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Esta es la impresionante ciudad amurallada que divide a España y Portugal

El recinto cuenta con más dos kilómetros y siete puertas de entrada

Muralla interior de Ciudad Rodrigo
Muralla interior de Ciudad RodrigoLa Razón

A los pies de Sierra de Gata se encuentra una bella ciudad amurallada que separa España y Portugal. Se trata de un municipio de la provincia de Salamanca, cuyo asentamiento humano se produjo en la Edad de Bronce, aunque en los alrededores de la ciudad se han hallado algunos útiles de piedra del Paleolítico Inferior (bifaces, hendidores, cantos tallados) y a poco más de 15 kilómetros en la pedanía de Serranillo se encuentra la estación rupestre de Siega Verde, con numerosos grabados del Paleolítico Superior y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2010. En el término municipal existen también restos de la cultura megalítica (dólmenes de Pedrotoro, Rabida y El Valle) y un importante conjunto de pintura rupestre esquemática.

La localidad es Ciudad Rodrigo, que hacia el siglo VI a. C. los vetones, pueblo de posible origen celta o precelta, dominan el área. Se ha encontrado cerámica de tradición indígena en niveles de época romana en el corazón de la ciudad. Como resto de la cultura prerromana queda el verraco de piedra existente en el exterior del parador.

De la época romana se conservan escasos restos, siendo los más conocidos los correspondientes a tres columnas de un templo; estas columnas fueron adoptadas desde la Edad Media como emblema heráldico de la ciudad. Es probable que la zona quedara integrada dentro de los reinos cristianos durante el reinado de Alfonso VI de León,10​11​ a finales del siglo XI.

A partir de 1161, Fernando II de León lleva a cabo la repoblación de la ciudad y esta comienza a rodearse de una muralla, que tiene más de dos kilómetros de perímetro y siete puertas; es probable que durante su reinado empezase la construcción de la catedral, aunque la mayor parte es obra de los siglos XIII y XIV.

Durante los siglos XV y XVI, la ciudad vive una época de auge, siendo residencia de la nobleza. En esa época se construyen la mayoría de los monumentos, palacios, templos y casas señoriales que se conservan en la actualidad.

Su posición de plaza fortificada entre Portugal y Salamanca le hizo tener un papel singular en la Guerra de la Independencia. Esta es la época más crítica en la historia de la ciudad y de su entramado urbano, pues sufrió importantes daños que aún se observan en la ciudad.

Con la creación de las actuales provincias en 1833, Ciudad Rodrigo quedó integrada en la provincia de Salamanca, dentro de la Región Leonesa, siendo una de las cabeceras de partido judicial. Tras la sublevación del 18 de julio de 1936 que originó la Guerra Civil, hubo una débil oposición republicana en la zona. Los socialistas trataron de organizar la resistencia en Ciudad Rodrigo, donde lograron mantener a la Guardia Civil dentro del cuartel hasta el lunes 20, pero finalmente llegó un grupo de guardias de refuerzo y se hicieron con el control de la ciudad, deteniendo al alcalde y a varios significados dirigentes locales del Frente Popular. En posteriores fechas, se realizó una fuerte represión con continuos «paseos» de los vencidos.

Patrimonio Monumental

Si por algo destaca Ciudad Rodrigo es por su basto patrimonio, que lo convierte en una ciudad ideal para visitar en familia. Entre sus atractivos destacan:

- La Muralla: Consta de dos líneas de murallas que forman un cinturón de forma ovalada alrededor de la ciudad, con una longitud de 2.200 metros y alcanzando los 13 metros de altura en algunos lugares, y flanqueadas por cinco torreones. De las ocho puertas que tuvo en origen hoy día se conservan siete, de las cuales destacan la Puerta de Santiago y la Puerta del Sol. Aunque todavía quedan restos de la primitiva muralla del siglo XII, lo que se contempla hoy día fue construido casi todo durante la reforma del siglo XVIII.

En el siglo XII Fernando II protegió Ciudad Rodrigo con una gran muralla diseñada por el maestro gallego Juan de Cabrera. A finales del siglo XV se construyó una segunda muralla con amplias torres circulares para acoger al antiguo recinto, y una fosa y contrafosa rodeando la ciudad. El 7 de junio de 1810, durante la guerra de Independencia, la ciudad fue cercada por el ejército francés. En ella se refugiaron 6.000 hombres que, después de resistir a las tropas francesas con heroísmo, tuvieron que capitular el 10 de julio de 1810 ante los 50.000 hombres del mariscal Massena.

La muralla medieval de Ciudad Rodrigo se conserva prácticamente intacta, con sus fosos, cañoneras, y algunos de sus cañones. Incluso se pueden apreciar todavía los impactos que provocó la artillería francesa en la torre de la catedral y en algunos otros edificios.

Además, está acondicionada para dar un cómodo paseo por ella durante el cual se pueden contemplar vistas de la ciudad; se comienza en las cercanías del Castillo de Enrique II de Trastamara y junto al Verraco, donde debió asentarse un castro prerromano, y se continúa por todo el paseo por el adarve o ronda de la muralla.

Las puertas que se conservan de la muralla son las siguientes:

- Puerta del Sol: fue construida durante el reinado de Enrique II de Trastamara y restaurada a fines del siglo XVI. La última restauración tuvo lugar en 1970.

- Puerta de Santiago: permite salir del recinto amurallado por la parte sur. Se cree que es de origen medieval. Fue restaurada a principios del siglo XXI.

- Puerta del Conde: el Conde que da nombre a esta puerta no es otro que don Rodrigo González Girón, a quien se atribuye la repoblación de la ciudad. Restaurada en 1966.

- Puerta de la Colada: la calle Colada debe su nombre a que es la que conduce hacia el río Águeda las aguas pluviales del recinto amurallado. La puerta que da acceso a esta calle, conocida también con el nombre de Colada, fue construida en tiempos del rey Fernando II de León.

- Puerta de Amayuelas: Las dos puertas de Amayuelas son de épocas muy distintas. La pequeña, conocida en tiempos como postigo de Santa María y después llamada Puerta Nueva, es la más antigua. Se sabe que fue ampliada en 1563. La más grande fue abierta a mediados del siglo XX para facilitar el acceso a la ciudad de vehículos de gran tamaño.

- Puerta de Santa Cruz: La Puerta de Santa Cruz, también llamada de San Vicente o de Sancti-Spíritus, permite la salida de la ciudad por el lado oeste.

- Alcázar Enrique II de Trastámara: Fue construido en la parte más inaccesible de Ciudad Rodrigo, la más alta, escarpada y junto al río, para cumplir con su cometido defensivo.

Data de finales del siglo XIV y en él destaca su torre del homenaje, de tres pisos y visitable desde el interior del edificio.

Desde el año 1931 es Parador Nacional, siendo por tanto uno de los más antiguos. En la actualidad es posible la visita, incluso para no alojados, a los jardines, torre del homenaje, restaurante y cafetería.

- Catedral: Dedicada a Nuestra Señora de Santa María. Comienza su construcción en el siglo XII en un estilo románico de transición al gótico. De planta de cruz latina, con tres naves y crucero. Son tres las portadas que dan acceso al interior del templo. En el lado norte la Portada del Enlosado (siglo XIII), con un destacado arco penta lobulado, tres arquivoltas, y un bello rosetón cubierto por un arco lobulado en su parte superior.En la parte meridional la Portada de las Cadenas, donde destaca un arco de medio punto con tres arquivoltas y sobre estas pueden admirarse cinco esculturas que datan del año 1200 que representan al Salvador rodeado de San Juan, San Pedro, San Pablo y Santiago. Sobre estos, un arco escarzano y encima doce esculturas góticas que representan personajes del Antiguo Testamento. En la portada occidental vemos la Torre de las Campanas (con numerosos impactos de la Guerra de la Independencia) que se eleva sobre el Pórtico del Perdón (visitable una vez se ha accedido al Templo).

Destaca en el interior un impresionante Coro y el Claustro, que forma un cuadrado casi perfecto. Es posible también subir a la torre recorriendo sus más de cien escalones.

- Iglesia de San Pedro y San Isidoro:Resalta la mezcla de estilos arquitectónicos que en ella se pueden contemplar, comenzando por el románico – mudéjar, que no es fácil de encontrar en esta zona y que pertenece a la primera etapa de construcción de la misma. Se puede ver en el ábside y en una parte del muro norte, en el que también se aprecia un arco románico con decoración floral.

En el siglo XVI, Francisco Vázquez ordena la restauración del edificio para convertirlo en su panteón familiar. De esa época se conserva la admirable bóveda estrellada que cubre el templo. Como consecuencia del terremoto de Lisboa del año 1755, tiene que volver a restaurarse en el siglo XVIII y es de esa época la portada meridional. En el interior destaca la talla del Cristo de la Expiración, que procesiona durante la Semana Santa mirobrigense.

- Ayuntamiento y Plaza Mayor: Como en la mayoría de las ciudades, la Plaza Mayor es el centro neurálgico y todo sucede en torno a ella. Antiguamente, era el lugar de celebración del mercado, aquí se reunían los escribanos y se situaba la Iglesia de San Juan (una de las principales de la ciudad). En ella se sitúo el monumento de las Tres Columnas y se reunía el Consistorio, inicialmente en el claustro de la Iglesia de San Juan y más tarde en el elegante edificio que preside la Plaza, como sigue haciéndose en la actualidad.

Este edificio, que data del siglo XVI, ha sufrido diversas restauraciones y una ampliación importante en la que desapareció la mencionada iglesia de San Juan para tomar la forma que vemos hoy. Destacan sus grandes arcos carpaneles y las dos torres que los flanquean. En la torre de la izquierda se pueden ver tres escudos, en la parte superior el de España con el Águila bicéfala y el toisón de oro, debajo el del Ayuntamiento (con las tres columnas) y por último un escudo que podría pertenecer al Corregidor del Ayuntamiento en la época de construcción del edificio.

Si se echa un vistazo al resto de la plaza también s observa otros edificios interesantes, como el de la Antigua Audiencia Real, que hoy se utiliza como alojamiento turístico, o el Palacio del Primer Marqués de Cerralbo, del siglo siglo XVI, con tres plantas en las que destaca la rejería de sus vanos, una maravillosa decoración plateresca sobre los balcones de la segunda planta, columnas encastradas en sus esquinas y los típicos escudos esquineros de los edificios de Ciudad Rodrigo. Una elegante balaustrada corona el edificio.

- Palacio de los Águila: Ordenado construir en el siglo XVI por don Antonio del Águila, alférez mayor y alcaide de la fortaleza, tuvo una ampliación en el siglo XVII. Destaca en el exterior su impresionante portada renacentista con enormes dovelas. Sobre esta un alfiz con los escudos familiares y rematados por las figuras de un león y un águila, simbolizando la familia de los propietarios del edificio.

Desde esta puerta se accede al maravilloso patio plateresco de dos plantas, siendo actualmente algunas de las estancias utilizadas como salas de exposiciones (consultar horario de apertura). En este Palacio se alojó la reina Catalina de Braganza.

- Tres columnas: Este conjunto de tres columnas de época romana, situadas en la entrada de la carretera de Salamanca, dan la bienvenida al visitante que llega a la ciudad por este punto. Se cree que pertenecieron a un templo romano.

Echando un vistazo al conjunto se puede ver en la base del monumento una inscripción de término Augustal. El conjunto ha tenido diferentes emplazamientos como la Plaza Mayor o el Campo de Toledo, hasta llegar a ocupar en el año 1973 el acceso principal a la ciudad.

- Puente Mayor: Presumiblemente de origen romano, no se conservan vestigios de la época. Pueden apreciarse dos etapas constructivas: los arcos más cercanos a la ciudad fueron proyectados por el arquitecto Juan de Sagarvinaga a finales del siglo XVIII, mientras que los cuatro más alejados son de época medieval.

- Verraco: Este es uno de los monumentos más antiguos de la Ciudad. Situado actualmente en la zona del castillo y antiguamente colocado en el Arrabal del Puente, tiene dos metros de longitud, está realizado en granito y representa un cerdo.

Carnaval del Toro

Está considerado uno de los festejos más antiguos de España. Además es uno de los principales festejos de Ciudad Rodrigo. Se conocen como Carnaval del toro por unir en una misma celebración dos tradiciones, la taurina y la carnavalesca. En este sentido, se organizan a diario encierros, capeas y desencierros.

De todas esas celebraciones, destacan el encierro a caballo del Domingo de Carnaval​ y el Toro del Aguardiente (llamado así porque se reparte aguardiente y otras viandas antes del encierro) que se celebra el Martes de Carnaval a primera hora de la mañana.

Algunas teorías apuntan a que, en sus orígenes, el carnaval era utilizado por los habitantes de Miróbriga para comer carne antes del inicio de la cuaresma. Por otro lado, el carácter taurino de la celebración podría derivar del fuerte arraigo que tiene esta manifestación cultural en la zona, con varias ganaderías de toro bravo.

En cuanto a primeros documentos que hacen mención a esta celebración, el archivo histórico municipal de Ciudad Rodrigo conserva un documento de 1418 donde se hace referencia a la colocación de las talanqueras para cuando hubiera que correr los toros.​ Además, otro documento de la época de los Reyes Católicos, de 1493, recrimina a Ciudad Rodrigo el gasto excesivo en estas fiestas, hecho que hace que se considere el carnaval más antiguo de España.

El protagonista de esta fiesta es el toro. Los encierros, capeas y corridas gozan de un gran entusiasmo popular y tienen una participación masiva. Durante la celebración de estas fiestas, un gran número de peñas anima los festejos con sus bandas y sus trajes. Los Carnavales del Toro, que se celebran en Ciudad Rodrigo (Salamanca) y que están declarados como Fiesta de Interés Turístico Nacional, llevan este nombre porque el auténtico protagonista, junto a los disfraces y la música, es el toro.

La fiesta propiamente dicha arranca el Viernes de Carnaval con el encierro de bueyes, mansos y cabestros. Después seguirá el pregón en el que el pregonero mayor, junto a la reina y las damas de la fiesta, dan la bienvenida a Don Carnal. Las luces, colores y música acompañarán a todos los participantes hasta la cogida de barreras, hacia la media noche, cuando los mozos de la villa se apropian de una parte de la talanquera que les pertenecerá durante todas las capeas.

Con la mañana del sábado empiezan los encierros, desencierros y capeas, que serán una constante durante los cuatro días del Carnaval. Pero sin duda, uno de los momentos más bellos de esta fiesta es el encierro a caballo, del domingo por la mañana. La vistosidad de la ganadería corriendo campo a través perseguida por una amalgama de jinetes que la conducen hasta la plaza es un espectáculo digno de ver. El Toro del Aguardiente, que concluye las fiestas, se celebra el Martes de Carnaval. Lleva este nombre porque, previa a la suelta del toro, se reparte aguardiente y perronillas a todos los asistentes. Cuenta con la distinción de Interés Turístico Nacional.

Siega Verde

Muy cerca de Ciudad Rodrigo se encuentra uno de los principales y mejores exponentes del arte paleolítico el sitio arqueológico al aire libre de España, que se llama como Siega Verde. Este yacimiento rupestre fue descubierto el 17 de octubre de 1988 por Manuel Santonja, director del Museo de Salamanca en aquel momento, en el río Águeda, gracias a la información proporcionada por un pastor del entorno cercano.

Las figuras inventariadas fueron realizadas por piqueteado, incisión y abrasión, siendo las representaciones de équidos, uros, ciervos y cabras las más comunes dentro del grupo figurativo zoomorfo, además de otras menos frecuentes como las de renos, rinocerontes lanudos o bisontes; especies hoy extinguidas en estas latitudes, que denotan el carácter Paleolítico de estos grabados.

Desde entonces se han llegado a catalogar más de 500 grabados figurativos zoomorfos y no figurativos o signos abstractos del Paleolítico superior tanto del periodo Gravetiense/Solutrense (20.000 años bp) como del Magdaleniense y Magdaleno-Aziliense (17.000-9.000 años bp); en 96 paneles, a lo largo de un kilómetro.

La zona arqueológica; en la que se encuentra el sitio, fue declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León en 1998.

Este conjunto Paleolítico de Siega Verde, representa a juicio de la Unesco el conjunto más excepcional al aire libre del arte paleolítico en la península ibérica, que se incorpora a la ya reconocida como Patrimonio Mundial, del Valle del Coa en Portugal. Ambos ilustran de forma extraordinaria los temas iconográficos y de organización del Paleolítico superior, mostrando las relaciones sociales, económicas y espirituales de nuestros primeros ancestros.​ Un hecho ratificado, de nuevo, en el mes de mayo de 2018, tras la concesión del distintivo ‘Patrimonio Rupestre Europeo’, el primero de España, por parte del Itinerario Cultural del Consejo de Europa.