Rutas invernales

Monasterios, desfiladeros y cine por tierras del Arlanza

Una ruta para descubrir extensos sabinares, un patrimonio único y lugares donde han sucedido grandes gestas castellanas

Monasterio de Santo Domingo de Silos con el famoso ciprés en el centro
Monasterio de Santo Domingo de Silos con el famoso ciprés en el centroEduardo MargaretoIcal

Referirse a las tierras del Arlanza, en la provincia de Burgos, es hablar de importantes enclaves religiosos, patrimoniales y naturales de Castilla y León. Lugares que han dado lugar a un sinfín de leyendas, gestas castellanas y cuna de grandes romances y sonetos. Un patrimonio único y extraordinario, que arranca desde la villa ducal de Lerma, pasando por varias localidades como Covarrubias, y donde nos espera el monasterios de Santo Domingo de Silos. Y a su vera, el desfiladero de La Yecla, los sabinares más extensos de la Unión Europea y un cementerio de cine muy particular.

Localidad burgalesa de Lerma
Localidad burgalesa de LermaSodebur

Nuestra primera parada nos lleva hasta Lerma donde se yergue el palacio del Duque de Lerma, aquel valido del Rey, del que cuentan que fue el hombre más rico y poderoso de España, teniendo más poder que Felipe III, debido a sus sobornos y cadena de favores. Merece la pena también acercarse hasta la iglesia colegiata de San Pedro, una vía que conduce a los numerosos conventos existentes en esta localidad, con una gastronomía sin parangón y donde la dulcería abre el apetito hasta a los menos golosos.

Sabinares del Arlanza
Sabinares del ArlanzaLa Razón

Seguimos nuestra ruta por las Riberas del Arlanza, descubriendo los que dicen que son los mejores sabinares conservados del planeta. Algunas de sus sabinas son doblemente milenarias. Unas amplias extensiones que albergan encinas, rebollos o quejigos donde moran en libertad halcones peregrinos, buitres leonados así como mamíferos, difíciles de ver como corzos o jabalíes.

Desfiladero de La Yecla
Desfiladero de La YeclaLa Razón

Precisamente, podemos descubrir una amplia colonia de buitres en uno de los enclaves más espectaculares que se pueden ver en toda España, el desfiladero de La Yecla. Una estrecha y profunda garganta, donde el silencio, solo interrumpido por el discurrir del agua, se apodera de esta cavidad, que es una delicia disfrutar, sobre todo si se va con niños.

A escasos kilómetros subyacen las ruinas del monasterio de San Pedro y a escasos kilómetros otra localidad ungida por la vida regia y monástica, Covarrubias. Sus aires medievales saturan esta villa que dieron lugar a romances legendarios. Visita obligada su Colegiata, la iglesia de Santo Tomé, y disfrutar del entramado castellano de sus calles.

Covarrubias
CovarrubiasIcal

Y llegamos a la joya de la corona. Santo Domingo de Silos. Su monasterio sobresale sobre cualquier otras joyas patrimoniales de la localidad, que las hay. Una auténtica reliquia patrimonial del románico universal, que sobrevive a los embates del tiempo, y a un incendio que el pasado año amenazó su existencia y que año tras año atrae a miles de visitantes.

Biblioteca del monasterio de Santo Domingo de Silos
Biblioteca del monasterio de Santo Domingo de SilosEduardo Margareto/Ical

El viejo cenobio cuenta con un interesante museo medieval donde se guarda el cáliz de Santo Domingo, del siglo XI, así como numerosas obras curiosas de orfebrería. No hay que perderse su botica y rebotica de época, así como su excepcional biblioteca donde se resguardan antiquísimos manuscritos.

Pero si hay que destacar algo es su doble claustro monacal, con elegantes capiteles sobre dobles columnas y relieves. Y en su patio central, el famoso ciprés, al que el gran Gerardo Diego regaló unos versos, que uno se ve obligado a recitar a su vera: "Enhiesto surtidor de sombra y sueño, que acongojas el cielo con tu lanza..."

Cementerio de Sad Hill en la provincia burgalesa
Cementerio de Sad Hill en la provincia burgalesaLa Razón

Y para finalizar nuestra ruta por tierras burgalesas, bien merece la ocasión acercarnos hasta el cementerio de Sad Hill, llena de tumbas vacías, y que sirvió de escenario para la escena final de uno de los western más famosos de la historia, "El bueno, el feo y el malo". Merece la pena caminar por este rincón e ir descubriendo los nombres de las tumbas, donde no falta Sergio Leone, su director, Metalica, Ennio Morricone o Fito Cabrales. Te sorprenderá, sin duda.