Guía de uso de la mascarilla obligatoria: se puede prescindir en playas y piscinas

La Generalitat aprobó ayer el uso obligatorio de la mascarilla en Cataluña pese a que se pueda mantener la distancia social. Una decisión en vigor desde hoy y que llega después del notable rebrote de coronavirus en Lleida y de los focos surgidos en Barcelona y Tarragona. A grandes rasgos, deben llevarla todas las personas a partir de seis años y se puede sancionar con 100 euros de multa su incumplimiento. No obstante, la normativa generó desde el principio múltiples dudas: ¿Hay que usarla haciendo deporte? ¿Y en las terrazas? Hoy, el departamento de Salud ha distribuido una guía de preguntas y respuestas. Veamos.

En pleno verano, una de las primeras preguntas tiene que ver con la playa: se podrá prescindir de la mascarilla en las zonas de baño de la playa y la piscina, pero deberá utilizarse en las instalaciones de uso público como baños, vestuarios, duchas y chiringuitos, entre otros.

También se puede prescindir de la mascarilla durante la práctica deportiva, de excursión y durante actividades restringidas a los grupos estables de convivencia en escuelas y ocio infantil y juvenil. Además, no hay que llevarla mientras se está sentado en terrazas de bares y restaurantes -sí al ir a pedir al interior, pagar o al baño- ni mientras se come o se bebe en exteriores o interiores.

Es obligatorio llevar mascarilla en todo el espacio y ello incluye en el transporte público, si uno se desplaza en patinete eléctrico, en el teatro, en el cine, en la biblioteca, en el trabajo -a excepción de aquellos que impliquen esfuerzo físico o en caso de que se disponga de despacho propio-, en restaurantes, en locales comerciales, en las zonas comunes de los gimnasios, en locales de ocio -excepto si se está bebiendo- y en todo tipo de establecimientos.

También hay que usar mascarilla en las zonas comunes de campings y hoteles, excepto en habitaciones o parcelas privadas o en las piscinas. Además, y pese a la obligatoriedad a partir de los seis años, Salut la recomienda para los menores de tres a cinco años y es obligatoria para los mayores de seis a excepción de las personas que sufren una enfermedad respiratoria, no son capaces de quitársela de forma autónoma o que presentan trastornos de conducta.