Degollación
El independentismo radical amenaza de muerte al diputado del PSC José Zaragoza
El separatismo más hiperventilado ataca al parlamentario socialista y reniega de los indultos
Si algo ha conseguido el independentismo radical, es adquirir un gran control de las redes sociales en Cataluña: solo hace falta mirar cualquier mensaje publicado en contra del «procés» para constatar el tsunami de respuestas y de ataques. En este sentido, la última víctima de esta estrategia de acoso e intimidación del separatismo ha sido el diputado del PSC en el Congreso de los Diputados, José Zaragoza, que en las últimas horas ha sufrido amenazas de muerte de los radicales tras haber defendido los indultos.
En un mensaje publicado en Twitter el martes, Zaragoza reivindicó que «la mejor España, la democrática, es la que es generosa con los vencidos», en referencia a los indultos que el Gobierno tiene previsto conceder en las próximas semanas a los doce políticos condenados por el «procés». El tuit, nada más ser publicado, cosechó una larga lista de respuestas del independentismo más radical, llenas de amenazas e insultos. Entre estas respuestas, apareció la de Joan Vilaseca, un abogado de Manresa (Barcelona) que formó parte de Solidaritat Catalana per la Independència, un partido que fundó el actual presidente del Barça, Joan Laporta, en 2010. «Hijo de puta, te deberían de degollar», replicó Vilaseca, que tampoco ha dado ninguna muestra de arrepentimiento ya que tampoco ha borrado el mensaje ni ha publicado otro pidiendo disculpas.
Pero ese mensaje no es el único que incluye amenazas. Si bien, el resto que aparecen son autoría de cuentas anónimas. «¿Los vencidos somos los catalanes? ¿Pero esta mierda qué es? ¿Estábamos en guerra? Pues cuidado que unas cosas son nuestros políticos y otra el pueblo», dice uno. «Siempre he visto una tontería descorchar una botella de champán de 600 euros para agitarla y tirar media al suelo, pero el día que a este hombre le pase algo, lo haré», dice otro. También voces con ascendencia en el independentismo como Pilar Rahola o Pilar Carracedas salieron a replicar a Zaragoza, aunque sin amenazas.
Twitter se ha convertido en los últimos tiempos en un espacio lleno de cuentas anónimas desde las que se profieren todo tipo de insultos y amenazas y desde las cuales se intenta crear determinados climas de opinión. Y, en este sentido, el independentismo radical ha tratado de explotar esta vía para rentabilizarlo electoralmente y los ataques van tanto dirigidos contra políticos que rechazan el «procés» –como es el caso de Zaragoza, que suele ser objetivo de los separatistas más hiperventilados– como a políticos secesionistas, pero «blandos» con el proyecto rupturista –en este caso, Esquerra ha cosechado numerosos linchamientos y la CUP, por su alejamiento de la unilateralidad, también–.
Lo cierto es que este tipo de mensajes contra el diputado socialista reflejan también hasta qué punto el independentismo ha quedado desarmado con los indultos y la estrategia de distensión impulsada por Pedro Sánchez, que tiene la mesa de diálogo como principal medida. No solo lo reflejan, sino que también algunos líderes del separatismo han reconocido cómo perjudica al «procés» esta estrategia de la Moncloa. A juicio de la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, los indultos no son «ningún éxito» y son, de hecho, una iniciativa «inteligente» del Gobierno porque «quedarían fuera de estos los exiliados y los 3.000 represaliados». «Y porque políticamente nos desarmarían e internacionalmente son nefastos», ha argumentado en los últimos días Paluzie, quien prevé que ahora la causa del independentismo no será concebida como «tan urgente».
También ha dejado entrever una postura parecida JxCat. Su portavoz, Elsa Artadi, advirtió contra la posibilidad de que los indultos «tapen» la resolución de la crisis política, que pasa, a su juicio, por la celebración de un referéndum de autodeterminación, extremo que el Gobierno no va a permitir.
Los propios beneficiados tampoco han mostrado ningún entusiasmo por los indultos porque también son conscientes de que tumban su relato, sobre todo, a nivel internacional. Los condenados –nueve de ellos en prisión– han evitado pronunciarse sobre el informe del Tribunal Supremo –salvo Jordi Cuixart, para rechazarlo y pedir la amnistía– y se han limitado a despreciar durante los últimos años la medida de gracia. «Los indultos se los pueden meter por donde les quepa», decía Junqueras hace apenas un par de años. El separatismo apuesta por la amnistía para eximir de responsabilidades penales a más de 3.000 activistas y políticos independentistas por causas abiertas desde 2012 relacionadas con el «procés».
Tanto el derecho de autodeterminación como la amnistía son los dos puntos que va a incluir el independentismo en la mesa de diálogo, que está previsto que se reanude en un horizonte temprano. De entrada, Pedro Sánchez se reunirá en las próximas semanas con el nuevo presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que también quiere plantear cuestiones socioeconómicas (como los fondos europeos).
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