Parlament de Cataluña

El independentismo explota: Torra amenaza con elecciones

Roger Torrent despoja al president de su acta de diputado y desata una bronca entre JxCat y ERC que sitúa al Govern al borde de la ruptura

El fuerte choque entre Junts per Catalunya y Esquerra por la suspensión de Quim Torra como diputado del Parlament ha dejado la legislatura catalana en el alambre. A la espera de una posible convocatoria de elecciones, el Parlament ha vivido hoy otra jornada caótica con la ruptura pública de los dos socios del Ejecutivo, enfrentados por la inhabilitación del president por parte de la Junta Electoral Central, avalada el jueves por el Tribunal Supremo y acatada por el presidente de la cámara, Roger Torrent (ERC). Torra, que conserva la presidencia de la Generalitat, ya no es diputado ni puede votar en los plenos y la cámara catalana queda bloqueada a la espera de nuevos acontecimientos.

Una imagen sirve para resumir y entender la ruptura pública del independentismo: cuando Torra ha terminado su discurso en el hemiciclo tras ser despojado de sus credenciales como parlamentario, los diputados y consejeros de JxCat se han levantado para aplaudirle durante varios minutos. Mientras, los republicanos –con el vicepresidente Pere Aragonès a la cabeza ubicado justo al lado del president– han permanecido sentados sin mostrar gesto alguno. Momentos de tensión tras reproches y acusaciones cruzadas entre los dos socios del gobierno catalán.

La noticia había saltado a primera hora de la mañana, cuando el secretario general de la cámara, Xavier Muro, dio instrucciones para ejecutar la suspensión dictada por la JEC y retirar así el acta de diputado a Torra. En una carta dirigida a la Mesa, Muro ha argumentado que la situación de Torra había cambiado después del posicionamiento del Alto Tribunal la semana pasada, un extremo acatado después por Roger Torrent. En paralelo, la junta provincial de Barcelona ha adjudicado formalmente a la postconvergente Maria Senserrich el acta de diputada en sustitución de Torra.

JxCat, eso sí, ha escenificado el choque y ha presentado un acuerdo con el fin de desobedecer la resolución de la JEC y mantener al president como diputado, un texto que buscaba desautorizar al secretario del Parlament y que Torrent no ha validado junto al resto de miembros de la Mesa. Los postconvergentes, de hecho, se quedaron solos en su desafío ante el resto de formaciones.

La postura de ERC, que choca con los llamamientos de JxCat para asegurar la posición de Torra en la cámara catalana, se basa en tres pilares: «blindar» la presidencia de la Generalitat, no tomar «ninguna decisión irreversible» con relación a su condición de diputado y «garantizar las votaciones y la soberanía del Parlament».

En este sentido, los republicanos defienden la importancia de no poner en riesgo iniciativas claves como la tramitación de los presupuestos de la Generalitat –acordados entre el Ejecutivo y los «comunes»– o la aprobación de las ayudas destinadas a paliar los efectos del temporal, que quedarían impugnadas si Torra desobedeciera y votara en el pleno.

Por su parte, el president se ha mostrado muy molesto con la situación, ha considerado que el secretario general del Parlament, Xavier Muro, «no tiene competencias» para retirarle el acta de diputado y ha alertado de que esta situación «pone en riesgo la legislatura y al Govern», confirmando así que la legislatura se sitúa ya en un punto de no retorno.

Torra, que no tiene intención de abandonar el escaño, ha exigido a Torrent que garantice su condición de diputado y revierta de «manera inmediata» la retirada de su acta. «Si no es así, pondrán en riesgo la continuidad de las instituciones», ha afirmado. A su juicio, la decisión del Parlament «abre la puerta a desmantelar» las instituciones catalanas y ha reclamado todos los «sacrificios» que hagan falta para respetar la «voluntad popular».

Como muestra de protesta contra ERC y Torrent y en solidaridad con Torra, JxCat ha decidido no participar en la votación de los presupuestos del Parlament –único punto del orden del día del Pleno de ayer que pudo desarrollarse antes de que suspendiera–, circunstancia que ha impedido que prosperasen y que puede convertirse en el preludio de lo que puede suceder en los próximos días con las cuentas de la Generalitat. En este sentido, Torra, lejos de garantizar que saldrán adelante y no será ningún impedimento para su validación, se ha limitado a decir que lo que los «pone en riesgo» es la retirada de su condición de su diputado.

Además de la posibilidad de impugnación si ejerce el voto, otra amenaza que se cierne sobre los presupuestos es la convocatoria electoral antes de que se aprueben. Tras el choque de hoy, el final de la legislatura está cada vez más cerca y Torra ha contribuido a alimentar la vía de las urnas. «He dicho siempre que continuaría en el cargo mientras no fuerza censurado y mientras lo viera posible. No tengo ningún afán de poder», ha asegurado.

Aunque Torra y JxCat se resisten aún a dar el paso a las elecciones, ERC y los «comunes» han reclamado la aprobación de los presupuestos antes de que se disuelva el Parlament. El partido de Colau, en todo caso, junto al PSC han exigido elecciones. El PP ha acusado al separatismo de protagonizar un «espectáculo de canibalismo político», mientras C’s, al grito de «Torra delincuente», ha desencadenado la suspensión del Pleno.

La CUP ha planteado entrar en la Mesa del Parlament para garantizar los derechos de Torra.