Sociedad

Un café retro con Emilio Gutiérrez Caba

Tiene claro que si abre un videoclub lo llamaría “Añoranzas Club”

Entretenida charla entre Alfon Arranz y Emilio Gutiérrez Caba
Entretenida charla entre Alfon Arranz y Emilio Gutiérrez CabaAlfon ArranzAlfon Arranz

Lo bonito del momento vespertino es que siempre tiene la capacidad de hacer grandes magias, de crear las antesalas de la noche y de poseer las mejores sobremesas de la vida.

Emilio Gutiérrez Caba, actor donde los haya, es un excelente exponente del mundo retro, y yo sin saberlo.

Ayer mismo hemos tenido una bonita velada a la sombra de un buen café y nos hemos puesto a charlar sobre lo humano y lo divino y resulta que Emilio posee una videoteca cual biblioteca de Alejandría donde los VHS y los DVD campan a sus anchas: Para empezar, posee en vídeo toda la colección del luchador mejicano “El Santo”. Tiene claro que si abre un videoclub lo llamaría “Añoranzas Club” y en sus estanterías estarían clásicos como Me casé con un monstruo del espacio exterior o El ataque de los tomates asesinos.

Pero es que no acaba ahí la cosa, su primer coche, un SEAT 600 E, da testimonio de que nuestro amigo “pilota” sobre el buen automóvil. Su preferido lo tiene a buen recaudo, un Renault 5 GTL del 85 que ruge como el primer día con todos sus caballos desbocados a flor de piel cual grito de guerra de lo salvajemente bello.

En sueños Emilio sigue cosiendo su sombra de Peter Pan al que interpretó junto a Tina Sáinz en 1963 y respecto a su edad interior todavía no ha cumplido los 45 años, le encantan los comics de Tintín y su primer tren eléctrico lo recibió de manos de Juan Tébar en 1990.

Piensa que a partir del año 2000 el ritmo de la vida se descontroló y que desde el 2020 se ha desbocado del todo. Mi admirado intérprete sigue utilizando un viejo móvil con teclado como despertador y en sus palabras sobre la deriva social actual comenta: -Hay una confusión tecnológicamente perfecta-

Café viene, descafeinado va, sale a la palestra el tema de los influencers de moda y no es que salgan muy bien parados a ojos del gran actor: -Un influencer se da en todas las profesiones marcadas por algo y muchas veces están separados de la realidad, en el 90% de los casos disfrazan su ineptitud y no miran hacia atrás. –

Para Gutiérrez Caba todos los recuerdos son paladeo y rememora con una sonrisa de oreja a oreja la época de las bonitas publicidades de Galerías Preciados de las que fue partícipe y la creatividad que se usaba en los anuncios en los albores de los 80.

Como parte implicada en el mundo de las artes no pude evitar la siguiente pregunta:

-Emilio, ¿el actor hace al personaje o el personaje al actor?

-Es una mezcla de emociones, llega un momento en que el personaje te absorbe, es una fuerza que te atrapa, me pasó con el Príncipe Myshkin que ya se quedó un poco conmigo.

Mi cara se convierte en un feliz poema, Emilio se da cuenta y sonríe con esa bonhomía que tanto le caracteriza y me cuenta una de sus mayores confidencias:

- Si tuviera que escribir un libro sobre mi vida lo llamaría “¡Anda!”. Porque la vida es eso, lo que tú crees que es y luego realmente lo que va viniendo. Se lo dedicaría a todos aquellos que he conocido, amigos y no amigos.

Seguimos hablando de virtudes e infancia y me confiesa que el ojo mágico de la primera radio que entró en su casa, una Philips, le cautivó la mente en aquellas tardes de pan y chocolate.

Como buen amante de la belleza mi querido amigo es un gran admirador de la costa Brava y no duda en saborear un fastuoso helado de su sabor favorito, la vainilla, caminando por el paseo de de Tamariu en época estival.

Ya a media tarde la magia envuelve la mirada del entrevistado revelándome que los meses especiales donde siempre le han sucedido cosas importantes son mayo y septiembre, y que muchas veces el problema de algunas personas reside en que se van a dar cuenta demasiado tarde de que hay que vivir. Rápidamente en mi mente vinieron las palabras de Pau Donés: Vivir es urgente y la vida es un milagro. ¡Qué razón tienen y cuánto tenemos aún que aprender de estos maestros del conocimiento vital! ¿Qué opinará de otras realidades?

-Emilio, sé que ves Cuarto Milenio y a mi querido Iker Jiménez. ¿Crees en los fantasmas?

-Creo en algo, en una dimensión distinta, no sé si podemos denominarlo fantasmas.

Tras charletas y risas varias cae la noche y amanece en Madrid, es hora de retirarse a la mundanidad nocturna y después de un largo abrazo me despido de mi entrevistado pensando en que posiblemente haya pasado una de las tardes más joviales y enriquecedoras de mis últimos meses.

Tengo que volver a quedar con Emilio, esta vez sin libreta y echar otra buena parlada, esto es medicina para el alma. Este gran actor es persona, es vida y es fuego y ante todo es un ser único, de edad indefinida, que tiene tal virtud en su mirada que le hace saber quién es sin duda alguna frente a la vida.

Amigo, a la próxima tomamos una Mirinda.