Niños jugando en el Colegio Rural Agrupado Los Llanos

CRA Los Llanos: proyecto piloto de un mundo igualitario

Este Colegio Rural Agrupado situado en la localidad segoviana de Valverde del Majano se ha propuesto “acelerar” el camino hacia la igualdad

Entrar en el Colegio Rural Agrupado Los Llanos, en la localidad segoviana de Valverde del Majano, es como llegar a un colegio del futuro; no porque los profesores hayan sido sustituidos por robots y las pizarras por hologramas, sino porque los niños de ambos sexos juegan juntos a las mismas cosas y todo el alumnado tiene también a mujeres entre sus referentes.

A raíz de un cambio en la dirección del centro este curso, el colegio se ha propuesto acelerar el camino hacia la igualdad entre sus alumnos a través de diversos proyectos con los que ha acabado con la separación de espacios y actividades entre niñas y niños en el patio y llenado el centro y el currículo de imágenes de mujeres históricamente invisibilizadas.

Los Llanos es un colegio rural agrupado con su sede en la localidad segoviana de Valverde del Majano en la que estudian 417 alumnos de entre tres y doce años, 241 chicos y 176 chicas residentes de este municipio y otros cinco, que suman menos de 5.000 habitantes.

Este curso el cole estrena equipo directivo, encabezado por las hermanas Paloma (directora) y María (jefa de estudios) Iglesias, dos educadoras que en apenas ocho meses han revolucionado el centro hasta convertirlo en un oasis de igualdad.

”Lo que queremos es transformar todos los espacios que hay en el centro para que sean recursos educativos. En el patio, había una hegemonía del fútbol y pensamos que había que conquistar el espacio para el resto de alumnos que están en el centro y que también tienen derecho a ocupar esas zonas”, explica Paloma Iglesias en declaraciones recogidas por Efe.

Ellas mismas observaron que, si un patio se deja “al azar”, lo más probable es que los niños cojan un balón y jueguen juntos al fútbol y las niñas queden relegadas a los espacios restantes, más pequeños y con actividades más pasivas, sin hacer uso apenas de los materiales.

Lo que hicieron fue implementar los llamados “patios violetas”, al ampliar la oferta de juegos con un abanico mayor de posibilidades y con materiales que no tienen sesgo de género, como construcciones, juegos de mesa, neumáticos, circuitos para triciclos, cajas de plástico, pizarras para dibujar o rayuelas, de forma que niños y niñas han empezado a jugar juntos.

”Incluso muchos niños que eran del fútbol, han agradecido tener más oferta y conocer otro tipo de juegos porque ellos también se sentían un poco encasillados”, ha relatado en otra entrevista Sara Paredes, tutora de segundo de primaria, que también ha señalado que con el nuevo modelo se han reducido drásticamente el número de conflictos entre el alumnado.

Esto también tiene un impacto más allá del horario escolar, según señala Paloma Iglesias: “En el colegio pasan muchísimas horas y es donde aprenden a relacionarse socialmente. Si no rompes estas dinámicas e intervienes para que tengan relaciones igualitarias, cuando salen lo reproducen fuera”, apunta la directora.

Pequeños cambios que en el futuro tendrán un impacto gigante: “Cuando se relacionan como iguales, a nivel laboral luego también ven a las mujeres como iguales. Durante muchos años, no se ha visto a las mujeres capaces de hacer ciertos tipos de trabajo porque no se las veía como iguales a los hombres, o con las mismas capacidades”, explica María Iglesias, la jefa de estudios.

También este curso el centro ha culminado un segundo proyecto con el que se han llenado las paredes y puertas del centro educativo con imágenes de mujeres referentes en diversos ámbitos: La poeta segoviana Elvira Sastre en la Biblioteca, la exjugadora de baloncesto Amaya Valdemoro en el almacén de Educación Física o la actriz Leonor Watling en el Salón de Actos.

La cantante Rosana preside el aula de música, la científica Elena García Armada, la sala STEM; la pintora Elena Gual, el aula de Artes; la bioquímica Margarita Salas, la sala de profesores; la jueza María Luisa Segoviano Astaburuaga el despacho de la jefatura de Estudios y la presidenta de Microsoft en España, Pilar López Álvarez, la Secretaría, entre otros muchos ejemplos.

”Esto nace de una reflexión conjunta que hicimos desde el equipo docente, de que en los libros de texto siempre se da más visibilidad a los hombre que a las mujeres”, comenta Paloma Iglesias, cuyo puerta del despacho sea quizá la más importante. No porque sea la de dirección, sino porque su diseño es el que da sentido a todo el proyecto: En ella hay un espejo en el que alumnas y alumnos se pueden ver reflejados, y las palabras “Y tú serás lo que quieras ser”.

Niños jugando en el Colegio Rural Agrupado Los Llanos
Niños jugando en el Colegio Rural Agrupado Los LlanosPABLO MARTINAgencia EFE

Recurso educativo

Además de la cuestión de la visibilidad, este proyecto ofrece “posibilidades infinitas” como recurso educativo: “Nosotros en segundo acabamos de dar el universo y, normalmente, si preguntas a los alumnos, todos conocen a Neil Armstrong pero a Valentina Tereshkova no la conoce nadie… pues para mis alumnos son igual de famosos ambos… incluso un poco más Valentina”, comenta, orgullosa, Sara Paredes.

Estos dos proyectos solo dos ejemplos de las iniciativas llevadas a cabo en este sentido por el colegio, ya que la perspectiva de género lo impregna todo, hasta la señalización de los recorridos del protocolo covid para salir y entrar del edificio, que está formada por flechas con estampados de obras de arte realizadas por artistas de ambos sexos, en un cincuenta por ciento.

El centro participa en el desafío de robótica First Lego League y para animar a más chicas a participar y así conseguir equipos paritarios, el centro organizó entrevistas y charlas por parte de ingenieras que trabajan en el mundo de la Moto GP y la Fórmula 1 y funcionó: Ahora ellas son mayoría entre las voluntarias.

Además de los conocimientos, la sensibilidad y la pasión del equipo directivo y los docentes, esta transformación ha sido posible gracias a algunos materiales donados por las familias y la colaboración de la Diputación Provincial de Segovia, que una vez se le dio a conocer los proyectos, destinó para ellos 3.000 euros.

La institución también ha participado con sesiones de formación en igualdad a los profesores en las que se ha tratado, entre otros temas, técnicas de prevención de la violencia de género a edades tempranas, mediante, por ejemplo, el trabajo del autoconcepto y la autoestima en las niñas.

También el centro ha recibido para los proyectos parte de los fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género que gestionan los ayuntamientos de Valverde del Majano, Hontanares de Eresma y Abades, que se han mostrado muy favorables a la iniciativa.