Medio Ambiente
Un verano tranquilo deja dos incendios de nivel 2 y cinco de 1 en León, Zamora y Ávila
Castilla y León anota cientos de conatos, fuegos menores a una hectárea, que constatan la alta efectividad del operativo contra los fuegos
Es innegable. Castilla y León vive un verano tranquilo en materia de incendios forestales. Más si cabe si se compara con el desastroso y dramático 2022, cuando se calcinaron 81.716 hectáreas, de las que el 55 por ciento eran arboladas. En lo que va de verano se han anotado dos incendios de nivel 2 en León y Zamora y otros cinco de nivel 1 en León, Zamora y Ávila. Solo el 15 de julio de 2022, para contextualizar las cifras, se produjeron 35 incendios forestales, seis de ellos en nivel 1 y 2.
Como contraprestación, la Comunidad ha registrado cientos de conatos, aquellos fuegos menores a una hectárea, que constatan la alta efectividad del operativo contra incendios. No en vano, el operativo, tras los acuerdos alcanzados en septiembre del pasado año en el marco del Diálogo Social, es más numeroso en personal y cuenta con mayores recursos económicos.
Así, durante este verano, los incendios de nivel 1 y 2 se han concentrado principalmente en el mes de agosto. Es el caso de los dos más graves hasta el momento, en base a su declaración, en San Bartolomé de Rueda (León) y Fornillos de Aliste (Zamora). El primero de ellos se originó el 23 de agosto y dejó una superficie total calcinada de 296,16 hectáreas, de las que 227,15 pertenecen a terreno arbolado de pinar y roble. La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio revela también que 20 hectáreas del terreno afectado corresponden a matorral y las 50 restantes fueron de superficie agrícola. El fuego no se controló hasta seis días después de su origen.
El otro que alcanzó el nivel 2 del Infocal se declaró en Fornillos de Aliste. Una colilla mal apagada y arrojada con imprudencia a la cuneta fue la causante del incendio forestal declarado el 29 de agosto, minutos antes de las 14 horas, en esta localidad que pertenece al término municipal de Fonfría.
Los agentes medioambientales y personal técnico determinaron la causa del incendio gracias al estudio científico de las evidencias físicas. El fuego, que se originó en la cuneta derecha en dirección a Zamora de la carretera N-122 a la altura del punto kilométrico 505, llegó a cortar el tráfico de la vía, motivo por el que se declaró de nivel 2. Por fortuna, solo calcinó 2,23 hectáreas de vegetación arbustiva en monte de utilidad pública.
Cinco de nivel 1
De los cinco incendios de nivel 1 que se originaron en la Comunidad, tres se encontraban en León y dos en Ávila. Cronológicamente, el primero de ellos sucedió el día 19 de julio en Aliseda de Tormes (Ávila). El fuego se declaró de nivel 1 a la mañana siguiente por la previsión de más de doce horas de trabajo para su control al encontrarse situado en una zona con mucha roca y matorral.
Tres días después, en Santa Colomba de Curueño (León), se detectó un fuego que estuvo más de una semana activo y que acabó con alrededor de 645 hectáreas, de las que un centenar eran de arbolado y el resto, matorral y monte bajo; y en Busmayor, perteneciente al término municipal de Barjas, en la comarca de El Bierzo, el 22 de agosto se inició otro fuego por la acción de rayos.
Por último, el 1 de septiembre se declaró un incendio en Villafrea de la Reina (León), dentro del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, que afectó solamente a una zona de nueve hectáreas de repoblación de pino, roble y matorral. Se declaró nivel 1 porque sus “efectos ambientales en la evaluación del impacto global superan los valores establecidos”, según explicó la Junta, y estuvo dos días activo.
Igualmente, otro incendio en Nava del Barco (Ávila), el 2 de septiembre (tardó dos días en extinguirse), arrasó en global algo más de 70 hectáreas. De ellas, 46,16 corresponden a arbolado y 24, a matorral.
Zona afectada gravemente
Precisamente, el Consejo de Ministros acordó declarar esta semana como zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil (ZAEPC) todo el área dañada por cinco de estos siete incendios registrados este verano en Castilla y León. Concretamente, todos menos los de septiembre.
En total, esta declaración se abre a zonas afectadas por estos incendios para que puedan solicitar las ayudas previstas para paliar daños personales, materiales en vivienda y enseres y en establecimientos industriales, mercantiles y de otros servicios; así como las que corresponden corporaciones locales cuyos territorios se vieron afectados por el fuego. Se conceden con apoyo en el principio de solidaridad interterritorial y de manera subsidiaria, para complementar las actuaciones que, en ejercicio de sus competencias, tienen encomendadas las comunidades autónomas.
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