Medio Ambiente
El monasterio de Santo Domingo de Silos se encuentra a salvo de las llamas
El incendio de Quintanilla del Coco (Burgos) permanece “técnicamente estabilizado” tras provocar la evacuación de cinco municipios
El monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos, joya del arte románico español fechada en los siglos XI y XII, se encuentra a salvo de las llamas del incendio declarado este domingo por la tarde en Quintanilla del Coco (Burgos), ya estabilizado “pero no controlado”.
Tanto el monasterio de Silos, cuna en España del canto gregoriano que aún mantienen sus monjes, como la secuoya gigante situada detrás del cenobio y el convento de San Francisco, “se encuentran intactos” pero “se han producido daños materiales importantes”, ha explicado este lunes el delegado territorial en Burgos, Roberto Saiz.
El incendio forestal de Quintanilla del Coco, en la provincia de Burgos, continúa activo en estos momentos. El fuego se puede dar a esta hora por “técnicamente estabilizado”, aunque “no por controlado”, según matizó el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en la provincia burgalesa, Roberto Saiz Alonso, quien ofreció la última hora de los trabajos de extinción este lunes desde el polideportivo de Salas de los Infantes, donde permanecen parte de las personas evacuadas.
Los vecinos de tres de los seis pueblos evacuados este domingo por el incendio de Quintanilla del Coco, en Burgos, que continúa activo y en nivel 2, podrán previsiblemente volver a sus casas en las próximas horas gracias a la labor del operativo de lucha contra incendios forestales de Castilla y León (INFOCAL). En concreto, se trata de los habitantes de Hacinas, Carazo y Villanueva del Carazo. Las localidades de Quintanilla del Coco, Santibáñez del Val y Santo Domingo de Silos continuarán desalojadas, y sus residentes desplazados seguirán siendo atendidos por personal de la Agencia de Protección Civil de Castilla y León y la Cruz Roja en el cercano municipio de Salas de los Infantes.
Las labores durante todo el día de ayer fueron “extremadamente dificultosas”, según explicó el delegado, ya que el viento impidió un “ataque directo” al fuego y hasta las últimas horas de la tarde. “Lo que hicimos fue asegurar poblaciones, incluidas cinco evacuaciones, que han conllevado a la atención de entre 500 y 600 personas, cifra aún por determinar, porque hay que unir una abundante población de hecho, dadas las fechas veraniegas”, añadió Saiz Alonso.
Así, un total de siete buldócer empezaron anoche una labor de perimetración que ha permitido “estabilizar” el incendio y los trabajos se centran ahora en sus estabilización. “Tenemos cinco sectores, cada uno determinado por una serie de equipos y su responsable, todos por debajo del director de extinción, quien trabaja en la prioridad en estos momentos, que es asegurar el perímetro”, relató el delgado, quien advirtió que, de otro modo, “el riesgo de reproducción, que es importante, podría dar lugar a su ruptura”.
Los medios aéreos trabajaron toda la tarde de ayer, gracias a que la Junta se aseguró, en colaboración con el aeropuerto de Burgos, de que tuvieran combustible suficiente para “funcionar durante todas las horas que tuvieron que volar”. La información es cambiante “casi de minuto en minuto”, pero, según enumeró el responsable territorial de la Junta, en estos minutos el operativo está compuesto por cuatro técnico, siete agente medioambientales, seis cuadrillas terrestres, seis autobombas y dos helicópteros con dos cuadrillas helitransportadas.
De este modo, se produjeron daños en Santibañez del Val, “donde había fuego hasta hace 15 minutos”, así como en Quintanilla del Coco, donde “no ha sido necesaria evacuación”. En Santo Domingo de Silos, término de los que más preocupaba, “afortunadamente, el Monasterio, el Convento de San Francisco y la secuoya has quedado intactos”, aunque ha habido otros daños materiales.
Todas esas afecciones, según avanzó el delegado, serán estudiadas “próximamente” en colaboración con los alcaldes “para la implementación de los planes que fueran precisos para atender a esas necesidades”. “Sabemos que hay daños que ya no se van a recuperar porque son sentimentales, igual que las molestias por las evacuaciones, pero cuando se haya conseguido sofocar definitivamente, nos pondremos en contacto con los alcaldes para evaluar los daños materiales que se puedan reparar”, manifestó.
Preguntado por una estimación en número de hectáreas afectadas, el delegado quiso mostrarse prudente, aunque finalmente arrojó una cifra. “Estamos trabajando en un perímetro amplio y estamos tratando de delimitarlo, pero las hectáreas aún no se saben. En torno a 3.000, pero no son datos fehacientes. Me van a permitir que sea prudente. Esta información es únicamente a efectos de transparencia”, matizó.
Además, reconoció que las llamas han afectado a masa forestal, cereal y casco urbano, mientras insinuó que “la hipótesis más plausible” sobre la causa apunta a una imprudencia humana. “Hago un llamamiento a la prudencia de nuevo. Es necesario reforzar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para asegurar la captura de las personas que causen estos incendios. Pero pido que transmitan la necesidad extrema de prudencia”, señaló, reconociendo asimismo que “el origen geográfico” está en la zona de Quintanilla aunque no quiso comentar aspectos que exceden a sus competencias, como la causa concreta o la autoría.
El último término, ensalzó la capacidad de la Junta para colaborar en los desalojos. “Se han implementado, en colaboración con Sanidad, Educación, Familia, los medios necesarios, junto con los ayuntamientos, y las medidas de actuación necesarias. Una evacuación es muy complicada. No solo supone llevarse unas personas de un sitio a otro, sino atenderlas debidamente, y las hay con necesidades especiales. Y la Junta ha estado, desde el primero momento, atenta a todas ellas”, concluyó.
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