 24 (de 11 a 4 fallecidos, -64 por ciento) y 45 a 54 años (de 20 a14 fallecidos, -30 por ciento). Además, el 15 por ciento de los fallecidos en turismos y furgonetas no usaban el cinturón de seguridad.

Provincias

Por provincias, el comportamiento fue desigual con respecto a 2019. Burgos lideró las subidas con siete víctimas mortales más hasta las 16, mientras que también se registraron incrementos en Salamanca, que pasó de 12 a 18 y en Segovia (+4), hasta diez fallecidos. En Soria no se registraron variaciones y las carreteras volvieron a cobrarse la vida de seis personas. Por el contrario, el mayor descenso de registró en Valladolid, con un 57,14 por ciento, hasta las 6 víctimas, por delante de Zamora, con un 45,4 5 por ciento (6); León, con un 36 por ciento (16); Palencia, con un 16,67 por ciento (5), y Ávila, con un -14,29 por ciento (6).

Sanciones

Por otra parte, el jefe del Sector de Tráfico de la Guardia Civil, el teniente coronel Francisco Iturralde, indicó que durante 2020 fueron impuestas 163.473 denuncias en la carreteras de la Comunidad, de las que la mitad correspondieron a exceso de velocidad. Además, también abrió 1.600 diligencias penales por delitos contra la seguridad vial, unas 600 por conducir sin licencia.

Por último, en 2020 el parque de vehículos de Castilla y León aumentado un 1 por ciento, llegando a los 1,8 millones de vehículos, y el censo de conductores se redujo en la misma proporción, quedando en 1,4 millones de conductores.