
Medio ambiente
Las redes de calor con biomasa se abren paso también en el medio rural
La Junta invierte más de 2,5 millones en la nueva estación de la localidad segoviana de Cuéllar

Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, el Gobierno autonómico prosigue con su apuesta por llevar las redes de calor con biomasa por toda la comunidad. De hecho, desde hace más de una década la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), dependiente de la Junta, ha desarrollado redes de calor con biomasa en diferentes puntos de la región, con una inversión global de 77 millones de euros. Unas instalaciones que en estos momentos proporcionan suministro térmico a 150 edificios públicos y 2.900 viviendas, alcanzando una potencia total cercana a los 100 MW y más de 70 kilómetros de canalizaciones.
Si bien, esta apuesta no se para ahí, ya que Somacyl prevé invertir 140 millones de euros adicionales en los próximos años para seguir ampliando la red de calor con biomasa en ciudades como Salamanca, Segovia y León, con el objetivo de alcanzar en 2030 los 230 MW de potencia renovable instalada y 180 kilómetros de distribución de agua caliente.
También el medio rural se está beneficiando de esta apuesta por la biomasa como red de calor. Es el caso de la localidad segoviana de Cuéllar , que cuenta con una nueva central de Biomasa de la red de calor, a la que la Junta ha destinado 2,6 millones de euros a través de un convenio de colaboración de quince años de validez con el Ayuntamiento que preside el socialista Carlos Fraile.
Así lo ponía de manifiesto este lunes el consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones durante su visita a estas instalaciones, en las que detalló que sustituirá a la anterior con la adquisición de dos calderas, de dos y tres megavatios, respectivamente.
“Es una instalación que va a generar calor para los edificios municipales, entre ellos el próximo centro de salud", destacaba Suárez-Quiñones, al tiempo que explicaba que esta central alimentará a las seis comunidades de vecinos, con 228 usuarios, y en torno a 24 viviendas unifamiliares .
Las obras de modernización contemplan la instalación de dos nuevas calderas de biomasa de 2 y 3 MW de potencia térmica, la implantación de filtros de mangas y multiciclones para depuración de humos, la sustitución de equipos de bombeo por otros más eficientes, así como la renovación de las instalaciones eléctricas y de protección contra incendios. Además, se ampliará el edificio de la central para albergar los nuevos equipos y se construirá una zona de oficinas y control.
El biocombustible utilizado será astilla forestal procedente de trabajos silvícolas en los montes de Castilla y León, con un consumo anual estimado de 2.500 toneladas, lo que supondrá una reducción de emisiones de 1.850 toneladas de CO₂ al año frente a los combustibles fósiles, "y permitirá extraerla de nuestros montes, hacerlos más resistentes y eliminar combustible para los incendios”, destacaba
La nueva planta vendrá dotada de placas fotovoltaicas para el autoconsumo eléctrico sostenible de la instalación.
"Estamos comprometidos con la sostenibilidad y el ahorro de las familias, pero también con los bosques y con favorecer la prevención a través de la limpieza y aprovechamiento de este recurso”, finalizaba Suárez-Quiñones.
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