Sociedad
El Ayuntamiento de León en pie de guerra contra los propietarios de animales que no recojan ni sus pis ni sus cacas
El alcalde José Antonio Diez asegura que van a obligarles a limpiar sus orines con líquidos biodegradables
Los leoneses ya están cansados de encontrarse por todas las esquinas pises de animales domésticos, y, en menor medidas, cacas. Por este motivo, el Ayuntamiento que pie de guerra contra estos ciudadanos, que son los que realmente tienen la culpa, y no los pobres animales. Ante esta situación el regidor anunció que se van a modificar las ordenanzas de limpieza y de tenencia de animales para obligar a los propietarios de animales de compañía a limpiar sus orines con líquidos biodegradables. También se valorará incluirlo en la ordenanza de protección de la convivencia.
Según recordó el José Antonio Diez, en el mes de mayo de este año entró en vigor la Ley de Protección y Bienestar Animal, en la que se recogen las responsabilidades de los propietarios de animales de compañía. Dentro de ella se encuentra “una norma de especial relevancia en la ciudad”, como es la recogida de excrementos, respecto a la que Diez lamentó la “actitud incívica de algunos propietarios que no cumplen con la obligatoriedad”, lo que hace que “las calles estén llenas de deshechos”.
Un incumplimiento de la obligación que supone la “actitud de muy pocos propietarios” de los más de 12.600 perros censados en la ciudad de León, a los que se suman lo que no lo están. No obstante, pese al “pese importante esfuerzo de mejorar zonas esparcimiento canino”, José Antonio Diez insistió en la “necesidad de extremar la obligatoriedad de la recogida”, cuyas multas se consideran faltas leves y oscilan entre los 50 y los 750 euros. En este sentido, abogó por “penalizar de manera más contundente la no recogida de los excrementos”.
El Ayuntamiento de León quiere ir más allá de la obligación de retirar los excrementos y propondrá al resto de grupos políticos modificar la ordenanza de limpieza y la de tenencia animales de compañía, “inmóvil desde 1992”, para incluir en ella la obligatoriedad de limpiar los orines de las mascotas con líquidos biodegradables para así evitar “manchas y corrosión en calles, fachadas, o mobiliario urbano”, además de establecer la prohibición de que se hada en las puertas de edificios y locales.
Esta norma, que el acalde afirmó que ya se encuentra en vigor en muchas ciudades de España, llevará consigo “un régimen de sanciones para aquellos que la incumplan”, ya que se considerará “una infracción de la ley”, informa Ical.
Convencido de que la medida será “bien recibidas tanto por ciudadanos como por propietarios animales”, José Antonio Diez depositó su esperanza en que su cumplimiento “sirva para evitar una parte importante de la suciedad de las calles de la ciudad pero también para mejorar la salubridad e imagen de la misma”. “No tiene sentido que estén prohibidas micciones de personas y menores en la vía pública pero sí puedan hacerlo los perros, cuya orina además daña de manera clara el mobiliario urbano”, incidió.
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