El consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, ha desvelado este jueves, tras la reunión del Consejo de Gobierno, que el Bono Nacimiento, una de las medidas más importantes de las que ha puesto en marcha el Gobierno de Fernández Mañueco en Castilla y León para favorecer la natalidad y, de paso, echar una mano al comercio de proximidad, cuenta ya con más de 1.100 familias adheridas que lo han solicitado en los 25 días que lleva vigente más o menos.

Se trata de una ayuda de entre 500 y 2.500 euros según cada caso que se entrega a través de una tarjeta prepago para adquirir productos relacionados con la crianza del bebé, que está dirigida a las familias por nacimiento de hijos o adopción de menores entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2023 cuyos progenitores estén empadronados en un municipio de la Comunidad y tendrá que ser gastada en el comercio relacionado con educación, alimentación o sanidad sin que dichos establecimientos tengan que hacer ningún pago previo.

Para ello la Junta ha reservado una partida de 20 millones de euros.

Fernández Carriedo ponía en valor esta medida por su trascendencia y recordaba que, al contrario que los 200 euros que el Gobierno de España está dando para familias con menos recursos, este Bono Nacimiento es complementario con cualquier otra ayuda o subvención autonómica y, además, tampoco tributa en la declaración del IRPF, como sí ocurre con la ayuda estatal.