Curiosidades

La megaconstrucción de Franco con la que España se asomó al mundo

Situada en la provincia de Salamanca, fue en su momento la presa que generaba más electricidad de Europa occidental además de un plató de cine

Vista aérea de la presa de Aldeadávila (Salamanca)
Vista aérea de la presa de Aldeadávila (Salamanca)La RazónLa Razón

Este 2025 se cumplen 50 años de la muerte del general, dictador y jefe del Estado desde 1936 hasta 1975, Francisco Franco, y el Gobierno de Sánchez, en su afán por seguir instrumentalizando políticamente su figura , prepara un centenar de actos bajo el lema «España en libertad», vinculando su fallecimiento con la llegada de la democracia. Según fuentes del Ejecutivo central, para poner en valor la "gran transformación" en este medio siglo de democracia y «homenajear" a las personas que la hicieron posible».

Un año en el que se van a llevar a cabo, según el Gobierno, "actividades culturales, eventos de diversa índole, en escuelas, calles, y museos» a partir de enero y todavía por concretar. Y entre los hitos se prevé también "consolidar" la Ley de Memoria Democrática con el impulso definitivo a la disolución de la Fundación Francisco Franco.

Pues aprovechando este año en el que se cumple medio siglo de la muerte de Franco, desde estas líneas dominicales queremos recordar una de las obras de infraestructuras que se construyeron durante su régimen en la provincia de Salamanca y que en su momento fue el emblema de esa España que trataba de asomarse al mundo.

El Valle de los Caídos es, sin lugar a dudas, la megaconstrucción por excelencia del franquismo, pero el general llevó a cabo muchas otras infraestructuras en sus casi cuarenta años de Dictadura. Desde el Plan Badajoz, símbolo de la nueva España rural, al espectacular desarrollo de la ingeniería naval en los grandes astilleros.

Pero el caso que ocupa estas líneas, tiene más que ver con la industria energética, a la que Franco también le dedicó su tiempo e importancia con el objetivo de abastecer a ciudadanos y empresas y, de paso, dar un impulso un país que buscaba su hueco en el panorama internacional.

La central nuclear de Zorita es un buen ejemplo, pero también las más de quinientas presas, embalses y pantanos que se construyeron bajo su mandato. Centrales energéticas que hoy en día siguen funcionando y generando energía como es el caso de la presa salmantina de Aldeadávila, frontera natural con Portugal y situada en las espectaculares Arribes del Duero.

Fue en el año 1960 cuando se puso en marcha esta infraestructura que se inauguró dos años más tarde convirtiéndose en ese momento en la mayor pared vertical artificial así como en la presa que generaba más electricidad de Europa occidental.

En la actualidad, el embalse sigue activo y supone más del 10 por ciento de la generación media hidroeléctrica de España. De hecho, con lo que se genera se puede abastecer a más de 250.000 hogares españoles gracias a los más de 115 hectómetros cúbicos que puede llegar a embalsar en sus 368 hectáreas de superficie.

Aldeadávila forma parte del sistema hidroeléctrico conocido como los Saltos del Duero, uno de los atractivos turísticos más visitados en la provincia de Salamanca. "El entorno más bello, agreste y más impresionante paisaje de España entera", como así lo definió el filósofo, escritor y ex rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, del que precisamente esta pasada Nochevieja se cumplieron 88 años de su muerte en 1936.

Un entorno impresionante, parafraseando a Unamuno, por cuanto quien se acerca a este lugar y el Poblado del Salto de Aldeadávila, la Verde o Santa Marina, queda prendado de sus rincones increíbles y de unas panorámicas sin igual.

De hecho, cabe señalar que el río Duero recorre más de 700 kilómetros por territorio castellano y leonés, y su último tramo antes de adentrarse en tierras portuguesas es el lugar escogido a principios del siglo XX para ubicar varios embalses con saltos de agua y centrales hidroeléctricas.

Aldeadávila es uno de ellos, junto a Saucelle, Almendra, Ricobayo, Villalcampo y El Castro.

Pero además de por su belleza y capacidad de producir energía, la presa de Aldeadávila consiguió fama mundial a través del séptimo arte, para orgullo de Franco y la España de la Dictadura, gracias, sobre todo, a que este lugar fue escenario de rodaje de varias escenas de la película Doctor Zhivago, de David Lean, uno de los mayores éxitos de la historia en el mundo del celuloide así como de las más taquilleras en los cines.

Para la historia del cine y de la presa ha quedado ese momento del filme mientras está desembalsando agua y vertiendo chorros de agua por su superficie. El embalse se mostró en todo su esplendor al mundo entero de la mano de este filme que, como curiosidad, estaba prohibido por las autoridades rusas del momento.

La película, estrenada en el verano de 1965, supuso el espaldarazo que necesitaba Franco y su régimen para poner a España en el mapa mundial y se consiguió.

Pero la aventura cinematográfica del Salto de Aldeadávila continuó con otras películas, también de relumbrón y muy reconocidas, como La Cabina, de Antonio Mercero, uno de los hitos del cine español, que se estrenó en 1972 durante el tardofranquismo con José Luis López Vázquez como protagonista.

La presa de Aldeadávila, escenario de la décima entrega de Fast & Furious
La presa de Aldeadávila, escenario de la décima entrega de Fast & FuriousIberdrolaLa Razón

Si bien, en este caso, no son los chorros de agua los protagonistas sino las galerías subterráneas de la presa las que acaparan el centro de atención en algunas de las escenas. Mercero rodó allí, en una especie de fábrica de rehabilitación de cabinas en las entrañas de la presa, la parte final de la película.

La tercera aparición de la presa en el mundo del celuloide se produjo en "Terminator; destino final", James Cameron, mientras que hace ocho años, en 2016, el embalse protagonizó una campaña publicitaria de la empresa japonesa Fujitsu.

La décima entrega de Fast&Furious; la serie "30 monedas", de Álex de la Iglesia; y un documental sobre las "Megaestructuras Franquistas", también han tenido a este embalse como espacio de rodaje.

La presa de Aldeadávila es un lugar paradisiaco que hay visitar alguna vez en la vida, sobre todo para disfrutar de sus vistas panorámicas impresionantes del río Duero y de los alrededores. Es un lugar perfecto para tomar fotografías y gozar de la naturaleza en su esplendor.

También para los amantes del senderismo hay muchas rutas disponibles y para los amantes de la observación de aves es una zona de gran interés, ya que es un lugar de paso para muchas especies migratorias y se pueden observar aves como las águilas o los buitres.