Sanidad
Casi siete de cada diez enfermeras han sufrido alguna agresión física o verbal en pandemia
La relaciones entre los profesionales de este ámbito sanitario y los pacientes ha empeorado en estos dos últimos años, según revela un informe del sindicato Satse
La pandemia ha provocado una gran tensión asistencial en los hospitales y residencias, por la carga de trabajo y el peligro de un virus que aún hoy sigue circulando. Pero, también, ha generado muchos nervios y tensiones entre los pacientes y familiares de enfermos por no poder hacer nada en los peores momentos de la covid, lo que ha provocado, según el sindicato de Enfermería Satse, un empeoramiento de las relaciones entre estos profesionales sanitarios y los pacientes o familiares.
De hecho, un informe de este sindicato revela que ocho de cada diez enfermeros ha sido agredido en Castilla y León en un hospital o en un centro residencial en los dos últimos años, la mitad de ellos hasta en cinco ocasiones y un 13 por ciento más de diez veces, algo que para el 79 por ciento de los consultados significa que ha empeorado la situación laboral en este sentido en estos dos años de crisis sanitaria.
Estos datos figuran en una encuesta realizada por Satse en marzo de 2022 a un total de 7.359 enfermeras y enfermeros de todas las comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, para hacer una “radiografía” actualizada sobre el que consideran como “grave problema de violencia en el ámbito sanitario que se sufre en el conjunto del Estado”.
El mayor porcentaje de enfermeras y enfermeros agredidos se ha registrado en los servicios hospitalarios, ya que hasta en el 56,60 por ciento de los profesionales que trabajan en este ámbito asistencial aseguran haber sido víctimas de una o más situaciones de violencia hacia su persona.
Al preguntar por el tipo de agresión sufrida, y teniendo en cuenta que un tipo de agresión no excluye a otra, y que una misma persona puede sufrir distintos tipos de agresiones, incluso dentro de un mismo acto de violencia, se constata que, mayoritariamente, son los insultos (76,66 por ciento) y las amenazas (71,85 por ciento)las formas más frecuentes de agresión, seguidas de las vejaciones (22,68 por ciento).
En lo referido a las agresiones físicas, éstas las han sufrido el 17,55 por ciento de las personas encuestadas y han ido en aumento en los últimos años, según el sindicato. Además, un 62,27 por ciento de los encuestados en esta Comunidad afirma que no ha notificado la agresión en su centro de trabajo ni la ha denunciado ante la Policía.
De entre ellos, el 53,74 por ciento ha apuntado que no lo ha hecho porque piensa que no va a servir de nada, mientras que el 66,27 por ciento ha asegurado que no ha recibido apoyo de la entidad empleadora en la agresión sufrida en Castilla y León.
“Son datos muy graves y alarmantes, que deberían hacer actuar de manera conjunta, coordinada y eficaz a todas las administraciones públicas y empresas sanitarias privadas, teniendo como referente una Ley estatal que luche contra esta grave lacra que afecta especialmente al colectivo de enfermeras y enfermeros por su relación más estrecha y cercana con el paciente y sus familiares”, advierten desde el sindicato.
✕
Accede a tu cuenta para comentar