Sociedad

Herido por asta de toro en el peligroso tercer encierro de Cuéllar

La cornada ha sido “pequeña", y se ha tratado con "anestesia local”

La villa de Cuéllar celebra el tercer encierro
La villa de Cuéllar celebra el tercer encierro Miriam ChacónIcal

En el ecuador de los tradicionales encierros de Cuéllar, los toros de la ganadería Fuente Ymbro (Cádiz) han protagonizado un encierro muy rápido durante el recorrido y con una alta peligrosidad por la irregular entrada por las calles del pueblo, que ha dejado un herido por asta de toro, con una cornada "pequeña" que ha requerido de una primera intervención en la plaza de toros antes de su traslado al hospital.

Los cinco toros que en la mañana de este martes 29 de agosto corrían los encierros de Cuéllar se han desintegrado en la entrada en el embudo, lo que ha generado incertidumbre en los corredores por la fuerza y velocidad que las reses han protagonizado en las calles Resinas y Las Parras, con embestidas a las talanqueras.

En la llegada a la plaza, unos de los toros ha embestido dentro del recinto a uno de los jóvenes que ha corrido el encierro y, según han confirmado a EFE fuentes del Ayuntamiento, el joven corredor, experimentado, ha sufrido una cornada por asta de toro en el glúteo.

La cornada ha sido “pequeña", y se ha tratado con "anestesia local”, de tal modo que el joven ha sido operado en la enfermería de la plaza de toros de manera urgente, para después ser trasladado al complejo asistencial.

En una mañana fresca y soleada en el tercer encierro de la villa de Cuéllar, el inicio en la zona de campo se ha complicado desde el principio con unos toros muy rápidos y fibrosos que se han ido escapando por las explanadas de la dehesa.

En la llegada al famoso ‘embudo’, los toros se reagrupaban con los cabestros para realizar una entrada limpia al pueblo.

Pero una vez entrado en la villa, los astados han sido los protagonistas embistiendo y creando algo de temor a los corredores, que han generado diferentes grupos de llegada a la plaza de toros.

En la zona de campo, debido a las dificultades de los toros en su traslado, los caballistas y los ayudantes de campo han realizado un esfuerzo importante.

Posteriormente, en el transcurso por las calles de Cuéllar, los pastores y corredores han sabido organizar a los toros para su entrada en la plaza, incluido el último toro algo más rebelde que se ha detenido en varias ocasiones.