Medio Ambiente
Los amantes del mundo 'fungi' aprenden las curiosidades de los hongos y sus diferentes usos en el marco de las XXXII Jornadas Micológicas de Navaleno
La secretaria de la Federación de Asociaciones Micológicas de Castilla y León, Judith Furquet, participa en las mismas con su conferencia "Historias de los hongos para no dormir"
El ser vivo más grande del mundo es un hongo; de ellos se obtienen muchas medicinas; algunos forman tramprantojos; y otros parasitan otros hongos de su misma especie. Estas son algunas de las curiosidades que los socios de la Asociación Micológica de Navaleno conocerán hoy sobre el mundo ‘fungi’.
La secretaria de la Federación de Asociaciones Micológicas de Castilla y León, Judith Furquet, impartirá hoy la conferencia ‘Historias de los hongos para no dormir’ para explicar las curiosidades y fines más allá de la ingesta de los hongos, en el marco de la XXXII Jornadas Micológicas de Navaleno, organizadas por la Asociación Micológica de Navaleno, una de las más longevas de la Comunidad.
Furquet precisó que en esta conferencia, que se impartirá esta tarde, hablará sobre aspectos “curiosos” del mundo ‘fungi’, que normalmente los amantes de la micología no conocen, porque lo único que les interesa es ingerirlas o recolectarlas. "Yo voy a hablar de curiosidades, de historias, de leyendas”, resaltó.
De este modo, señaló que el hongo de miel es conocido por ser el organismo vivo más grande del mundo. Mide 965 hectáreas, el equivalente a 1.350 canchas de fútbol, tiene una edad mínima de 2.400 años y pesa entre 6.800 y 31.750 toneladas.
Se trata del hongo armillaria ostoyae, que habita el Bosque Nacional Malheur en las montañas Blue de Oregón en Estados Unidos. Un patógeno virulento de raíces de pinos y otras especies leñosas que se alimenta tanto de materia viva como en descomposición.
La micóloga trabaja como inspectorade las fábricas transformadoras de setas de Castilla y León. Al respecto de esta faceta precisó que los recolectores se limitan a recoger tres o cuatro setas para comer, y precisó que la función de la Federación pasa por organizar rutas con amantes del mundo ‘fungi’ para que conozcan más variedad de setas, incluso aquellas que no son comestibles, y explicar qué función tienen en la naturaleza.“La mayoría de la gente conoce el uso comestible de las setas pero mi función es mostrar otros usos: medicinales, sus propiedades nutricionales y sus beneficios saludables”, matiza.
Asimismo, precisó que la formación de los recolectores profesionales es “esencial”. En este sentido, precisó que las setas que se comercializan en Castilla y León y que se venden por el cauce oficial son revisadas por muchos ojos y manos. En primer lugar, por los del recolector y al llegar a fábrica por tres o cuatro empleados. Tras ello, pasan por el filtro final de los auditores de calidad que revisan el producto, informa Ical.
Furquet indicó, además, que solo una vez, hace muchos años, encontró una seta tóxica en una fábrica de setas, y fue debido a que era muy igual a la comestible de su género. “Todos los años hay entre 300 y 400 intoxicaciones al año. Normalmente no son mortales y se producen por la ingesta del falso níscalo o entoloma lividum que se confunde con el perrechico”, agregó.
Su afición a las setas viene de lejos. Para ejercer de inspectora de setas tuvo que aprenderse las setas que se comercializan, las que se equivocan con las que se comercializan y finalmente decidió aprenderse todas.Para ello, cuenta, que hay que tener memoria y agudeza visual, lo que se llama en el mundo ‘fungi’ “hacer el ojo”.
Por último, animó a ingerir las setas a aquellas personas que están a dieta por sus cualidades nutricionales, ya que tienen muy pocos hidratos de carbono, muchos minerales y no tienen grasas, y animó a los amantes micológos a salir al campo a recolectar ejemplares en una campaña que ya es “muy buena” en Castilla y León debido a que se adelantó y las condiciones climatológicas adecuadas.
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