Pese a la inhabilitación

Los indultados del “procés” toman el mando de la política catalana

Oriol Junqueras se centrará en Esquerra, mientras Jordi Sànchez debe poner orden de JxCat. Los nueve participarán hoy en una “recepción oficial” en la Generalitat y el Parlament

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, a su salida de la cárcel tras ser indultado por el Gobierno
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, a su salida de la cárcel tras ser indultado por el GobiernoQuique GarcíaEFE

Oriol Junqueras no podrá volver a ocupar un cargo público hasta dentro de 10 años, mientras que Jordi Sànchez (JxCat) deberá esperar un poco menos, 7 años, para tener vía libre. Los indultados del «procés» han salido a la calle pero siguen inhabilitados hasta que expire su condena, notificada el 14 de octubre de 2019. Y es que la medida de gracia parcial concedida por el Ejecutivo de Pedro Sánchez conmuta las penas por sedición y malversación, pero mantiene las asociadas a la desobediencia. Sin embargo, y pese a esta letra pequeña, Junqueras y Sànchez cogerán las riendas de sus respectivos partidos y dirigirán gran parte del rumbo de la política catalana en la nueva etapa que se avecina. Josep Rull y Jordi Turull previsiblemente desempeñarán un papel destacado en la reconstrucción de la posconvergencia, mientras que Jordi Cuixart se sitúa al frente de Òmnium. Más dudoso es el papel del resto con el asterisco de Raül Romeva, vicesecretario general de ERC y hombre muy cercano a Junqueras. Joaquim Forn ya ha anunciado su intención de dar un paso atrás,un camino que también podrían emprender Carme Forcadell y Dolors Bassa. Todos ellos serán recibidos hoy en la Generalitat y el Parlament por Aragonès y Borràs.

Junqueras a ERC, Aragonès en el Govern

Esquerra descorcha esta nueva etapa con el mando del «procés» y una estrategia basada en la bicefalia al estilo PNV: Oriol Junqueras cogerá las riendas del partido –hoy comparecerá ante el Consejo Nacional– y redefinirá la hoja de ruta a seguir bajo tres pilares –pragmatismo, negociación y ensanchar la base del movimiento–, mientras que Pere Aragonès, nuevo president de la Generalitat, tiene prácticamente toda la legislatura por delante y se centrará en el Ejecutivo. Los republicanos, por tanto, se aseguran un importante liderazgo interno, la influencia de Junqueras y la proyección de ser la principal fuerza del movimiento independentista por delante de Junts, con Carles Puigdemont en Waterloo. Además y tras denunciar diversos intentos de «tutelas» por parte de Waterloo en el transcurso de las negociaciones para formar Govern, Aragonès pilotará directamente la negociación de la Generalitat con la Moncloa.

Sànchez: a resolver el entramado de JxCat

Como secretario general de JxCat, Jordi Sànchez tiene las riendas del imberbe partido que da forma y voz a la posconvergencia y que el mes que viene cumple justo un año de su nacimiento. Sin embargo, el expresidente de la Assemblea está en el punto de mira interno a raíz las negociaciones con Pere Aragonès para la formación del Govern: molestó en el seno de la formación el secretismo con el que llevó las conversaciones –sin apenas reportar a nadie, ni al resto de presos– y el hecho de que fuera él en exclusiva quien cerrara el acuerdo al margen del equipo negociador. Por si fuera poco, su carta de respuesta a Oriol Junqueras tras aparcar éste último la vía unilateral levantó serias ampollas en la posconvergencia. El motivo: cuestionar la finalidad del 1-O y asegurar que fue para forzar al Estado a negociar, algo que llevó a un sector de JxCat a pedir su dimisión. Ahora, deberá recoser el partido desde la cabeza.

Turull y Rull, hombres de partido

Ambos dirigentes están bien relacionados con las distintas familias dentro de JxCat, especialmente Jordi Turull. Al estar inhabilitado para ocupar cargos públicos hasta 2030, Turull desarrollará una actividad profesional en paralelo, pero este viernes dejó claro que en sus horas libres seguirá activo en su «compromiso político». También reivindicó que Junts es un partido «muy transversal y bien soldado», pese a las diferencias que puedan haber. «Yo estoy muy a gusto y bien en el partido, y quiero ayudar en lo que sea necesario», remarcó. En la misma línea se expresó el exconsejero de Territorio, Josep Rull, al salir de la prisión de Lledoners este miércoles. Aún está por ver su papel en el futuro, pero está bien conectado con los sectores económicos de la posconvergencia y con el territorio.

El más vehemente, Cuixart, a movilizar la calle

Jordi Cuixart, el más exaltado, el más vehemente, subió al estrado nada más salir de la prisión entre gritos de “lo volveremos a hacer”, el célebre mensaje que él mismo acuñó durante el juicio y ante el presidente del tribunal, Manuel Marchena. “Hoy no es un día de renuncia, sino un día que nos reafirmamos. Sigue la lucha, que nadie se equivoque”, avisó el miércoles tras ser indultado. Reelegido presidente de Òmnium Cultural en la cárcel mientras cumplía condena, Cuixart liderará la organización desde primera fila y buscará movilizar la calle en esta nueva etapa que se avecina junto a la ANC, cuya estrategia se centra únicamente en la vía unilateral.