Tensión en las cárceles
La Generalitat revisará el trato a los encarcelados
Han ocurrido tres sucesos violentos en pocas semanas en las prisiones catalanas
La consellera de Justicia de la Generalitat, Lourdes Ciuró, ha anunciado este miércoles que su departamento está revisando la circular de desde mayo limita las contenciones de funcionarios a presos, y ha explicado que la semana que viene enviará su propuesta a los sindicatos del sector para lograr una norma “consensuada”.
Lo ha explicado en declaraciones a los periodistas tras conocerse la agresión de un preso en aislamiento a un funcionario, y ha deseado “una pronta recuperación a los funcionarios agredidos últimamente en las prisiones de Quatre Camins, Ponent y Brians 2″.
Sobre esta circular que ahora se revisa, ha recordado que disgustó a los funcionarios de prisiones y cree que “además ha provocado que sí se han reducido las contenciones, pero a cambio hay un aumento preocupante de inseguridad en el interior de los centros, incremento autolesiones de presos y también inseguridad de los funcionarios”.
“Son los responsables directos de todas y cada una de las agresiones que sufren los funcionarios”. En la tarde de ayer, un interno de la cárcel de Quatre Camins, en Barcelona, atacó con tal violencia a uno de los funcionarios que le arrancó parte de la falange del pulgar de la mano izquierda. No era la primera vez que ocurría. Hace apenas un mes, el mismo preso le arrancó la oreja a otro interno durante una pelea. Por no hablar de la larga lista de partes que acumula por amenazas a funcionarias, escupitajos e insultos machistas hacia ellas. Sin embargo, desde la dirección del centro penitenciario “no han hecho nada”, denuncian desde el sindicato CSIF Prisiones.
Los hechos se produjeron en el denominado Departamento Especial de Régimen Cerrado (DERT) de la prisión de Quatre Camins. Dos funcionarios trasladaban de celda al interno A. M., clasificado en primer grado (régimen de aislamiento) por ser considerado muy peligroso. En un determinado momento, éste se revolvió y le mordió la mano a uno de los funcionarios. Pese a que llevaba puesto el guante de protección anticorte, el ataque fue tan agresivo que el funcionario ha perdido parte de la falange de uno de sus dedos. Otros dos compañeros sufrieron lesiones leves durante la intervención.
“Hay que tener poca vergüenza para no facilitar una ambulancia medicalizada al funcionario, para tratar la más que probable amputación de parte del dedo”, denuncian desde el sindicato. Y es que tuvo que ser otro funcionario el que llevara a su compañero herido al hospital en su propio vehículo, con la parte del dedo amputada en un bote. Según establece el protocolo de agresiones el funcionario debía haber sido custodiado por las fuerzas del orden con la mayor celeridad posible, pero no fue así. “Queremos remarcar que esta negligencia por parte del equipo directivo debería tener consecuencias penales”, insisten desde CSIF Prisiones.
Ante estos hechos ni el jefe de Unidad Especializada del DERT, que curiosamente le había autorizado un cambio de celda a un bloque menos regimental, ni el equipo directivo, han sido capaces de establecer unas directrices claras para salvaguardar la integridad de los funcionarios de los que son responsables, señalan desde el sindicato. Y acusan al centro penitenciario de pensar solo “en los derechos de los internos”, dejando a un lado la seguridad, la salud y la integridad de los funcionarios. “Lo ocurrido hoy es un sin razón, es el fruto de la incompetencia manifiesta de un grupo de personas que han perdido el norte, el talante y la capacidad de dirigir un centro penitenciario”, zanjan desde el sindicato.
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