Más de 2.500 ovejas merinas tomaron este jueves las carreteras de la provincia de León y de su capital con motivo de su traslado desde Sahelices de Payuelo hasta el Puerto de Fontanales, en la localidad de Robledo de Caldas, donde permanecerán durante dos meses.

Una imagen que llevaba la sorpesa a la capital leonesa, poco habituada en estos tiempos que corren a este tipo de actividades, pues no es muy normal en una gran ciudad ver a miles de ovejas caminando por el asfalto.

Los leoneses detenían sus coches y sacaban los móviles para inmortalizar el momento.

La trashumancia comenzó el pasado martes en el entorno de El Burgo Ranero, con ovejas procedentes también de Villamuñío y La Aldea del Puente, donde la familia Díaz mantiene los pastos de invierno.

Se trata de la tercera jornada de esta trashumancia, que partió de Sahelices del Payuelo y que en el día de hoy culminará en Camposagrado, donde harán noche.

Los hermanos Luis Manuel y Carlos Diaz Bango mantienen así viva esta tradición que ya hacían sus bisabuelos, abuelos y padres.

Durante el día de mañana, se desplazarán a Mirantes de Luna, donde también dormirán, para finalmente llegar al Puerto de Fontanales, donde se encuentra la pradera en la que pasarán dos meses de verano “buscando pastos más verdes”.

Trascurrida la época estival, las ovejas harán de nuevo el mismo recorrido, pero esta vez a la inversa y “de forma más lenta”, ya que “muchas de ellas volverán preñadas”, y regresarán a los lugares donde pasan el invierno.