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Cultura

El espectacular pueblo medieval en el que se fundó el primer convento de dominicas en España

Además conserva las reliquias de la hija de un Rey

Monasterio de Santo Domingo de Guzmán de Caleruega JcylJcyl

Los pueblos medievales se han convertido en España en referentes turísticos. Cada vez son más los turistas que eligen estos rincones de nuestro país para disfrutar de momentos de paz y tranquilidad. Y es que la riqueza monumental, natural y gastronómica con la que cuentan los hacen muy atractivos. Además esas villas esconden un poquito de historia. Un claro ejemplo es un espectacular pueblo que cuenta con el privilegio de tener el primer convento de dominicas de España.

Las monjas Dominicas nacieron en la Iglesia cuando en 1206 Santo Domingo reunió en Prulla, sur de Francia, a un grupo de mujeres convertidas que deseaban entregar su vida a Dios, así se forma el primer monasterio: Una comunidad de fe a la que Santo Domingo se dedicó como Maestro y Hermano y que asoció a su predicación. Él junto a otros hermanos llevarían la Palabra predicando, las monjas con su oración la fecundarían, rogando para"que la Palabra que sale de Dios no vuelva a Él vacía, sino que de fruto".

Caleruega

Pues el primer convento de esta congregación que se creó en España se fundó en la localidad burgalesa de Caleruega. El Real Monasterio de Santo Domingo fue el primero habitado por monjas dominicas. Allí se trasladaron desde San Esteban de Gormaz por orden del rey Alfonso X el Sabio. Fue entonces, cuando el Señorío de Caleruega pasó a las manos de las monjas con el fin de que pudiesen vivir y cumplir su misión de guardianas del lugar del nacimiento de Santo Domingo.

Monasterio de Santo Domingo

La historia del monasterio se remonta a dos años después de la muerte de Santo Domingo (1221). El Beato Manés construyó en el lugar de nacimiento de su hermano, Domingo, una capilla. En 1266, el Rey Alfonso X el Sabio, emparentado con los Guzmán, hizo construir una iglesia gótica. Años más tarde, se transformó la casa solariega en un convento, trasladándose a éste, una comunidad de monjas de San Esteban de Gormaz (Soria) que reciben el privilegio de Señorío del lugar.

En el siglo XVI se construyó una nueva iglesia y se destruyó la primitiva capilla y la cabecera de la iglesia gótica, quedando los restos como coro de las monjas. La iglesia del monasterio es de piedra de sillería, de una sola nave y planta cruciforme. En la parte norte está la puerta de acceso con portada barroca. El retablo mayor posee tres lienzos de Blas de Cervera (1594-1643), representando escenas de la vida del santo, y coronado por un calvario de madera de la Escuela de Gregorio Fernández.

En la Sacristía de la iglesia existe un Cristo gótico, y desde ésta, se desciende a la Cripta que guarda los restos del Padre Manuel Suárez en un monumento funerario escoltado por cuatro monjes, realizado en granito y alabastro por R. Lapayese. Esta cripta se construyó a mediados del siglo XX, en ella destaca el Pocito, que es un pozo que indica el lugar exacto en el que nació Santo Domingo.

El Claustro se construyó entre los siglos XIII y XV (románico tardío). Conserva restos de las diferentes etapas de su construcción como el claustro bajo con arcos de medio punto sobre columnas pareadas, una puerta ojival gótica y el sobreclaustro del siglo XVIII construido en ladrillo.

El Museo, instalado en una sala gótica, ofrece piezas de alto interés artístico e histórico, entre ellas: tallas de piedra policromada de la Virgen y del Ángel Anunciador.

El tesoro histórico está en el Archivo Monacal, donde se conservan bulas papales, cartas, privilegios de reyes, documentos rodados, cartas de San Raimundo de Peñafort, etc. El documento más antiguo data del siglo X.

Reliquias de una Infanta

Pero además este templo cuenta con la peculiaridad de que en su claustro se encuentra el sepulcro de la Infanta Leonor, hija de Alfonso X el Sabio. La Infanta Leonor murió en 1275 mientras acompañaba a su padre a la “ida al imperio”. Alfonso X ordenó que fuese enterrada en el Real Monasterio de Santo Domingo de Caleruega, fundado recientemente por él mismo para honrar el lugar de nacimiento de Santo Domingo de Guzmán vinculando, de esta manera, el prestigio del santo y de su orden a sus propias aspiraciones políticas y familiares.

Otros atractivos

Pero además del monasterio, Caleruega destaca por un impresionante patrimonio monumental y natural. La localidad burgalesa nace para la historia en 912, cuando se produce la gran marcha de los condes de Castilla que, arrancando de sus bases de Cerezo, Burgos-Lara y Castrojeriz, alcanzaron Osma, San Esteban de Gormaz, Roa y Aza. El conde Gonzalo Fernández, que avanzó por el centro, siguió con sus mesnadas por Covarrubias, Silos, la Cervera y Clunia. En esta localidad dividió a sus hombres quienes atravesaron el Duero por Vadocondes. Una columna giró a saliente y llegó hasta la ciudad episcopal de Osma y otra, hacia poniente, conquistó la estratégica villa de Aza. Mientras el conde Téllez ocupaba San Esteban y Nuño Núñez la celtíbera Roa. Vigiladas y armadas las orillas del río se abrió un período de paz que aprovecharon los castellanos para poner en servicio las tierras entre el Arlanza-Esgueva y Duero. Es en este momento cuando se fundan muchas de las villas existentes en este lugar y algunas que ya han desaparecido. Y es en estos años cuando nace Caleruega, según asegura la web del propio Ayuntamiento.

El nombre, según los filólogos, deriva del latín "cabis", cal, producto abundante en la zona. Un grupo de familias procedentes de Castilla Vieja (del norte) o de Mozarabia (sur) forman el poblado, establecen un concejo, se reparten las tierras, señalan los pastos y montes, alzan una torre de vigilancia, instalan un molino y construyen un templo.

La primera noticia de Caleruega data del año 1062. El 10 de mayo de este año aparece un acta notarial en el monasterio de San Pedro de Arlanza. En el año 1094 aparece el nombre de Caleruega en el archivo del monasterio de San Salvador de Oña. La historia de Caleruega da en 1170 un giro radical hacia la fama y el protagonismo. En esta fecha nace en la localidad Santo Domingo de Guzmán. Uno de los burgaleses más célebres.

El movimiento teológico y social iniciado por Santo Domingo se hizo muy pronto presente en el pueblo. Antes de que pasara un siglo, el rey Alfonso X El Sabio había creado un señorío político y espiritual en la villa para gloria del santo. Ordenó el traslado a Caleruega de las monjas, ya dominicas, desde San Esteban de Gormaz al convento que, por encargo suyo, había construido el obispo de Osma sobre las casas solariegas de los Guzmanes.

La población se ve reducida en el siglo XIX, ya que en 1843 asciende a 176 habitantes. La vida por aquellos años es agrícola y se tejen el lino y el cáñamo. Al comenzar el siglo XX los habitantes son 630 y en 1950 ya llegan a los 861. A mediados del siglo, hacia 1950, la Orden de los Dominicos favorece a Caleruega como lugar santo de la orden valorando el ambiente de silencio y de cristiandad de la tierra. Hoy Caleruega es una referencia importante en los ámbitos teologales e incluso turísticos gracias a Santo Domingo.

Iglesia de San Sebastián

La iglesia parroquial de San Sebastián, de principios del siglo XII, es de estilo románico. De su estructura primitiva queda la torre, parte del arco de la puerta de entrada y una ventana bífora; y en su interior el presbiterio de forma absidal; totalmente renovado con una ventana en el testero y una cornisa de dados en todo su perímetro.

Es también interesante la portada de tres arcos lisos, el central apoyado sobre columnas con sencillos capiteles corintios. También destaca un hermoso Cristo pendiente sobre el altar románico. Es el lugar de la primera sepultura de la Beata Juana de Aza, madre de Santo Domingo de Guzmán. En el pequeño baptisterio fue bautizado Santo Domingo. La pila bautismal fue trasladada por Alfonso X al monasterio de las monjas para su custodia hasta 1605.Actualmente se encuentra en la Basílica de la Virgen de Atocha, patrona de la Monarquía, en Madrid, donde se sigue bautizando a los miembros de la Casa Real Española.

El Torreón

Es el monumento más antiguo de Caleruega. Forma parte de la línea de fortalezas que aparecen en el siglo X, alrededor de las riberas del Duero. Sobre su base de 14x9 metros se alzan sus muros de 2 metros de grosor y 17 de altura. El Torreón con la torre maciza de la parroquia y las antiguas murallas formaba la coraza pétrea tras la que se defendía Caleruega en su pasado medieval. Recientemente acondicionado como sala de exposiciones, su interior se distribuye en tres plantas. En la primera, la más noble, se puede apreciar una ventana de arco mozárabe.

Bodegas

En las laderas del Monte de San Pedro, la Peña San Jorge, el Pico de la Horca y el Tallar, que circundan el pueblo, se encuentran encavadas numerosas bodegas. Sin embargo, es a dos kilómetros de la población, donde se encuentra la bodega más antigua de la Ribera del Duero, en el despoblado de San Martín de Bañuelos. El primer documento referido al enclave data de 1179, cuando pertenecí al Rey Alfonso VIII, aunque podría ser anterior, ya que en esa zona pudo existir una villa romana. De la bodega se conservan tres paredes y una pila tallada en piedra provista de una canilla. A la cava se accede a través de una rampa, consta de una nave de 25 metros de longitud y una zarcera de 12 metros. En las galerías se pueden apreciar los cabañones que albergan las cubas rematados por arcos de medio punto.

Centro de interpretación de la naturaleza "Las Loberas"

"Las Loberas" se encuentran en el término denominado "Las Rozadas". Son un tesoro de la arquitectura popular, rehabilitadas como museo. Son espacios circulares dentro de los corrales, con una sola entrada y respiradero que los pastores utilizaban para pernoctar y protegerse de los ataques de los lobos, si entraban en los corrales.

Actualmente han sido recuperadas y se ha creado en ellas un centro de interpretación de la naturaleza, junto al que se ha instalado una torre-mirador, desde donde se puede observar la flora y la fauna de la zona, especialmente las aves esteparias que anidan en el término. En este mismo entorno se pueden encontrar encinas singulares: "la hueca", "Santo Domingo", "la cruz" y "millerro".