Política

Barcelona

El Hospital Vall d’Hebron inicia el primer programa de embarazo para lesionadas medulares

Se trata de un proyecto pionero en España que ofrece atención multidisciplinar a sus pacientes

Los doctores Julio Herrero, Karla Rojas y Anna Suy, con una familia del programa de salud reproductiva para lesionados medulares de Vall d'HebronEUROPA PRESS27/11/2019
Los doctores Julio Herrero, Karla Rojas y Anna Suy, con una familia del programa de salud reproductiva para lesionados medulares de Vall d'HebronEUROPA PRESS27/11/2019larazonEUROPA PRESS

Pese a que la mayoría de mujeres con lesión medular no ven alterada su capacidad para quedarse embarazadas, lo cierto es que son muchas las que desisten de ser madres por miedo, por disminución de la actividad sexual y sobre todo, por falta de información.

Tras la lesión, estas mujeres pueden experimentar un periodo de amenorrea de seis meses a un año, pero la mayoría recupera la menstruación, de manera que con un seguimiento adecuado, una conveniente información acerca de todo el proceso y la programación del embarazo y parto, pueden ser madres, aunque la tasa de embarazo de mujeres con lesión medular indique que son pocas las que gozan de la maternidad tras la lesión.

En este sentido, el Programa de atención integral a la salud sexual para personas con lesión medular de Vall d’Hebron, pionero en España, aspira a «ofrecer a estas personas todo el apoyo médico, emocional y psicológico que necesitan para gestionar su posible maternidad e incluso su vida sexual, porque de otra manera se puede incluso llegar a desarrollar rechazo a la sexualidad», explica el doctor Julio Herrero, jefe de la Unidad de Reproducción Asistida de Vall d’Hebron.

Gracias este programa, profesionales de la Unidad de Lesionados Medulares del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación, profesionales del Servicio de Ginecología y del de Urología, así como psicólogos trabajan de forma coordinada para ofrecer un seguimiento multidisciplinar a personas son lesión medular que quieren tener hijos. «Esta iniciativa es clave para el paciente porque tiene información; se le hace una valoración multidisciplinar en una misma unidad, cuando normalmente ha de acudir a unidades diferentes, a veces en centros diferentes e incluso en ciudades diferentes, para ser visitado por los especialistas que participan del proceso, y además se le programa y planifica tanto el embarazo como el parto», comenta Herrero.

En el caso de las mujeres, la lesión medular no condiciona normalmente su fertilidad, pero es cierto que puede tener afectaciones en su vida sexual y reproductiva. Por eso, con ellas el programa presta una educación sexual orientada no solo a la reproducción, sino también al autorreconocimiento y el placer de estas mujeres. Y en lo estrictamente relativo al embarazo, el programa establece un minucioso seguimiento a la gestante, que se intensifica a partir del segundo trimestre de embarazo, para evitar o atender posibles complicaciones recurrentes en este tipo de pacientes, como úlceras por presión, trombosis venosa profunda, dolor neuropático, infecciones de orina o alteraciones esfinterianas.

Durante el embarazo también se empieza a planificar el parto, que no necesariamente a de ser por cesárea. «Muchas de estas mujeres pueden tener un parto vaginal», asegura la doctora Anna Suy, jefa de la Sección de Obstetricia, quien sin embargo señala que «en ocasiones hay que enseñarles a identificar las señales que avisan que están de parto porque tienen un menor sensibilidad». Además, para evitar complicaciones derivadas de su lesión, «usamos una anestesia precoz que tras el parto se prolonga más horas», añade Suy, sin olvidar que el programa también prevé la atención y de seguimiento de estas pacientes tras el parto, entre otras cosas en lo relativo a la lactancia materna. Algunas de estas mujeres tienen más dificultades para la subida de leche, pero además es posible que reciban algún tipo de medicación incompatible con la lactancia, que tendrán que abandonar durante los dos o tres meses que den pecho y para ello se ha ido retirando de forma progresiva durante el embarazo.

Este es el caso de Yasmina Andrés, que el 4 de octubre dio a luz a su bebé Rafa y que ahora ha dejado su medicación durante un par de meses para experimentar la lactancia materna. Ella, que a los 16 años sufrió una lesión medular por un accidente de coche y es una de las primeras tres pacientes que están siendo atendidas en el contexto de este programa, señala que siempre había querido ser madre, pero que tenía mucho miedo al momento del parto. «El miedo es por falta de información y, en este sentido, la unidad da seguridad», señala.

Durante el embarazo Yasima, natural de Burgos pero residente en Barcelona desde el inicio del segundo trimestre de embarazo para ser atendida en el marco del programa, tuvo que ser tratada por varias infecciones de orina y recuerda unos últimos meses de gestación difíciles, pero ahora tras dar a luz mediante parto vaginal, dice estar feliz, aunque el postparto «ha sido horroroso».

El programa atiende también a los hombres con lesión medular que quieren ser padres, pero en este caso sí que es frecuente que la lesión acarree disfunción eréctil y afectación de la fertilidad. En este caso, en el marco del programa, «en aquellos hombres que no pueden eyacular de forma autónoma, se consigue una muestra espermática mediante la vibroestimulación del pene», explica la doctora Karla Rojas, de la Unidad de Lesionados Medulares,y solo en los casos en los que esto no es posible se recurre a una biopsia testicular para extraer semen, Esa muestra se optimiza en laboratorio y dado que la lesión puede provocar una inflamación crónica que hace que el semen sea peor, tanto en calidad como en lo relativo a su morfología, luego se usa para realizar la reproducción asistida,