Opinión

Médicos en pie de guerra

"Lo primero es dejar claro que, España, cuenta con estupendos profesionales de la Medicina: bien preparados, diligentes, que se gastan y se desgastan por aliviar el sufrimiento, sanar y ser útiles"

Médicos de toda España protestan en Madrid contra la reforma de su estatuto: "Somos médicos, no esclavos"
Médicos de toda España protestan en Madrid contra la reforma de su estatuto: "Somos médicos, no esclavos"Europa Press

Protestan los médicos y tienen toda la razón. Estamos ante una bomba de relojería que podría conducir a lo peor, si no se toman medidas inmediatas. Lo primero es dejar claro que, España, cuenta con estupendos profesionales de la Medicina: bien preparados, diligentes, que se gastan y se desgastan por aliviar el sufrimiento, sanar y ser útiles.

Contamos, además, con una gran mayoría de ellos que pertenecen a esa escuela de médicos humanistas que ha dado nuestro país, desde Gregorio Marañón y Pío Ortega a Antonio Otero. Muy mal tienen que estar las cosas, para que ellos, que generalmente aguantan hasta la extenuación, tomen la calle. Pero es que no les queda otra.

Pretende el Gobierno que hagan sus interminables guardias gratis et amore y no reconocerles lo que su esforzada formación de años, responsabilidad y entrega merecen. Es inaceptable que los médicos españoles sean de los peores retribuidos de Europa. Llegados a este punto, pienso en el poeta zamorano León Felipe: "yo sé pocas cosas, es verdad, digo tan sólo lo que he visto". Pues, este gacetillero, lo que ha visto en su paso por consultas y hospitales de la sanidad pública, ha sido impecable: personas vocacionales, ocupadas con eficacia en su tarea.

España no puede tratar a sus médicos como lo está haciendo. Basta ya de exprimirlos sin medida y no escucharlos. De tanto tensar la cuerda se va a romper. Esto es muy sencillo: que recorten nuestros mandamás de sean inútiles, camelancias y mamandurrias y que les den lo que piden, porque nos va la vida en ello. ¿Tan difícil es entender que, si algo proporciona holgura a cualquier sociedad, la humaniza y hace la vida más vividera, es una buena Sanidad? Pues a que esperan nuestros mandamás para resolver, en tiempo y forma, una situación que se ha vuelto insostenible.

La sobrecarga de trabajo y la precariedad laboral en la Medicina, son una realidad que se constata en el momento que pisas un hospital y escuchas a los profesionales: consultas masificadas, sueldos bajos, presión de los pacientes, escasos incentivos... esto es lo que hay y lo que urge cambiar cuanto antes.

La inmensa mayoría de los españoles valora a sus médicos y tiene experiencias positivas que contar. La profesionalidad, el desvelo por aliviar al paciente y el trato humano de la sanidad pública española, con sus médicos de familia y especialistas a la cabeza, no se encuentra fuera fácilmente. Los médicos lo dan todo por cuidar a sus pacientes; lo vienen demostrando desde hace años.

Pero necesitan unas condiciones que infelizmente no se dan. Lo que vemos resulta inaceptable: por ejemplo, hacernos creer que es normal que los médicos se maten a hacer horas extras, para compensar la escasez de personal. Hay que dejar de marear la perdiz, reequilibrar el sistema, e invertir lo que haga falta, para una planificación realista de los médicos que necesitamos y vamos a necesitar. Hay que escucharles y atender sus demandas. Este, y no otro, es el camino.