Droga

Así es el cargamento de cocaína que llegó por equivocación a una empresa de Valladolid

Estaban distribuidos en 378 paquetes con forma de ladrillo y diferentes tipos de embalaje

Hace poco más de una semana Valladolid saltaba a los primeras páginas de los medios de comunicación por la incautación de casi 400 kilogramos de droga que llegó por equivocación a empresa alimentaria del Polígono de San Cristóbal de Valladolid.

Este viernes 9 de julio fuentes de la Policía Nacional han ofrecido información de ese cargamento de cocaína. Al respecto han señalado que el cargamento fue enviado por error de los traficantes a una empresa alimentaria de Valladolid y que, procedente de Brasil, había entrado en España por el puerto de Valencia.

Asimismo, han señalado la droga viajaba oculta entre la carga oficial y fue detectada en su destino final del Polígono de San Cristóbal en Valladolid, aunque la empresa vallisoletana receptora de la mercancía enviada por error desconocía la existencia de la cocaína camuflada.

La intervención se produjo en la mañana del pasado 28 de junio cuando una empresa alimentaria de Valladolid recibió un pedido procedente de Brasil y al descargarlo, se percataron que entre la mercancía comprada, se entremezclaban unos sacos completamente diferentes, no solo por su apariencia física sino también porque al tacto se percibía que contenían bloques en su interior.

Por este motivo desde la compañía se pusieron en contacto con el agente aduanero de la misma, el cual se personó en el lugar y pudo comprobar que determinados sacos eran claramente distintos al resto e incluso en el interior del contenedor había una réplica del sello del precinto que debería cerrar y asegurar la integridad de la carga.

La mercancía ilegal a tales efectos se constituyó un equipo conjunto de investigadores compuesto por funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y del Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional. Este equipo realizó las actuaciones operativas que determinaron la aprehensión de treinta y dos sospechosos con una apariencia externa distinta al resto, no figurando el nombre de la empresa exportadora del producto y mostrando un tipo de cierre distinto al habitual.

Cada uno de esos sacos contenía entre diez y quince paquetes de aproximadamente un kilogramo cada uno con una sustancia blanca pulverulenta que dio positivo al test de cocaína.

Modus operandi “Gancho Ciego”

Los investigadores determinaron que, en estos casos, la organización criminal aprovecha los contenedores que trasladan mercancía legal entre Sudamérica y Europa para introducir, sin conocimiento de las empresas importadora y exportadora, cierta cantidad de sustancia estupefaciente camuflada entre la carga legal.

Estos envíos suelen realizarse en contenedores de gran tamaño, precintados con sellos tanto en el puerto del origen como en el de destino. Sin embargo, en cada transporte intervienen múltiples empresas y subcontratas, tanto en el desplazamiento en origen desde la empresa inicial hasta el puerto de embarque, como en la llegada desde el puerto de desembarque hasta el lugar de destino final.

En alguno de esos puntos, la organización criminal cuenta con empleados que intervienen en los desplazamientos, ocultando en el origen la cocaína entre la mercancía legal, y comunicando a los responsables de la organización en el lugar de destino el número de contenedor, el barco en el que viaja y la fecha de llegada.

En condiciones normales, la organización aprovecha el desembarco o el desplazamiento a la empresa compradora, para extraer del contenedor la cocaína oculta, cerrar nuevamente y dirigirlo a su destino natural. De esta forma la empresa recibe su mercancía desconociendo que ha sido utilizada para esconder cierta cantidad de droga.

De ahí viene el nombre en el argot policial de gancho ciego, por el propio desconocimiento de la empresa receptora. En este caso la principal línea de investigación se centra en que la organización criminal asentada en España no ha podido extraer la carga que se encontraba en el contenedor, por lo que éste ha seguido su ruta normal hasta llegar al destino, con la consiguiente sorpresa para la empresa receptora. Se continúan realizando gestiones para el esclarecimiento de los hechos y las investigaciones oportunas practicadas serán remitidas a la autoridad judicial.