Incivismo en la pandemia
Los cuerpos policiales exigen a las administraciones acabar con los botellones
Lamentan los incidentes en diversos lugares contra agentes y apuestan por reabrir el ocio nocturno
El Sindicato de Mandos de las Policías Locales de Catalunya (Sicpol) ha considerado “inadmisibles” las situaciones vividas a raíz de los botellones en el territorio catalán y ha exigido decisiones políticas inmediatas. Los Mossos d’Esquadra comparten esta opinión.
En un comunicado este lunes, han querido manifestar su malestar por las situaciones “lamentables” ocurridas recientemente en Tiana, Llinars del Vallès, Cerdanyola del Vallès, Tarragona y Barcelona.
Según el sindicato, las plantillas de policías locales deben afrontar estas situaciones con “una gran carencia de medios humanos y materiales, y que, a la vez, no disponen de competencias de orden público y que muchas veces no disponen del apoyo de los cuerpos competentes” ya que están desbordados.
Han pedido a las instancias políticas competentes adoptar medidas y proponer soluciones, valorando si la reapertura del ocio nocturno puede contribuir a paliar esta situación o si hace falta plantearse la colaboración con entidades de seguridad privada, entre otras.
“La percepción de ausencia de autoridad por parte de una minoría violenta e incívica comporta que las actuaciones policiales sean cada vez más complicadas y generen tanto agresiones a los policías como situaciones de violencia sufridas por los propios participantes de los botellones”, han añadido.
Por su parte, la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha cifrado en unos 50.000 euros los desperfectos causados por el botellón que se organizó la madrugada del sábado en el campus en Cerdanyola del Vallès.
Fuentes de la UAB han informado de que la mayoría de ese dinero se ha destinado al pago de las horas extras del personal de seguridad y de limpieza, además de la reparación de cristales, puertas y papeleras, entre otros materiales dañados.
Esta cantidad se suma a los 4.000 euros que estimó Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) por destrozos en tres estaciones --Universitat Autònoma, Les Fonts y Sant Cugat-- y pintadas en el interior de un tren y la rotura de asientos de otro.
En un comunicado este lunes, el equipo de gobierno de la UAB ha expresado “la condena más firme” por lo ocurrido y ha subrayado que no se puede repetir, y que no es justo ni para la institución ni para los miembros que viven y trabajan en ella.
Asimismo, ha indicado que “no es solo responsabilidad” de la universidad garantizar las normas de convivencia y de respeto, y que se necesita la implicación y el compromiso de todos los agentes sociales.
También ha señalado que han abierto una “reflexión profunda” junto a las autoridades públicas para intentar prevenir y evitar hechos similares en el futuro.
Además, el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha avisado de que investigarán el altercado “aislado” que ocurrió durante un botellón este fin de semana en Tiana contra agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Policía Local.
“Es un hecho aislado que se perseguirá. Hubo un grupo de personas que se dirigieron a los agentes de la autoridad de forma agresiva. En Llinars, se produjo un fenómeno igual, y los agentes se fueron y volvieron con refuerzos y resolvieron la situación”, ha explicado en una entrevista en Ser Barcelona, tras destacar que es una cuestión de proporcionalidad.
Pese a todo, Elena ha constatado que hay videos de lo que ocurrió en Tiana y que se harán identificaciones, con lo que los hechos pueden tener consecuencias sobre los que actuaron así, por lo que “probablemente habrá personas que serán investigadas por esto”.
Aunque ha admitido que les preocupan estas reacciones, ha opinado que es una excepción, por lo que ha pedido “no hacer de la anécdota categoría” y ha defendido que la mayoría de jóvenes no protagoniza estos incidentes.
Tras el macrobotellón de este fin de semana en la UAB, el conseller ha considerado que la apertura del ocio nocturno ayudaría “a gestionar mejor la noche, pero es evidente que esto sólo se puede hacer cuando los datos sanitarios lo permitan”.
También ha explicado que los Mossos d’Esquadra tuvieron conocimiento de este macrobotellón a primera hora de la noche en que se celebró, y esa misma noche “se estaban cortando carreteras y prohibiendo el acceso al recinto”.
Sin embargo, ha reconocido que no pudieron frenar que 8.000 personas asistieran a un macrobotellón en el que --ha explicado-- decidieron no entrar a disolver “por una cuestión de seguridad”.
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