Turismo
Explosión primaveral en el Valle de Caderechas burgalés
Este es el mejor momento para ver el espectáculo de la floración de cerezos en el norte de la comarca de La Bureba
Nos desplazamos hasta la, para muy algunos, desconocida provincia de Burgos. A un valle precioso que merece una visita y más en estos momentos para vivir in situ uno delos mayores espectáculos de la primavera como es la floración de los cerezos. Para ello nos adentramos en el valle de Caderechas, ubicado en el noroeste de la comarca de La Bureba, al norte de la provincia. Cientos de cerezos en flor salpicado con pintorescos pueblos.
Se puede acceder de tres maneras al valle, Por un lado por la localidad de Terminón. También por Salas de Bureba y por último desde el páramo de Masa, entrando por Hozabejas. Un valle que es una sucesión de valles interconectados y la erosión de las paredes calcáreas han conformado un gran meando fluvial. Un espacio con un llamativo paisaje, plagado de sensaciones para el viajero, y donde el protagonismo lo comparten los cerezos y manzanos.
Y es que es enorme la expectación que despierta cada primavera, la floración de los cerezos y otros frutales que atraen a cientos de visitantes a estas zonas, como se pudo comprobar el pasado puente del 1 de mayo. Estamos hablando también de un espacio incluido dentro de la red "Natura 2000" por el destacado valor del medio natural que alberga, con infinidad de aves y rapaces.
Y son muchas las localidades que comprende como Aguas Cándidas, Bentretea, Cantabrana, Castellanos de Bureba, Herrera de Valdivielso, Hozabejas, Huéspeda, Madrid de las Caderechas, Ojeda, Padrones de Bureba, Quintanaopio, Río-Quintanilla, Rucandio, Salas de Bureba y Terminón, todas ellas atesorando un destacado patrimonio artístico, arquitectónico, cultural y etnográfico, pasando por muchos estilos que van desde el románico hasta el neoclásico sin olvidar la arquitectura popular y su patrimonio preindustrial.
En Salas de Bureba predominan las casona señoriales, mientras que en Aguas Cándidas, con manantiales de agua transparente podemos disfrutar de las casas campesinas o de su templo parroquial.
Otra de las aldeas que hay que visitar es Madrid de las Caderechas, un pueblo silencioso donde se pueden observar unas magníficas vistas o Rucandio, para adentrarnos en una localidad, aún hoy, con mucho sabor medieval o Huéspeda, también con una excelente panorámica sobre todo el valle, con sus tradicionales casas de piedra y que goza de uno de los templos más antiguos de la provincia como es la ermita de Santa Marina.
Y uno no puede abandonar este lugar sin probar los frutos de estas tierras con Marcas de Garantía incluidas. Por un lado, la cereza con diez variedades, cuya recolección empieza en junio y se prolonga hasta agosto y la manzana reineta del Valle de Las Caderechas, con dos variedades, iniciándose su recolección allá por septiembre.
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