El sector editorial de Castilla y León alcanza un “récord histórico” en exportación de libros

El sector editorial de Castilla y León alcanzó el pasado año un “récord histórico” en exportación de libros. Los editores de la Comunidad exportaron obras en 2022 por valor de 12,34 millones de euros, cantidad un 0,3 por ciento superior a la de 2021 y es un 7,4 más que la registrada en 2019, confirmando la “tendencia positiva” de internacionalización del sector, según evidenció este lunes la viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, quien inauguró en Salamanca el VIII Encuentro Internacional de Editores de Castilla y León.

El Gremio de Editores de Castilla y León y la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte impulsan esta iniciativa que, del 8 al 10 de octubre, reúne a 13 editoriales de la Comunidad con distribuidoras y comercializadoras del libro procedentes de Hispanoamérica. El Gremio de Editores de Castilla y León asocia a 25 editoriales y realiza una “importante labor” de difusión tanto de escritores castellanos y leoneses, consagrados y noveles, como de temáticas regionales, incluyendo el patrimonio, el turismo y la cultura de la Comunidad, divulgando las mismas a lectores tanto nacionales como internacionales.

Sancho señaló, en declaraciones recogidas por Ical en el Colegio Arzobispo Fonseca, que el sector editorial “no solo es una de las principales industrias culturales en Castilla y León, sino que además proyecta la creación literaria de nuestros escritores, a los que también queremos difundir internacionalmente, así como nuestra lengua castellana”. “Los libros son los mejores embajadores de nuestra cultura y nuestra literatura, tanto para los lectores en español como para los 24 millones de personas que, a fecha actual, estudian español en el mundo”, cifró la viceconsejera.

Mar Sancho recordó que en los últimos años, varias de las editoriales del Gremio han sido galardonadas con distintos premios “de reconocido prestigio” tanto en el ámbito nacional como internacional. “Es decir, que celebramos hoy el libro, nuestro mejor embajador, sin ninguna duda, de Salamanca y de Castilla y León, un embajador de nuestra cultura, de nuestras letras y de nuestra tierra”, matizó.

En el VIII Encuentro Internacional de Editores en Castilla y León en Salamanca participan, junto a las editoriales de Castilla y León, una decena de distribuidores y compradores de libros de México, Argentina, Colombia, República Dominicana, Panamá y Estados Unidos.

“El principal destino de esas exportaciones por razones idiomáticas, evidentemente, es Hispanoamérica, y dentro de esos países hispanoamericanos el principal país donde llegan libros de nuestras editoriales es México, pero además también se han ido ganando otros ámbitos importantes. “Cada vez hay más estudiantes de español, no solamente allí, sino en todo el mundo. Hay 24 millones de personas a fecha de hoy que estudian español en el planeta y que son potenciales lectores para nuestros libros y para nuestros autores”, explicó.

De hecho, el margen de crecimiento para las exportaciones de libros, aprovechando la buena imagen del sector editorial de Castilla y León en Hispanoamérica y el incremento de la lectura de libros en español en países como los Estados Unidos, es uno de los objetivos de este Encuentro Internacional de Editores. La internacionalización es, a fecha actual, una de las fortalezas crecientes de Castilla y León, que en 2022 ha sido la comunidad autónoma de España con mayor tasa de variación interanual en sus exportaciones, con un 16 por ciento.

Salud del sector

El presidente del Gremio de Editores de Castilla y León, Héctor Escobar, destacó, por su parte, que este VIII Encuentro Internacional de Editores en Castilla y León se incluye entre una multiplicidad de acciones de internacionalización que, con la colaboración de la Junta de Castilla y León, el Gremio organiza a lo largo del año, estando presentes en las ferias del libro más importantes del mundo. “Estamos poniendo en valor no solo nuestro sector editorial, también el lingüístico, patrimonial, histórico, creativo y, de manera muy especial, el literario”, apostilló.

Además, quiso subrayar la diversidad de editoriales de la que goza la Comunidad. “Quizás lo más significativo es que somos editoriales que tenemos cada uno una identidad propia, cada uno tiene una forma distinta de editar, unos se limitan a géneros que tienen que ver, pues a lo mejor con la poesía, otros con el teatro, otros con el tema bélico, aunque ahora parece que está muy de moda el tema bélico, por desgracia, pero es así, con el ámbito académico, con literatura infantil y juvenil”.

Así quiso poner en valor esta “especie de dispersión cultural” que aporta riqueza al sector. “Está maravillosamente llevada a cabo por todos mis compañeros, muchos de ellos, y muchos de los que están aquí, han recibido premios muy importantes a nivel nacional e internacional y nos sentemos muy orgullosos. Porque parece dar la sensación siempre que cuando estás en un entorno próximo, local o regional, no se le da tanta importancia a esa labor como cuando viene de fuera. Y estamos en muchos rincones del mundo, estamos haciendo el labor que está siendo muy reconocida en muchos ámbitos”, comentó.

Por último, dejó atrás la presunta “amenaza” del libro electrónico y abrazó cualquier tipo de formato. “No son amenazas, en el fondo son otras formas de llevar la lectura. Y sí que es verdad que la belleza de un libro en papel nunca será supuestamente suplida ni por inteligencias artificiales ni por tecnologías. La belleza se encuentra en las palabras recogidas en papel, encuadernadas en libros maravillosos y que se pueden estar en la estantería eternamente, que lo único que pasará de vez en cuando es el polvo. Pero poca cosa más. El libro en papel va a perdurar toda la vida, porque la belleza perdura y el libro también”, concluyó.