Sociedad
Los Caballeros Cubicularios de Zamora asisten al Capítulo de San Hermenegildo
Su mayordomo-presidente, Francisco Javier García-Faria del Corral, participa, en la Basílica del Escorial, en el acto presidido por el Rey
La Real Muy Antigua e Ilustre Cofradía de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano asistió al Capítulo de San Hermenegildo. El mayordomo-presidente de la hermandad zamorana, Francisco Javier García-Faria del Corral, junto a otros caballeros participaron, en la Basílica del Real Monasterio de El Escorial, en el acto presidido por Felipe VI.
García-Faria del Corral aseguró que es un “orgullo” poder representar a los Caballeros Cubicularios de Zamora en un acto tan importante de una institución fundada en 1814 por el Rey Fernando VII.
La jornada arrancó en la Lonja Principal, tras rendirse honores al Estandarte, portado por un Caballero Gran Cruz y escoltado por tres Caballeros/Damas Placa de la Orden, provistos de sable. Concluida la celebración el Gran Canciller de la Orden recibió al Rey, que pasó revista a las fuerzas que le rinden honores, y saludar a las autoridades civiles y militares.
Después se llevó a cabo el acto de ascenso e ingresos en la Orden. Felipe VI impuso las condecoraciones correspondientes a los Caballeros y Damas ascendidos e ingresados en la institución.
También se desarrolló un homenaje a los que dieron su vida por España, el Cortejo Real, unos actos en la Basílica, un cortejo capitular y la reunión del Capítulo.
Por último el acto social se celebró en el Patio del Real Monasterio, en el que participaron todos los asistentes, y al que asistió Felipe VI, una vez finalizada la reunión del Capítulo
Se trata del órgano superior de gobierno de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo. Se reúne en sesión ordinaria cada dos años y lo preside el Rey. Lo integran los miembros de la Asamblea Permanente y 52 Caballeros y Damas de las distintas categorías de la Orden, siendo asistido por la Comisión Ejecutiva.
Da a conocer los asuntos que le son sometidos por iniciativa del Soberano o a propuesta de la Asamblea Permanente y adopta sus acuerdos por mayoría simple, en votación secreta.
La Real y Militar Orden de San Hermenegildo nació con el objetivo de demostrar, de un modo especial, que no se trataba de una condecoración más de aquellas que en turbulentas épocas se prodigaron, sino darle un carácter de verdadera Orden de Caballería, de la que formasen parte aquellos dignos oficiales que con la renuncia de sus propias conveniencias y libertades dedicasen lo mejor de su vida al servicio de los ejércitos y la Armada, y contribuyendo con su lealtad, constancia y honor al orden y prestigio de las armas.
Además, según cuentan las textos de su constitución “a semejanza de las órdenes históricas de Caballería, y para su mayor esplendor, se requería ponerla bajo la advocación de un Santo con la exigencia, al ser Real y Militar Orden, de que debía recaer en alguien que hubiera reinado en España o a quien haya debido la Religión Católica su engrandecimiento”.
“El Rey, visto el parecer de su Consejo de Guerra y Marina, dispuso que ese Santo fuese San Hermenegildo al concurrir en él haber sido Rey de Sevilla y mártir por defender la fe católica”, añaden.
La Real y Militar Orden de San Hermenegildo tiene por finalidad recompensar y distinguir a los oficiales generales, oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de la Guardia Civil por su constancia en el servicio e intachable conducta, a tenor de lo que establece las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas.
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