Economía

Un Atlas de la Industria de Castilla y León, de la mano de TecnoVitae, ayudará a exhibir el músculo del sector para fijar y atraer población

Hay en la comunidad casi 100.000 empresas industriales que dan empleo a alrededor de 180.000 trabajadores

Rafael Álvarez junto a Enrique Cabero y Javier Escribano en la presentación
Rafael Álvarez junto a Enrique Cabero y Javier Escribano en la presentaciónRubén Cacho/Ical

La Fundación TecnoVitae lanzó hoy el Atlas de la Industria de Castilla y León, una herramienta pionera digital, abierta a todo el público, que ayudará a exhibir el músculo del sector en la Comunidad para fijar y atraer población. “Queremos que le sirva a un estudiante que a veces solo piensa en marcharse fuera de la Comunidad por desconocimiento de la gran riqueza industrial que tenemos; pero también para aquellos que quieren regresar y ponerse en contacto con estas empresas”, apuntó el director general de la Fundación TecnoVitae, Javier Escribano, quien en declaraciones recogidas por Ical matizó que esta iniciativa permite “geoposicionar” todas estas empresas al detalle, por municipio, provincias, por actividad industrial, subsector, facturación o empleados.

Su finalidad, añadió, es “poner al alcance de todo el ecosistema industrial información de valor que, hasta el momento, no se encontraba sistematizada ni disponible públicamente”. “Hasta ahora, era como buscar una aguja en un pajar. Con esta herramienta todo está ordenado”, defendió.

El presidente del Consejo Económico y Social (CES), Enrique Cabero, que ejerció como anfitrión, remarcó que esta radiografía se ha elaborado con datos “públicos y oficiales”, y sostuvo que Castilla y León es una Comunidad industrial y no se pone el acento en esta dimensión”, algo que ahora pretende este proyecto, “para que se preste atención en invertir y en el prestigio de actividades que son pioneras en el contexto nacional e internacional”.

A su juicio, es necesario “dar a conocer entre las personas jóvenes qué se está haciendo y qué actividades industriales son esenciales para la Comunidad”. “Hemos detectado que no se conoce bien la actividad industrial, un sector muy importante desde el punto de vista del PIB o el empleo, con industrias incipientes, como la tecnológica, de la construcción o del hábitat. Tenemos una oportunidad con una herramienta que debe ser dinámica”, apostó Cabero, quien también invitó a TecnoVitae a aceptar sugerencias de todos aquellos que la utilicen.

La iniciativa, cuyo acceso se encuentra en la web de la Fundación, informa de que en Castilla y León se contabilizan 296.796 empresas, incluidos autónomos, por debajo de las 320.400 de 2020 y los 315.500 de 2022. De estas casi 300.000, casi 10.000 (9.986) pertenecen al sector industrial de la Comunidad. Y de ellas, 1.630 son de la industria de la alimentación; 1.472 están vinculadas al suministro de energía eléctrica y 1.293, a la fabricación de productos metálicos. En total, trabajan en el sector 179.485 personas, de los que una cuarta parte, 44.768, corresponden a la alimentación.

Los jóvenes

Por su parte, el presidente de la Fundación TecnoVitae, Rafael Álvarez, destacó que este proyecto supone “un paso decisivo en la digitalización y el conocimiento industrial de Castilla y León” y puso el foco en el uso que puedan hacer de él los jóvenes. “Tenemos gran preocupación por la cantidad de egresados, con una formación excelente, que abandonan la Comunidad para desarrollar su trabajo en otras regiones u otros países. Es decir, quemamos billetes, porque las instituciones y los padres gastamos dinero en una buena educación, según Pisa, y al final repercute en otros países”, comentó Álvarez, quien deseó que “ojalá la industria ayude a fijar población en la Comunidad y los que estén fuera puedan consultar este Atlas y contactar con estas empresas para ver de qué manera este potencial puede atraerlos”.

Una herramienta, resumió, que se pone “al servicio del conocimiento y la toma de decisiones estratégicas, en www.fundaciontecnovitae.org, que aporta datos reales, por lo que es “un instrumento útil, transparente y riguroso”, en palabras de Escribano, “para planificar políticas y estrategias que refuercen el tejido industrial de la Comunidad”. “Facilita la identificación de fortalezas y oportunidades de la industria castellana y leonesa, lo que ayudará a empresas, inversores y otros agentes del sector a comprender mejor la realidad económica y productiva de la Comunidad”, concluyó, sobre un proyecto que ha tenido un coste de 15.000 euros gracias a aportaciones y donaciones.