Economía

Castilla y León suma 3.653 parados más en enero

La Comunidad cuenta con un total de 125.634 desempleados, 4.435 menos que hace un año

En el sector servicios es donde más bajó el paro en Castilla y León
En el sector servicios es donde más bajó el paro en Castilla y LeónJM GARCIAAgencia EFE

El número de desempleados en Castilla y León aumentó en el mes de enero un 2,98 por ciento al sumar 3.635 parados más, una subida mayor que la media nacional, donde el crecimiento del paro se cifró en un 2,49 por ciento al sumar 70.744 más hasta los 2.908.397. Castilla y León, por su parte, se sitúa con un total de 125.634 desempleados.

No obstante, en términos interanuales, la Comunidad castellana y leonesa consigue una reducción del paro del 3,41 por ciento gracias a la caída de 4.435 desempleados en comparación con el mes de enero de 2022. En España, esa caída es del 6,87 por ciento, al lograr 214.681 desempleados menos que en el mismo mes del pasado año, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.

El paro registrado en enero de 2023 aumentó, en términos intermensuales, en todas las comunidades autónomas salvo en Baleares, donde se experimentó una caída del 0,83 por ciento con 297 desempleados menos. Por el contrario, los aumentos más significativos, en términos absolutos, se produjeron en Andalucía, con 21.048 parados más, la Comunidad de Madrid (+11.140 desempleados), y en la Comunidad Valenciana (+6.776). Castilla y León se sitúa, con sus 3.635 nuevos parados, en sexta posición.

En términos relativos, la Comunidad castellana y leonesa también es la sexta que más crecimiento del desempleo experimentó, solo superada por Asturias (+3,78 por ciento), Comunidad de Madrid (+3,74 por ciento), Cantabria (+3,4 por ciento), Castilla-La Mancha (+3,26 por ciento) y La Rioja (+3,05 por ciento). En el lado opuesto, además del descenso del 0,83 por ciento de Baleares, se sitúa el exiguo crecimiento de Melilla (+0,36 por ciento). En todas las demás comunidades, el paro creció por encima del uno por ciento.

Todas las provincias de Castilla y León registraron aumentos, especialmente significativos en términos relativos en Soria y Segovia, donde el paro subió un 5,6 y un 5,37 por ciento con 176 y 311 desempleados más. A continuación se sitúan los incrementos de Zamora (+4,84 por ciento y 484 desempleados más), León (+2,95 por ciento y 711), Burgos (+2,94 por ciento y 471), Ávila (+2,89 por ciento y 278), Palencia (+2,82 por ciento y 214), Valladolid (+2,3 por ciento y 604) y Salamanca (+1,99 por ciento y 386). De esta forma, el número total de desempleados, por provincia, se situó en 26.922 en Valladolid, 24.841 en León, 19.787 en Salamanca, 16.475 en Burgos, 10.483 en Zamora, 9.893 en Ávila, 7.816 en Palencia, 6.099 en Segovia y 3.318 en Soria.

No obstante, en términos interanuales, también todas las provincias experimentaron un descenso del paro a excepción de Zamora, donde aumentó en 146 desempleados con respecto a enero de 2022, un 1,41 por ciento más. Las caídas absolutas más relevantes se produjeron en Valladolid (-1.477) y León (-1.150), que rebajaron así el desempleo en un 5,2 y un 4,42 por ciento, respectivamente. No obstante, la caída mayor, en términos relativos, se dio en Palencia, donde el desempleo interanual bajó un 5,82 por ciento con 483 parados menos. En el resto de provincias, Ávila bajo un 2,77 por ciento con 282 desempleados menos, Burgos redujo el paro un 2,62 por ciento y 443 desempleados menos, en Salamanca el descenso fue del 2,04 por ciento al reducir los parados en 413, en Segovia los 158 desempleados menos supusieron una caída del 2,53 por ciento, y en Soria el paro se rebajó un 5,01 por ciento, en términos interanuales, con la disminución de 175 parados.

Por sectores, los 3.635 parados nuevos de Castilla y León recayeron principalmente en el sector servicios, que acumuló el 93,4 por ciento con 3.394 desempleados. La industria acumuló 125 desempleados más, la construcción 52, en la agricultura se produjeron 10 nuevos desempleos y 54 personas se sumaron al paro sin haber contado con un empleo anterior. En total, el sector servicios es el que acumula la mayor cantidad de desempleados de la Comunidad con 89.608, seguido de aquellos que no tuvieron un empleo anterior (11.679), la industria (10.367), la construcción (8.164) y la agricultura (5.816).

Menos contratos

Por otro lado, en enero se firmaron 43.791 contratos en Castilla y León, un 5,21 por ciento menos que en el mes anterior (-2.405). A nivel nacional, sin embargo, sí se consiguió un alza en el número de contratos firmados del 0,91 por ciento, con 10.832 contratos más que en el mes anterior hasta un total de 1,2 millones.

Igualmente, en el comportamiento interanual, tanto Castilla y León como el conjunto de España registraron menos contratos: 16.842 menos en la Comunidad (-27,78 por ciento) y 395.583 menos en el país (-24,78 por ciento). Así, de los 43.791 contratos firmados en enero en Castilla y León, 16.177 fueron indefinidos y 27.614 temporales, mientras que en España, los nuevos contratos indefinidos ascendieron a 530.306 y los temporales a 670.443.

Por último, en relación a los beneficiarios de las prestaciones por desempleo, relativos al mes de diciembre de 2022, en Castilla y León se alcanzaron los 72.459, de los que 36.127 tienen una prestación contributiva, 32.735 cuentan con un subsidio y 3.597 con una renta activa de inserción.

Seguridad Social

Por otra parte, el número de afiliados a la Seguridad Social en Castilla y León bajó un 1,17 por ciento en la Comunidad en el mes de enero de 2023, al restar 11.030 efectivos, lo que sitúa la cifra total en 929.448. El descenso autonómico es apenas una décima superior a la bajada de la afiliación en España, del 1,06 por ciento con la caída de 215.047 cotizantes, hasta un total de 20.081.224 afiliados.

Sobre el dato de hace un año, Castilla y León registró un repunte del 0,8 por ciento, por debajo del 2,31 por ciento nacional, al sumar 7.397 efectivos nuevos.

La afiliación a la Seguridad Social suma 57.726 afiliados en el último mes en términos desestacionalizados, acercándose a los 20,3 millones de afiliados en el conjunto del país. “Es el sexto mes consecutivo en el que aumenta el número de ocupados. Este incremento supera ampliamente la variación promedio de los últimos tres meses, de 19.922″, aseguró el Ministerio en un comunicado.

Desde que se alcanzó el nivel previo a la pandemia de COVID-19, en la segunda quincena de agosto de 2021, el número de afiliados en España ha crecido en 812.143 personas.

En la Comunidad, el 80 por ciento de los afiliados se correspondió con el régimen general, con 742.785 personas, mientras que el 20 por ciento restante fueron autónomos, con 186.649. El régimen especial de Minería del Carbón se cerró con 15 afiliados. Por lo que respecta al general, incluye el Sistema Especial Agrario, con 12.057 efectivos, y el Sistema Especial Hogar, con 15.739.

Por provincias, y en cuanto a la variación mensual, todas experimentaron caídas en la afiliación. Las bajadas estuvieron encabezadas por Ávila y Zamora, con un 1,8 por ciento, en cada caso, al restar 993 y 1.119, respectivamente. Les siguieron los descensos del 1,5 por ciento en Segovia (982 menos); 1,2 por ciento en León (2.086 menos), y el uno por ciento de caída en Burgos (1.508 menos), Salamanca (1.284 menos), Soria (440 menos) y Valladolid (2.226). El menor descenso porcentual tuvo lugar en Palencia, con un 0,6 por ciento y 393 afiliados menos.

De esta manera, Valladolid sigue a la cabeza en el número de cotizantes, con 220.068, seguido de León (160.720), Burgos (148.211) y Salamanca (122.824). Más alejados aparecen Palencia (63.230), Segovia (62.219), Zamora (58.177), Ávila (54.096) y Soria (39.902).

Por lo que respecta a la variación interanual, todas las provincias vieron crecer sus cifras. La mayor subida correspondió a Soria, con un incremento del 1,7 por ciento en Soria. A continuación, se situaron Burgos y Salamanca, que se completaron con el 0,8 por ciento de Ávila, Palencia y Valladolid, el 0,6 por ciento de León, el 0,4 por ciento de Segovia y el 0,2 por ciento de Zamora, informa Ical.

Reacciones

El secretario general de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo, Alberto Díaz, destacó que Castilla y León encadena 21 consecutivos de descenso interanual, con 4.435 parados menos que hace un año, un 3,41 por ciento, lo que deja la lista de desempleados inscritos en las oficinas en 125.634 personas.

Díaz valoró los datos de paro registrado conocidos hoy, en unas declaraciones recogidas por Ical, y defendió que en la Comunidad se han desarrollado “en línea con el comportamiento estacional de todos los meses de enero desde 1996″. “Sistemáticamente, en este mes siempre se ha producido un aumento de paro, incluso en los años de expansión económica”, comentó Díaz, quien insistió en que “no son los datos oficiales para valorar el mercado laboral, aunque reflejan la desaceleración económica que indican los datos económicos que, según los cuales y de acuerdo con la Airef, en el cuarto trimestre de 2022 Castilla y León creció a un ritmo del 0,3 por ciento, una décima más que el conjunto de España”.

En términos intermensuales, subrayó que se observa un ligero aumento del 2,98 por ciento, muy por debajo de la media de incremento que experimenta el indicador en los meses de enero en la serie histórica, es decir, “ha subido en 6.635 parados, cuando habitualmente sube algo más de 5.000 este mes. Al respecto, significó que el aumento más significativo se produce en el sector público, con 500 parados más.

El secretario general hizo hincapié en que “siguen sin despejarse las incógnitas” de metodología que elabora el Ministerio de Trabajo, ya que “aún se desconocen los datos de trabajadores en periodo de inactividad con contratos fijos discontinuos, puesto que el Gobierno sigue sin cumplir con su compromiso de facilitarlos”. A su juicio, esta “falta de información desvirtúa la comparativa entre regiones, porque este tipo de contrato presenta grandes diferencias en función del tejido económico de cada Comunidad”.

Díaz justificó que esto “se corrobora en que el peso de los fijos discontinuos sobre el total de la contratación indefinida es inferior a la media nacional, con lo que no incluirlos beneficia la estadística de la cifra global, camuflando parados, y perjudica las de Castilla y León”, cargó.

A esto se suma, continuó, la “precarización creciente en contratos indefinidos, con una tendencia de incremento de aquellos a tiempo parcial”. Precisamente, sobre los datos de contratación, en términos mensuales, explicó que la Comunidad ha registrado un descenso del 5,21 por ciento; y en términos interanuales se sitúa en niveles “parecidos” a los de España.

Igualmente, los datos de temporalidad arrojan un descenso del 46 por ciento, “semejante al 50 por ciento nacional”. Sin embargo, apostilló, el incremento de la contratación indefinida es del 70 por ciento, muy lejos de 122 por ciento de España. “Este dato estaría detrás del incremento de fijos discontinuos como mecanismo de sustitución de la temporalidad, que no ha tenido el mismo impacto en Castilla y León que en España y desvirtúa los datos”, reiteró Díaz.

En este punto, también lamentó la nueva metodología que se aplica desde este mes de enero en materia de afiliación y que “rompe la serie estadística y crea inseguridad y desconfianza” en los datos. A su juicio, el Ministerio “reniega” de las previsiones de afiliación que hace desde noviembre de 2021 e “introduce una nueva metodología que compara quincenas de distintos meses bajo la excusa de incluir novedosos factores de desestacionalización, con el único objetivo de mejorar los datos de empleo hasta las elecciones, modificando la estadística en un momento de desaceleración económica en el primer semestre del año”.

Por último, se refirió a la “preocupante situación de 2023 por las actuaciones del Gobierno, que perjudican a los empresarios”, entre las que mencionó la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que ya hace un año “provocó la pérdida de 25.000 empleos en el campo”, según citó Díaz a Asaja.

Ello se suma, dijo, a la “indignación de los autónomos” por la subida de las cuotas en enero y a un “infierno fiscal español”, que sitúa a España entre los “cinco países desarrollados con mayor esfuerzo fiscal”. A pesar de ello, comprometió que la Junta “continuará impulsando políticas activas de empleo y medidas fiscales que generen confianza en empresarios y autónomos, que son quienes tienen el mérito de crear empleo en la Comunidad”.

CEOE Castilla y León advirtió de que los datos de paro registrado del mes de enero, conocidos este jueves, “reflejan la desaceleración de la economía” y la creación de empleo, “concentrándose un mayor deterioro en el sector privado”, tal y como reflejó la semana pasada, también, la Encuesta de Población Activa (EPA), recordó la patronal.

En este sentido, lamentó el aumento del número de parados en 3.635 personas, un 2,98 por ciento, superior a la media nacional, donde el desempleo creció un 2,49 por ciento, evolución que también se contagió sobre la afiliación, que bajó un 1,17 por ciento.

La patronal considera que las cifras se enmarcan en un “contexto de elevada incertidumbre, desaceleración de la actividad y riesgos a la baja, donde el mercado laboral refleja que no es inmune a las mayores dificultades que enfrentan las empresas”.

Por ello, abogó por centrar los esfuerzos en “priorizar el empleo sobre otros factores, a través de políticas que prioricen el mantenimiento y la creación de puestos de trabajo, resultando clave la flexibilidad y la contención de los costes laborales y de producción”.

Además, CEOE Castilla y León advirtió de que subir un ocho por ciento el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), “sin tomar medidas que ayuden a mejorar la competitividad y productividad de las empresas, especialmente de las pequeñas empresas y autónomos, no ayudará a potenciar la inversión empresarial ni la creación de empleo”.

Por último, la Confederación alertó de que Castilla y León “sigue cayendo” en parámetros importantes para la competitividad de las empresas, pues la Comunidad continúa con “pésimas cifras” del Índice de Producción Industrial (IPI), de empresas inscritas a la Seguridad Social, mientras que el crecimiento interanual del PIB está por debajo de la media nacional, “a lo que se une una dramática situación de pérdida de población, siendo Castilla y León el peor registro de España”.

UGT Castilla y León calificó los datos de “preocupantes” por un “mal comportamiento” del empleo y una caída de las expectativas del pasado año, a la vez que pidió políticas centradas en la reinserción laboral de jóvenes y mujeres.

Así lo manifestó el secretario de Acción Sindical y Diálogo Social, Raúl Santa Eufemia, en la valoración del paro de enero, que ha aumentado en 3.635 personas, un 2,98 por ciento, superior a la media nacional del 2,49 por ciento.

Por ello, afirmó que los datos son “preocupantes” en Castilla y León ya que se produce un “mal comportamiento” del empleo y caída de las expectativa de 2022, donde señala que hay más de 125.000 personas en desempleo, la quinta comunidad en la que más ha subido. También, expresó la preocupación por los registros de Soria y Segovia, donde se ha duplicado, y de Zamora.

Otro de los elementos de preocupación para UGT Castilla y León es el paro juvenil y de mujeres, la caída de nuevos contratos, aunque aumentan los indefinidos, pero la temporalidad registra “cifras desastrosas” con la Comunidad con siete puntos más que la media.

Por último, exigió recuperar las mesas del diálogo social y la negociación de las políticas activas de empleo, para subrayar que su ausencia desde hace que se vaya “como pollo sin cabeza” y concatenen errores que paga la sociedad de Castilla y León.

En la misma línea, el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) achacó a la coalición de gobierno de PP y Vox en la Junta de Castilla y León los peores datos de la Comunidad en cuanto al desempleo con respecto a España, al afirmar que “en solo nueve meses de gobierno, han conseguido poner patas arriba un sistema que funcionaba”.

La secretaria de Empleo y Migraciones de CCOO en Castilla y León, Nieves Granados, apuntó así que “todos estamos en guardia esperando la próxima ocurrencia” del Gobierno autonómico mientras “en una época de gran prosperidad económica para todo el Estado, Castilla y León no está sacando el provecho que debería obtener de esta situación”.

Todo ello ante un mes de enero en el que Castilla y León aumentó sus datos de desempleo en 3.635 personas en un periodo que “no es bueno normalmente para el empleo, porque finalizan los contratos de sustitución y refuerzo del sector servicios”, comentó Granados, que en todo caso lamentó que, una vez más, la Comunidad presente peores datos que la media nacional, “algo que observamos en todo el año 2022″.