Sucesos
Rescatado el cadáver del conductor del vehículo que se hundió en el río Carrión a su paso por Palencia
La piragüista Mara Santos, que intentó socorrerle sin éxito, asegura que el hombre estaba consciente y con las ventanillas abiertas, que le pidió que se soltara el cinto pero que este le hizo gestos como que le dejara en paz
El Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional (GEO) rescató esta tarde el cadáver del conductor, un hombre, del vehículo hundido esta mañana en el río Carrión a su paso por Palencia.
El coche estaba sumergido a unos tres metros de profundidad y a unos 70 metros de distancia del punto en el que se estima que cayó al agua.
Ha sido sobre las 11 de la mañana cuando unos piragüistas que estaban entrenando en el río han visto un coche blanco sumergiéndose en el agua del río Carrión, a la altura del Segundo Sotillo. Inmediatamente, según el testimonio de la piragüista Mara Santos, han intentado socorrer al hombre que estaba en su interior.
Los agentes también investigan los motivos que llevaron al vehículo a ser arrastrado por el río. Las primeras hipótesis apuntan a que pudo haber accedido por el camino de San Román, pero fuentes policiales explicitan que aún se investiga el suceso.
Mara Santos reconocía en declaraciones recogidas por Ical estar aún “impactada” por el suceso. Según ha contado salió a entrenar junto a un grupo de piragüistas en cinco embarcaciones y que, a la altura del Segundo Sotillo, según subían hacia la presa de San Román, vieron “una cosa blanca que bajaba por el río”.
Al acercarse, descubrieron que era un coche con un ocupante dentro, y mientras un grupo de piragüistas se acercaba a la orilla para dar aviso a las autoridades, la piragüista esprintó hacia el vehículo para tratar de rescatar a la persona que había dentro del coche.
“Iba consciente y con las ventanillas abiertas”, apuntó, ante lo que le pidió “que soltara el cinto” para poder agarrarse de la proa de la piragua para que Santos pudiera sacarle del lugar. Sin embargo, el hombre hizo caso omiso.
“No le entendíamos, y aunque insistí en que se soltase, hacía gestos como diciendo que le dejara en paz”, señaló la piragüista palentina.
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