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Gastronomía
Catilla y León es una comunidad histórica, formada por los antiguos Reinos de Castilla y de León, que puede presumir, y de hecho lo hace,de un patrimonio cultural, monumental o medioambiental espectacular a lo largo de sus 2.248 municipios, incluido el más antiguo de España, Brañosera, con 1.200 años. Casi nada.
Municipios, grandes medianos y pequeños sobre todo, que esconden algún tesoro que no deja indiferente a nadie, en los que se puede desconectar del mundanal ruido durante unos días buscando paz y tranquilidad, pero también comer bien y beber mejor. Porque esta es otra de las caracetrísticas de este tierra, su gastronomía, que se apoya en productos únicos y de calidad que no se encuentran en ningún otro lugar, de ahí que Castilla y León esté considerada también como la despensa de España.
Una comunidad que cuenta con muchs y buenos chefs así como restaurantes con Estrella Michelin o Soletes de Repsol, pero también hay otros establecimientos con enjundia que hacen las delicias de los más sibaritas en la comida, y que, además, tienen de clientes a numerosos famosos y personajes de relumbrón de la vida social española y en todos los ámbitos.
Es el caso del restaurante que ocupa estas líneas de LA RAZÓN: La Parrilla de San Lorenzo. Un local inaugurado en 1988 y que está situado en pleno centro histórico de Valladolid, la ciudad de las tapas en España. Concretamente se sitúa en la parte baja del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.
Un local emblema de la cocina vallisoletana, conformado como un Asador de estilo Castellano, con horno y parrilla de leña de encina a la vista del comensal, donde el lechazo de Castilla y León I.G.P es su plato estrella, donde adquiere su máxima expresión e incluso tro a dimensión. Un cordero lechal que preparan en horno de leña, despacio, sin prisas y, sobre todo, con respeto a este producto tan vallisoletano, y que se puede pedir entero o en chuletillas.
También destacan sus carnes de ternera y buey a la parrilla, además de una gran variedad de pescados, como la lubina. "Un tributo al producto de calidad y al respeto por el fuego lento, que se elabora con mimo, sin prisas y con el punto justo de cocción para conservar todo su sabor natural, y acompañada por un fondo de cocina que habla de oficio y tradición", según cuentan en sus redes sociales.
No falta en su carta unas gambas salteadas con hojas marinas y fritura de la tierra, sus carnes escabechadas de caza, almejas a la gallega con ajo castellano y un toque de vinagre balsámicoo o el tradicional revuelto Castellano, con patata paja crujiente, delicadas arenas de boletus, huevos frescos, gambas, calabacín y el inconfundible aroma del jamón ibérico.
Tampoco faltan otros platos típicos de varias provincias de Castilla y León, como el cochinillo de Segovia, el chuletón de Ávila, pasando por elarroz a la zamoranao el cocido maragato de León.
Y de postre, quien visite La Parrilla de San Lorenzo no debe de dejar de probar su espectacular tarta de queso, cremosa y suave. Ideal para tener un dulce recuerdo del ágape.
Además. en la ciudad de la tapa por antonomasia, no podía faltar un pincho de cocina en miniatura en La Parrilla de San Lorenzo, que cuenta con bocado único: “Los lunes al sol”. Una tapa que ganó el Primer Premio del Concurso Nacional de Pinchos y Tapas Ciudad de Valladolid 2024.
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Y todo ello sin descuidar su magnífica y extensa bodega con más de 300 referencias vinícolas de todo el mundo, pero con especial protagonismo para las DO de Valladolid, como Ribera de Duero, Cigales, Toro o Rueda.
La Parrilla de San Lorenzo es un local histórico donde las haya en la capital del Pisuerga -lleva más de 30 años en la vanguardia de la gastronomía vallisoletana-, y recorrer sus galerías supone viajar a otro tiempo.
Paredes de piedra, bóvedas centenarias y detalles artísticos que envuelven al comensal en una atmósfera íntima y única. Un local con enjundia cuya historia no es un decorado, sino una parte esencial de su alma.
Por todo ello y mucho más aparece en la Guía Repsol como restaurante recomendado. Y es más que habitual ver a rostros conocidos de la vida social española o de la prensa de corazón comer en este céntrico restaurante vallisoletano.
Por allí muchos actores y actrices como Juan Echanove, María Galiana, Antonio Resines, Raúl Arévalo, Carlos Areces o José Coronado. También cantantes como Joan Manuel Serrat, Manu Tenorio, Taburete o Perales; exfutbolistas, técnicos y presidentes de club como Fernando Hierro, Vicente del Bosque, Roberto Carlos, Enrique Cerezo o Ronaldo Nazario, que hasta hace no mucho ha sido el presidente del Real Valladolid de fútbol; cineastas como Álex de la Iglesia o Raúl Arévalo. Humoristas como Juan Antonio Muñoz, de Cruz y Raya; los actores, directores, guionistas y productores españoles, Javier Calvo y Javier Ambrossi, más conocidos como "Los Javis".
También han comido allí el jinete Cayetano Martínez de Irujo, el periodista Carlos Herrera o el también prestigioso comunicador Iker Jiménez y su mujer, Carmen Porter, líderes de audiencia en Cuatro con su emblemático Cuarto Milenio, pero también con "Horizonte", que lo está petando literalmente.
Todos ellos forman parte de una lista interminable de comensales que han pasado por este templo gastronómico de Valladolid, que a buen seguro repetirán.
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