Historia
Corría el año 1307 cuando decenas de caballeros templarios eran detenidos por el ejército de Felipe IV, el Hermoso. Con la complicidad del papa Clemente V se les acusa de adorar al diablo y practicar la sodomía. La realidad, es que a lo largo de sus 200 años de historia habían atesorado un poder inigualable, al igual que múltiples riquezas, que codiciaban los monarcas.
Fue fundada en 1118 o 1119 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payns, con el propósito de proteger la vida los cristianos que peregrinaban a Jerusalén, Con el beneplácito de la Iglesia Católica, inmediatamente creción tanto en tamaño como poder o riqueza, teniendo como distintivo un manto blanco con una cruz roja sobre él. A lo largo de sus casi 200 años de existencia crearon una serie de fortificaciones por toda Europa, que también llegaron a España.
Su éxito también está vinculado a las cruzadas pero la pérdida de la Tierra Santa hizo que perdieran muchos apoyos. En 1307 muchos de ellos eran detenidos y quemados en la hoguera y cinco años después se disolvía la orden, y daba la bienvenida a especulaciones y leyendas en torno a esta orden que hoy en día continúan.
Pero son a día de hoy numerosos los vestigios que dejaron los templarios en tierras castellano y leonesas, sobre todo en la localidad leonesa de Ponferrada y sus cercanías.
León
En la Edad Media, el castillo de Ponferrada fue una de las mayores fortalezas del noroeste de España. En 1211 Alfonso IX hacía las paces con la Orden del Temple y le donaba la villa de Ponferrada. En el año 1226 los templarios ya habían fortificado la villa. Durante el reinado de Fernando IV se produjo en Francia el juicio contra los templarios, que ocasionó la disolución de la Orden. Para evitar la consiguiente confiscación de Ponferrada, el maestre leonés del Temple, Rodrigo Yánez, entregó la villa al infante don Felipe, hermano del rey. Hoy, tras múltiples reformas es el atractivo más visitado de la localidad y cada año se celebra la Noche Templaria, un espectáculo digno de ver.
En la Basílica de la Encina se halla la talla de la Virgen traída de Tierra Santa por el Santo Toribio, obispo de Astorga, hubo de ser escondida con el fin de preservarla de las invasiones musulmanas, según cuentan las leyendas. El rastro de la imagen se perdió y siglos después, los templarios encontraron la talla oculta en el interior de una encina mientras se aprovisionaban de madera.
Y otro lugar emblemático vinculado con los templarios son la Médulas, un enclave paisajístico sin igual en España y del que se dice que se especula con la posibilidad que la orden del Temple explotara también sus minas de oro, al quedar bajo su jurisdicción, y de ahí su inigualable riqueza.
Los Templarios también tomaron la posesión de Ulver, acreditada por una escritura del Cartulario de San Pedro de Montes del año 1228: “Tenente Ulver Freyres del Templo”, actual castillo de Cornatel, también en la provincia leonesa. Estos permanecerían en la fortaleza hasta 1312, con la desaparición de dicha orden.
Zamora
Por las tierras de Aliste también se tiene evidencia de la presencia de moradores templarios, en especial en el castillo de Alba de Aliste, actualmente en ruinas, donde permanecieron 92 años, siendo el rey Alfonso IX de León quien cedió a la orden su control, aunque ya lo habían habitado años antes.
Segovia
En Segovia nos hallamos con la Iglesia de la Vera Cruz, cuya construcción ha sido tradicionalmente atribuida a los Templarios, pero actualmente se cree que fue la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén la que realizó su construcción y que dependió, como encomienda, de la colegiata de Toro (Zamora). Su templo fue dedicadoen 1208, tal y como atestigua la lápida que se halla frente a la puerta lateral en el templete que narra.
Soria
En la orilla izquierda del río Duero, nos encontramos el monasterio de San Polo, lugar de implantación de un asentamiento templario. Un templo de finales del siglo XII y que estuvo habitado hasta 1.312, cuando la orden fue suprimida, pasando a propiedad del Rey y posteriormente a la nobleza de la zona.
Y diversas teorías consideran que la ermita de San Bartolomé de Ucero (pleno cañón del Río LObos) fue la sede del convento y sede templaria de San Juan de Otero, dentro del obispado de Osma. Se tienen muy pocas referencias de esta encomienda del Temple. Sus bienes pasaron a la canónica de la catedral de Osma una vez se había suprimido la orden.