Coronavirus

La Generalitat descarta confinar Lérida pese al aumento de positivos

La Conselleria de Salud monta una nueva área sanitaria en el Hospital Arnau Vilanova, en muy poco tiempo, para evitar el colapso del centro por culpa del incremento de rebrotes

hospital de campaña en Lleida coronavirus
En la imagen, las obras de construcción, muy rápidas, para un hospital de campaña en el Arnau Vilanova, el hospital más importante de LleidaRamon GabrielEFE

El trajín de operarios de ayer por la mañana frente al Hospital Arnau de Vilanova fue el primer aviso de que la situación de los brotes de la COVID-19 en Lleida se había agravado. En pocas horas, tenían montado el primer «hospital de campaña» desde el fin del confinamiento para hacer frente a los rebrotes: tres carpas de emergencias sanitarias junto al acceso de urgencias para facilitar un triaje limpio.

La incidencia de casos en Lleida se ha doblado en una semana. Se ha pasado de 167 casos detectado a más de 400 y en paralelo han aumentado las hospitalizaciones.

La consellera de Salud, Alba Vergés, reconoció que el volumen de casos empieza a ser importante. También algunas entradas en el hospital y en la UCI. «Estos datos nos han llevado a actuar y a informar de que esto no es ninguna broma, que el virus sigue circulando», dijo, tras reunirse en Lleida con el alcalde Miquel Pueyo y responsables del Hospital Arnau de Vilanova y del Institut Català de la Salut. La Generalitat teme que los contagios crezcan los próximos días ahora que tienen más capacidad para hacer test, pero por ahora descarta nuevos confinamientos.

Al departamento de Salud no le preocupa tanto el número de brotes como el volumen. Se considera brote a partir de tres personas infectadas de un mismo entorno. Pero en Lleida se han detectado focos con un mayor número de infectados y se teme que el volumen crezca y que algún caso se pueda escapar. Sobre todo los brotes entre temporeros, migrantes que buscan trabajo en el sector de la fruta y trabajadores del sector cárnico.

Pueyo hizo un llamamiento al sector para que difunda que no necesitan más mano de obra. «Esta noche hemos atendido a un grupo de migrantes sin papeles, sin trabajo, que no tenía dónde dormir ni a dónde ir», explicó. Los brotes que más preocupan son los que afectan a tres empresas del sector de la de Lleida y una compañía agroalimentaria de la misma provincia, en la comarca de La Segarra.

Las condiciones precarias en las que viven y trabajan los temporeros y los empleados de los mataderos convierten la industria cárnica y el sector de la fruta en epicentros de rebrotes en todo el mundo.

La actuación en Lleida para atajar los brotes requiere de un trabajo conjunto de Salud con entidades sociales y ayuntamientos.

Para hacerse una fotografía del panorama en Lleida, Vergés explicó que en las últimas horas han detectado 130 casos nuevos de covid. La Generalitat teme que la curva pueda crecer en los próximos días. Y aunque descarta confinamientos quirúrgicos o volver a la fase 2, como hicieron cuatro comarcas de Huesca, tomó medidas.

La más visible es el montaje del hospital de campaña en la entrada de Urgencias del hospital de referencia, el Arnau de Vilanova. El equipamiento servirá para realizar las primeras atenciones y evitar que coincidan con otros pacientes y se produzcan colapsos. El gerente del ICS, Ramón Sentís, insistió en que ahora que se vuelven a atender accidentes y se ha recuperado la actividad hospitalaria temen que un repunte de casos colapse el centro.

Vergés hizo un llamamiento a la ciudadanía para que se dirija a los centros de atención primaria (CAP) en caso de tener síntomas leves. «Están preparados para detectar casos de covid», subrayó la consellera.