La ciudad de Barcelona mantiene cerrados al público todos los parques, incluso el Park Güell y el Zoo de Barcelona, por el fuerte viento, mientras que también están cerradas las playas y los espigones por el fuerte oleaje, con olas de más de 6 metros.

Los bomberos de la ciudad han tenido que efectuar esta mañana casi un centenar de salidas para retirar árboles, ramas y mobiliario urbano derribado por el viento.

El observatorio Fabra de Barcelona ha registrado hoy una racha de viento de 104 kilómetros por hora, la ráfaga más fuerte medida en la capital catalana en los últimos ocho años.

Según las previsiones meteorológicas, el viento amainará un poco en el litoral barcelonés y dejará entrar la lluvia a partir de esta tarde, con acumulaciones que podrán alcanzar los 100 litros por metro cuadrado hasta el miércoles, cuando continuará lloviendo.El mal estado de la mar también ha obligado a cancelar los servicios de ferrys que zarpan de Barcelona hacia Baleares.