
Economía
Ibéricos Montellano, casi 40 años apostando por la calidad y lo artesanal
Carmen Curto asegura a LA RAZÓN que su labor siempre va encaminada a "cuidar y ofrecer lo mejor al cliente, que es lo que más nos importa"

En la tierra del jamón ibérico, la provincia de Salamanca, se encuentra Ibéricos Montellano, una empresa totalmente familiar, en su propiedad y gestión por la familia Curto Hernández, con los padres y sus dos hijos a cargo de los diferentes aspectos de la empresa, desde la gerencia global al departamento de Calidad.
Su pasión y conocimiento viene ya de las generaciones anteriores, dedicadas al mismo negocio desde el comienzo del siglo pasado. Ibéricos Montellano fue fundada en 1989, en Mozárbez, entre Salamanca y Guijuelo, por Carmen Hernández, tercera generación de fabricantes de productos ibéricos de Guijuelo, y su marido Manuel Curto. En la actualidad Carmen Hernández, tras el fallecimiento de ELA de su marido Manuel Curto, sigue dirigiendo esta emblemática empresa, junto a sus hijos Carmen y Manuel Ángel Curto.
Carmen Curto abre las puertas de la LA RAZÓN de esta ejemplar empresa, dedicada a mimar el género desde sus inicios, para hacer un producto único en el que hay que escoger la materia prima adecuada, con controles de calidad tanto en el campo como en fábrica.Asegura, que aunque “no es fácil ser una empresa familiar, porque al final siempre nos llevamos el trabajo a casa”, y la confianza que tienen “les hace decirse las cosas sin filtro”, pero la pasión por la empresa les puede porque “lo llevamos en la sangre”. Y aunque estudiaron carreras no muy relacionadas con el sector del ibérico -Carmen, Periodismo, Publicidad y Marketing Empresarial; y Manuel Ángel Curto, temas más vinculados a la bolsa y los bancos-, ahora trabajan sin descanso, de la mano de su madre, para conseguir que la empresa sea un referente mundial del ibérico.
Y los resultados y numerosos premios con los que han sido distinguidos, les están dando la razón. Un éxito que llega por su apuesta por la calidad, por la elaboración del producto de manera artesanal y por “cuidar al cliente, ya que son los más importantes”, afirma Carmen Curto.
En este sentido, añade que “nosotros y nuestros clientes estamos seguros y convencidos de la calidad de todo lo que hacemos, con lo que cada premio es un reconocimiento añadido para quien aún no haya probado nuestros productos, una garantía que puede llevarle a decidirse y a hacerlo disfrutar”.
Ibéricos Montellano cuenta con su propia “dehesa”, el tradicional bosque mediterráneo lleno de encinas, donde los cerdos pastan libremente durante el año, disfrutando de un ambiente perfecto y calmado, rico en pastos, flores, raíces y setas. En invierno, cuando los frutos de las encinas maduran y caen naturalmente al suelo, los animales obtienen la mayor parte de su dieta de estas bellotas, ricas en ácidos grasos no saturados, que nos brindan la carne más exquisita.
Aparte de su propia finca, la empresa familiar trabaja con ganaderos de total confianza, con relaciones de largo plazo, para asegurar los cerdos de la máxima calidad que serán usados en su producción. Es uno de los elementos claves de su éxito, y todos los años se visitan todas las dehesas para asegurar la calidad del pasto y bellotas, y que su cantidad es suficiente para una dieta equilibrada.

En cuanto a los productos, Carmen Curto resalta que el principal es el jamón de bellota ibérico “El Elegido”, que es un jamón con un contenido en sal muy bajo, que hace que se realcen los sabores y aromas que otorga la alimentación con bellotas, lo que le da un equilibrio perfecto entre lo dulce y lo salado, tal como señalaron varios de los jueces de los premios Grate Taste de Londres. En este concurso internacional ya han recibido importantes reconocimientos como en el año 2.018 con el premio Tenedor de Oro en Londres al Mejor Jamón Ibérico de Bellota. Y en 2023 recibieron tres estrellas en los Great Taste Awards 2023 para El Elegido, jamón ibérico 50% bellota.
“El Elegido” es un jamón con una textura suave, que se derrite en la boca por su alto contenido en ácidos grasos no saturados (oleico, linoleico…). Su curación es larga, lenta y en secaderos naturales para que mantenga la jugosidad y aporte todos los matices a frutos secos de su alimentación.

Además, Carmen Curto pone de relieve el lomo ibérico, el chorizo y el salchichón, “todos ellos elaborados utilizando métodos artesanales y siempre manteniendo la esencia tradicional”. Aunque reconoce que también utilizan las nuevas tecnologías, sobre todo en el proceso del loncheado, ya que “este tipo de empresas nos tenemos que adaptar para no quedarnos obsoletos”.
Pero Ibéricos Montellano también cuenta con productos más novedosos, para las tiendas gourmet y especializadas, que tienen como clientes. Al respecto, destaca la sobrasada ibérica “que tiene de particular que tiene una gran cantidad de magro ibérico, que hace que sea una opción más saludable y que sea más sabrosa. Gusta mucho en la alta hostelería”.
Presencia en todo el mundo
España es el principal mercado para Ibéricos Montellano y para el producto ibérico en general, pero hay más de 20 países que aprecian la calidad de estos productos, entre los que destacan principalmente los de la Unión Europea. "El 30 por ciento de nuestra producción se vende fuera de España.Alemania, donde exportamos ya casi desde 30 años, Italia, Francia, Portugal, y más recientemente Lituania, o Letonia, son los países donde más exportamos, el 70 por ciento del total de las ventas en el exterior", asegura. También desde hace varios años exportan a terceros países (el 30 por ciento de la exportación): Japón o Hong Kong en Asia, y Argentina o México en Sudamérica.
Carmen Curto también deja claro que “su estrategia fuera de España es la misma que en nuestro país; buscar clientes cuyo factor diferencial sea claramente la calidad de los productos que distribuyen, ayudados por una imagen muy cuidada que así lo transmita”.
Sobre el futuro indica que el objetivo “es seguir haciendo las cosas bien, no queremos crecer mucho en cantidad, porque no podríamos hacer las cosas con el cuidado con las que hacemos actualmente. Queremos mantenernos en el mercado, cuidando a nuestros clientes, que son lo más importantes, así como potenciar el área del loncheado, porque nos hemos dado cuenta de que la gente ahora prefiere el producto loncheado y piezas más pequeñas, lo que podemos denominar como consumo más fácil”.
Por último, Carmen Curto se muestra orgullosa de la aportación que realizan este tipo de empresas familiares, al impulso del medio rural de nuestro país, ya que el sector agroalimentario es uno de los principales motores económicos, sobre todo en Castilla y León, y que permite que pequeños pueblos, como puede ser Mozárbez, puedan seguir teniendo vida, por el empleo y la riqueza que generan en la zona. Eso si le pide a las administraciones “más apoyo” para seguir teniendo futuro, porque “sí que es verdad que estamos un poco olvidados, sobre todo en el tema de la exportación y para acudir a ferias, para lo cual cada vez rebajan más las ayudas”.
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