Economía

Coronavirus

Cataluña suspende los desahucios de pisos de grandes propietarios durante el estado de alarma

La Generalitat aprueba varios decretos para paliar los efectos del coronavirus dirigidos a los autónomos o al sector cultural

Un millar de personas, según fuentes policiales, en Barcelona en contra del desalojo de la Casa Buenos Aires, en Vallvidrera y del desahucio de una familia en Ciutat Meridiana
Un millar de personas, según fuentes policiales, en Barcelona en contra del desalojo de la Casa Buenos Aires, en Vallvidrera y del desahucio de una familia en Ciutat MeridianaAlejandro GarcíaEFE

Nuevo paquete de medidas de la Generalitat para paliar los estragos provocados por la pandemia de coronavirus y la crisis económica y social derivada. Hoy, El Ejecutivo catalán ha aprobado un decreto que suspende los desahucios de grandes tenedores hasta que el propietario ofrezca un alquiler social al que está obligado por la ley catalana mientras dure el estado de alarma o estén vigentes restricciones por el coronavirus. “Las ejecuciones de desahucios quedan explícitamente suspendidas hasta que el gran propietario o la entidad financiera propietaria de una vivienda no ofrezca el alquiler social al que está obligado por ley”, ha indicado la portavoz del Ejecutivo, Meritxell Budó.

“También quedarán cubiertas aquellas personas o familias que han ocupado un piso de un gran propietario entre julio de 2019 y el inicio del actual estado de alarma, el 25 de octubre, si se cumplen los requisitos de vulnerabilidad y disponen del correspondiente informe social”, ha explicado la portavoz, aunque ha precisado que “en este caso no existe la obligatoriedad de ofrecer un alquiler social”.

Según consta en el decreto, “en caso de que los Mossos o la policía local reciban denuncias solicitando medidas cautelares relativas a desocupaciones de viviendas de personas o familias en riesgo de exclusión residencial, deberán solicitar un informe urgente a los servicios sociales competentes comunicando esta solicitud al ministerio fiscal”.

En otro paquete de medidas ya anunciadas a lo largo del fin de semana, la Generalitat ha aprobado una deducción del IRPF para las rentas más bajas, para no “penalizar” a los afectados por un ERTE o por quedarse en el paro como consecuencia de la crisis del coronavirus a la hora de tributar por este impuesto. La medida podría beneficiar a unas 250.000 personas en Cataluña, y la pérdida de ingresos para la Generalitat será de 16,3 millones de euros. También ayudas por valor de 8,4 millones de euros al sector cultural, uno de los más afectados por las restricciones al tener que cerrar cines, teatros y salas de conciertos.